Tiempos de adaptación
No somos japoneses, no hacemos una reverencia con distanciamiento social para saludar, tampoco somos nórdicos, no nos quitamos los zapatos al entrar en casa. A la hora de culpar al Gobierno de la magnitud de esta crisis, ¿nos hemos planteado la influencia de nuestras costumbres y cultura en el alcance que ha tenido el coronavirus? No nos gusta asumirlo, pero ahora nos quitamos los zapatos al entrar en casa, saludamos en la distancia y evitamos los abrazos. Quizá países como Italia o España deberán dejar atrás la cercanía social para pasar a abrazar esta nueva normalidad, que se acerca más a culturas lejanas que a las nuestras.
Brisa Loperena Sánchez. Palma de Mallorca
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.