Segunda matanza de la semana en Chiapas: asesinada una candidata del Partido Popular Chiapaneco junto a cinco personas
Lucero López Maza, aspirante a la alcaldía de La Concordia, y sus acompañantes fueron acribillados a tiros por el crimen organizado en una gasolinera. El lunes, 11 personas fueron masacradas en sus casas en Chicomuselo
Chiapas vive días de sangre: la semana comenzó con la masacre de 11 personas en Chicomuselo y durante la noche del jueves al viernes otras seis han sido asesinadas en una nueva matanza en La Concordia, entre ellas, la candidata a la alcaldía del municipio por el Partido Popular Chiapaneco, Lucero López Maza. Junto a ella, dos mujeres, una de ellas menor de edad, y tres hombres, de acuerdo con la Fiscalía estatal. Dos personas más resultaron heridas. Las primeras investigaciones del Ministerio Público apuntan a “un enfrentamiento entre civiles armados durante un acto de campaña política”, aunque la prensa local habla de un atentado dirigido contra López Maza en la gasolinera La Independencia. Hace semanas, el padre de la aspirante, el ganadero Ataulfo López Flores, sufrió otro ataque en su rancho a manos de miembros del crimen organizado, que quemaron la granja, varios vehículos y asesinaron a cuatro trabajadores, de acuerdo con Chiapas Paralelo.
La nueva matanza ha pillado al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en Tapachula, Chiapas, desde donde ha celebrado este viernes su conferencia diaria de prensa, La mañanera, que ha durado menos de lo habitual. El dirigente ha reconocido que hay un problema de inseguridad, pero ha negado que exista un conflicto mayor en el Estado a pesar de la evidencia. Para él, la crisis se acota solo a la sierra Mariscal, donde se encuentran Chicomuselo y La Concordia. “En los últimos meses, los últimos días, en esa región de Chiapas, en la sierra, tenemos problemas en lo que corresponde a homicidios, pero aun con lo que está sucediendo, muy lamentable, Chiapas en promedio de homicidios ocupa los últimos lugares en el país”, ha defendido el mandatario.
Su relato contrasta con las evidencias recogidas durante los últimos años por asociaciones de la sociedad civil, ONG’s y la prensa. En febrero, un informe de varios organismos civiles aseguró que Chiapas sufre un “un conflicto armado no reconocido” desde junio de 2021 por una disputa entre grupos enfrentados del crimen organizado. Solo en la región centro, donde se encuentra la sierra Mariscal, en estos tres años se han documentado al menos 10.000 personas obligadas a abandonar sus casas ante la embestida de los cárteles, que controlan de facto grandes extensiones del Estado. San Cristóbal de las Casas, una de las principales ciudades, se ha llenado de refugiados que huyen de la violencia que carcome la entidad.
No es la única: la misma Tapachula en la que el presidente ha celebrado La mañanera es una olla a presión asediada por las mafias, una ciudad lucrativa para el tráfico de seres humanos por los miles de migrantes que transitan por ella en su ruta hacia el norte. Casi toda la frontera compartida con Guatemala es territorio caliente, desde la selva Lacandona hasta la costa del Pacífico. El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), las dos organizaciones criminales más poderosas del país, mantienen una lucha sin cuartel por el control del sureste mexicano, un territorio poroso y fértil para los negocios ilícitos como el tráfico de drogas y personas, que ha convertido Chiapas en un campo de batalla. El frente de la guerra, de acuerdo con los expertos que monitorean el conflicto, está precisamente en la sierra Mariscal.
López Obrador ha hablado del asesinato de Lucero López Maza y ha calificado de “lamentables” los enfrentamientos que “han causado la pérdida de vidas humanas”. “Ayer asesinaron a la candidata de un partido de Chiapas en La Concordia, y en esa región últimamente ha habido varios enfrentamientos, de Motozintla para arriba, Frontera Comalapa, Chicomuselo, La Concordia. De acuerdo a la información que tenemos, se están enfrentando ahí dos grupos [CJNG y el Cártel de Sinaloa]. La Secretaría de la Defensa está actuando, se está reforzando la vigilancia, lo vamos a seguir haciendo”, ha añadido.
