Las comunidades mexicanas que ahora cuentan las soluciones desde sus territorios
Doce equipos de comunicadores comunitarios de ocho estados de la República mexicana comparten en una serie de pódcast sus historias de lucha y defensa del territorio desde una narrativa centrada en sus logros y lo posible
¿Qué hizo un pueblo de apenas 129 habitantes para sacar de su territorio a una gran minera canadiense que iba a destruir su tierra? ¿Cómo es que un carnaval con listones de colores logró salvar a los árboles de ser cortados por los talamontes? ¿Qué magia tienen los bordados para enseñar a las niñas y niños a reconectarse con su cultura maya? Las respuestas están en Periodismo de lo Posible: Historias desde los territorios, una serie de pódcast que cuentan relatos de defensa de la tierra y la vida a partir de los logros y la esperanza, y desde las voces y vivencias de sus protagonistas.
En México, donde organizaciones de la sociedad civil han localizado al menos 800 conflictos socioambientales y decenas de defensores asesinados y desaparecidos, existe la sensación que es una realidad inevitable, que la forma de vida involucra forzosamente al despojo, y que no hay nada que hacer. Pero, en palabras de Eloísa Diez, una de las coordinadoras del proyecto, “Periodismo de lo Posible plantea una idea a contracorriente, que es que sí es posible hacer algo; que va a tomar tiempo, que requiere mucha organización comunitaria, que la organización comunitaria previa es fundamental, pero que sí es posible enfrentar estos conflictos y tener victorias en esa disputa.”
El proyecto surgió en 2022 cuando confluyeron cuatro organizaciones de periodismo y radialismo comunitario (Quinto Elemento Lab, Redes AC, Ojo de Agua Comunicación y La Sandía Digital), tratando de responder a una pregunta: ¿Cómo contar las historias de defensa del territorio desde una narrativa diferente, sin hablar únicamente de la denuncia y la tragedia, sino de lo que sí se puede lograr? Buscaron la respuesta aliándose con radios comunitarias, periodistas locales y organizaciones que cuidan la naturaleza.
El proyecto inició con una convocatoria que buscaba historias donde hubiera algún logro comunitario contra el despojo, recibieron 56 propuestas, de las que seleccionaron 12 equipos (de Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Hidalgo, Guanajuato, Tlaxcala, Chihuahua y Sonora, algunos de ellos compuestos por rarámuris, yoremes, nahuas, mixtecos y chontales, así como comunidades rurales y urbanas) que las transformarían esas ideas en pódcast de 30 minutos.
Los equipos seleccionados recibieron un intenso proceso de intercambio de experiencias y de formación con un seminario virtual, acompañamiento individual por periodistas y radialistas, y dos talleres presenciales de tres días en Oaxaca y Ciudad de México, donde se hicieron ejercicios sobre cómo captar sonidos de cada territorio, cómo usar el método periodístico, edición de voces o cómo hacer un guion.
“Con este proyecto buscamos varios objetivos: difundir luchas territoriales con una narrativa inspiradora para llegar a las audiencias, no quieren escuchar noticias; hacer un proyecto que no sea extractivista, donde las comunidades eligen a quién le quieren contar su historia, se vuelven coautoras, y donde los equipos tienen el compromiso de regresar a las comunidades a presentarles su pódcast y ellas tienen la opción de usarlo para visibilizar sus luchas”, explica Marcela Turati, coordinadora periodística del proyecto.
El proceso iba a ser de seis meses, pero se extendió más de un año por los múltiples retos que se presentaron, desde hacer análisis de riesgo y estrategias de seguridad para que se pudiera recopilar testimonios y sonidos en zonas peligrosas, hasta mala conexión de internet o dificultad de acceso en las comunidades indígenas donde algunos equipos vivían.
Los equipos que investigaron, grabaron, construyeron sus guiones y produjeron sus pódcast lo narran desde dentro de las comunidades y su cercanía con las luchas. Cada historia de resistencia es contada desde las entrañas de la organización comunitaria. Periodismo de lo Posible: Historias desde los territorios es un proyecto totalmente colaborativo en el que participan poco más de 70 personas en las distintas etapas, desde la planeación de la convocatoria hasta la difusión.
“Fue un reto no solo para los equipos participantes, también para las convocantes: un desaprendizaje de cómo fusionar el periodismo de investigación con la cobertura de defensa del territorio, contar en primera persona las luchas, no repetir el discurso de denuncia y despojo, y tratar de resumir años de resistencia en pocos minutos”, cuenta Aranzazú Ayala, otra de las coordinadoras del proceso.
José David López, del Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés, cuyo capítulo fue sobre la resistencia contra la contaminación mortal del Río Atoyac, dijo que durante el proceso se cuestionaron constantemente cómo seguir luchando frente a un panorama tan devastador, y a la vez contar historias esperanzadoras. “Al final no se queda uno con la amargura, con el dolor, con la impotencia, con la frustración, sino que trasciende hacia algo que se construye, y algo de esperanza. Y ese es el mensaje que este proyecto intenta comunicar”.
El 14 de agosto se publicó el primer episodio en plataformas de pódcast y el 30 de octubre salió el último de esta serie atemporal, que busca ser también un repositorio de memoria viviente, un archivo que relata y documenta cómo la resistencia y la lucha de los pueblos logran frenar la destrucción y rescatar la vida. Cada lanzamiento semanal es cobijado por las comunidades protagonistas con conferencias de prensa, reuniones de asamblea donde se ofrece comida para todos o fiestas con baile y música, a la usanza de cada organización o cada pueblo.
“Gracias porque ahora todo el mundo conocerá de nuestra lucha en Mogótavo”, dice el siríame Luis Torres, gobernador de ese pueblo en resistencia contra un gasoducto y proyectos de turismo extractivista en la Barrancas del Cobre, en la Sierra Tarahumara, cuando el equipo de periodistas acudió a presentar el audio final. O como dijo en la presentación Thania Marreros, joven reportera comunitaria de Radio Tsinaka, quien fue narradora y protagonista del primer capítulo sobre su pueblo contra una minera, “lo que queremos es que el fuego de nuestra historia de lo posible nunca se apague y que contagie a más territorios”.
Todo el contenido, de libre reproducción, se puede descargar desde www.periodismodeloposible.com o en todas las plataformas de pódcast.
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