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Morena pagó 15 millones de pesos por la encuesta con la que definió su candidatura presidencial

El partido oficialista contrató a cuatro casas encuestadoras y a una empresa de resguardo de valores para custodiar los materiales de su contienda interna, en la que resultó ganadora Claudia Sheinbaum

encuesta presidencial de morena
Mario Delgado durante una conferencia de prensa para anunciar el formato que tendría la encuesta, el 28 de agosto.Daniel Augusto (CUARTOSCURO)
Zedryk Raziel

El proceso interno con el que Morena definió su candidatura presidencial costó al menos 15 millones de pesos pagados con recursos públicos. El partido en el Gobierno contrató a cuatro casas encuestadoras para medir las preferencias electorales sobre los aspirantes a la candidatura, y también adquirió los servicios de una empresa de resguardo de valores para custodiar los materiales de las encuestas. En el proceso interno resultó ganadora la exjefa de Gobierno de Ciudad de México Claudia Sheinbaum. Morena acudió a varias firmas demoscópicas para que hicieran encuestas “espejo” a fin de dar legitimidad al resultado. Las empresas contratadas fueron Buendía & Laredo, De las Heras Demotecnia, Mercaei y Heliga Consultores. A cada una, Morena le pagó 3.549.600 pesos, de acuerdo con los contratos suscritos por el partido, a los que ha accedido EL PAÍS. A la firma de resguardo de valores, Transportes Blindados Tameme S.A. de C.V., se le pagaron 702.052 pesos por el traslado y custodia de las encuestas y por la renta de una bóveda para almacenarlas.

Los contratos con las firmas demoscópicas fueron suscritos el 28 de agosto, a pocos días de concluir las campañas internas por la candidatura presidencial morenista. Además de Sheinbaum, en la contienda participaron el excanciller Marcelo Ebrard, el exsecretario de Gobernación Adán Augusto López, el senador Ricardo Monreal, el diputado Gerardo Fernández Noroña y el senador Manuel Velasco (estos dos últimos pertenecen respectivamente al PT y al PVEM, partidos aliados de Morena). La selección de las cuatro firmas encuestadoras se llevó a cabo en una ríspida reunión el 17 de agosto entre los voceros de los aspirantes. Cada corcholata propuso a una empresa de su confianza y la dirigencia del partido hizo la selección mediante un sorteo. Buendía fue propuesta por Sheinbaum; De las Heras, por Velasco; Heliga, por Augusto López, y Mercaei por Ebrard (la razón social de esta última firma es Representaciones Elze S.A. de C.V.).

En los contratos se estableció que cada empresa aplicaría 2.550 cuestionarios en vivienda en todo el país. Esto significa que, sumadas al tanto que levantó el propio partido a través de su Comisión de Encuestas, en total se aplicaron 12.750 cuestionarios entre el 30 de agosto y el 4 de septiembre. Las encuestas fueron levantadas mediante tabletas electrónicas. Sin embargo, por presiones de Ebrard, se decidió que una pregunta —la de a quién preferiría la gente como candidato o candidata— fuese respondida por los entrevistados mediante una hoja que simulaba una boleta electoral, que posteriormente era depositada en urnas llevadas por los encuestadores.

Esos materiales fueron entregados en custodia a la firma de resguardo de valores, Tameme. Esta empresa proporcionó una bóveda de seguridad en Ciudad de México, y además prestó el servicio de traslado en camionetas blindadas y vigilancia por parte de personal armado. La contratación de Tameme, una firma dedicada sobre todo al transporte de dinero en efectivo para bancos y corporaciones, fue una muestra de las tensiones internas y la desconfianza de los aspirantes hacia la dirigencia del partido.

Morena acordó en su momento mantener en secreto los nombres de las encuestadoras, para evitar que estas fuesen presionadas por intereses ajenos durante el periodo del levantamiento. Los resultados se dieron a conocer el 6 de septiembre. A pesar de todas las medidas de seguridad y de las encuestas “espejo” contratadas, el resultado —favorable a Sheinbaum— fue controvertido. El excanciller Ebrard y sus representantes acusaron múltiples irregularidades en el proceso interno y exigieron su reposición. La Comisión de Honestidad y Justicia de Morena admitió recientemente que se hallaron prácticas indebidas de algunos militantes y prometió sanciones.

Y el Frente Amplio desperdicia materiales electorales

La alianza opositora formada por el PAN, PRI y PRD —llamada ahora Coalición Fuerza y Corazón por México— también tuvo un proceso interno para definir su candidatura presidencial. La alianza había establecido un complicado método de selección que incluía debates entre los aspirantes, encuestas y una votación en urnas a nivel nacional. Al final, las dirigencias de los partidos cancelaron súbitamente las votaciones y, basados en los resultados de dos encuestas, otorgaron la candidatura a la senadora Xóchitl Gálvez. La decisión se tomó cuando las empresas contratadas por los partidos ya habían entregado miles de materiales electorales, como boletas, urnas y tinta indeleble. La alianza opositora pagó más de 3 millones de pesos por esos materiales finalmente desperdiciados, según muestran los contratos suscritos, obtenidos por este periódico.

El PAN, PRI y PRD acordaron dividir a partes iguales los costos del proceso interno y cada partido firmó un contrato semejante cada proveedor. Por ejemplo, la empresa PQS Soluciones 2000 S.A. de C.V. imprimió y vendió a la alianza 2 millones de boletas por 1,9 millones de pesos. Cada partido suscribió con esa compañía un contrato para pagarle la parte proporcional: 665.000 pesos por 667.000 papeletas. Lo mismo ocurrió con otros bienes adquiridos. El proveedor Creaciones y Soluciones Mafe S.A. de C.V. produjo y vendió en total 1.200 urnas de votación por un precio global de 893.000 pesos. La empresa Grummec S.A. de C.V. entregó 1.200 piezas de tinta indeleble y 6.000 crayones marcadores, así como sellos, a un precio total de 210.00 pesos.

A estos gastos se suma lo que pagaron los partidos a las compañías que hicieron las encuestas. La alianza eligió al periódico Reforma, que tiene un departamento demoscópico, y a la firma Wise Interactions S.A. de C.V. Los contratos consultados indican que solo el PRI pagó 490.000 pesos a esta última empresa para hacer dos encuestas telefónicas. A su vez, los tres partidos de la alianza pagaron en total más de 2 millones de pesos a Consorcio Interamericano de Comunicación S.A. de C.V., razón social de Reforma, por encuestas domiciliarias. Adicionalmente, el PAN encargó una encuesta más a Data Harvest Solutions S. de R.L. de C.V., a la que le pagó 339.000 pesos. La alianza señaló que Gálvez obtuvo un 57,5% de las preferencias electorales contra el 42,4% para su más cercana competidora, la senadora Beatriz Paredes.

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Sobre la firma

Zedryk Raziel
Reportero de EL PAÍS México, especialista en la cobertura de asuntos políticos y de corrupción. Licenciado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha sido colaborador en el diario Reforma y el portal Animal Político. Es coautor de ‘El caso Viuda Negra’ (Grijalbo, 2022).

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