El presidente ha mostrado las cifras oficiales que maneja su Gobierno. En todas ellas, Chiapas sale reflejada como uno de las regiones con menos violencia y delincuencia. Por ejemplo, de los 32 Estados del país, según López Obrador, Chiapas es el 22.º en narcomenudeo y feminicidio, el 24.º en violación, el 30.º en robo de vehículos o el 31.º en homicidios: solo Yucatán es más pacífico de acuerdo con los datos oficiales, unos números que los expertos como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) o Serapaz, organizaciones con fuerte presencia en la entidad, encuentran inverosímiles.
“En cinco años no hemos tenido problemas de inseguridad graves en Chiapas”, ha reiterado el dirigente, que considera que el auténtico problema son las “campañas” mediáticas y políticas que tratan de empañar su gestión. “Ahora hay mucho sensacionalismo, es muy lamentable, pero se lucran bastante con los asesinatos y con el dolor humano. Es temporada de zopilotes, pero sí estamos pendientes”, ha aclarado. La Guardia Nacional, ha añadido, tiene 6.000 efectivos en el Estado y está repartida por todo el territorio en 17 instalaciones militares.
El resto de la sociedad chiapaneca se empeña en contradecir la postura del presidente. Hasta la Iglesia Católica ha publicado esta semana dos cartas en las que piden políticas e iniciativas para combatir “la ola de violencia, que desestabiliza la sociedad y que en muchas ocasiones es generada por el crimen organizado; la presencia de la corrupción a todos los niveles de Gobierno, que tanto daño genera en el bienestar de las comunidades y familias”. La proximidad de las elecciones, el 2 de junio, ha disparado también los asesinatos políticos contra candidatos. Lucero López Maza y sus cinco acompañantes son solo las últimas víctimas.
El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, mantiene un férreo silencio sobre el conflicto armado y en sus breves intervenciones públicas suele limitarse a alabar a López Obrador y asegurar que en su Administración reina la paz. En una de sus cartas de esta semana, los obispos del Estado respondieron: “Exhortamos a los candidatos a cargos públicos, den propuestas concretas para responder a las cuestiones más urgentes: violencia e inseguridad, narcotráfico, pobreza, explotación de la tierra, migración, salud, educación. Les invitamos a no vender su dignidad, a no vender su voto, porque de esa manera seguirán alimentando la corrupción que tanto mal ha hecho a nuestra nación”.
La Diócesis de San Cristóbal: “Estamos en medio de una guerra que no tiene fin”
La Iglesia Católica ha publicado este viernes su segundo comunicado de la semana contra el conflicto armado en Chiapas, una crítica a la pasividad del Gobierno y al discurso oficial. La Diócesis de San Cristóbal de las Casas se ha referido a la masacre de Chicomuselo: “Nuestros pueblos siguen sufriendo, estamos en medio de una guerra que no tiene fin y nos están llevando como pueblo a ponernos como carne de cañón y barrera humana, muchas comunidades han quedado vacías por las amenazas, asesinatos y desapariciones, nos han infundido el miedo y el terror, apoderándose de nuestra tierra y territorio sin que el Estado haga algo por garantizar la vida y la seguridad de los pueblos”.
La Diócesis “responsabiliza a los tres niveles de Gobierno” por la masacre y exigen soluciones políticas que acaben con los asesinatos, los desplazamientos y las desapariciones, que permitan volver a todos los que han tenido que huir de sus casas. Reclaman “justicia para los 11 asesinados”, el “desarme inmediato de estos grupos criminales” y el “restablecimiento del orden social sin poner en riesgo a la sociedad civil”, entre otras demandas al Estado mexicano.
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