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El ‘boom’ literario por recuperar la historia de mujeres referentes llega al público juvenil

Desde hace unos años, numerosas editoriales se han sumado a la fiebre de rescatar del fondo del armario las figuras y los nombres de mujeres que son o fueron referentes

Portadas de cinco libros con mujeres como protagonistas.
Portadas de cinco libros con mujeres como protagonistas.

Desde hace unos años, al calor de colecciones como Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes (Destino) o Pequeña & Grande (Alba), numerosas editoriales se han sumado a la fiebre de rescatar del fondo del armario las figuras y los nombres de mujeres que son o fueron referentes y que, en el mejor de los casos, son o fueron relegadas a un segundo plano en la Historia, cuando no injustamente olvidadas por esa misma Historia, por regla general escrita por hombres para hombres. Con la loable idea de recuperar la historia de vida y los logros de esas mujeres para que las niñas (y los niños) encuentren en ellas referentes femeninos que les inspiren y les motiven, en los últimos años hemos asistido a un auténtico boom de álbumes ilustrados que, con más o menos acierto -como ocurre con todo lo que es tendencia-, han aproximado de forma amena a los primeros lectores a figuras como Frida Kalo, Jane Goodall, Marie Curie o Clara Campoamor, entre muchas otras.

Ahora esa tendencia se ha trasladado con fuerza también a la literatura middle grade y crossover, con títulos muy atractivos literaria y estéticamente, recurriendo en ocasiones a la novela gráfica, que tanto éxito tiene entre el público adolescente, y recuperando para la causa los nombres de otras mujeres menos conocidas pero igualmente importantes que, no se sabe bien por qué, por regla general habían quedado fuera de las colecciones infantiles.

Susana Ramírez, editora de Galimatazo, prefiere no hablar de «corriente» o «tendencia»: “Esos términos invitan a algo pasajero, supeditado a las exigencias del mercado —en este caso al mercado editorial— y eso es algo que se opone a nuestra filosofía y a nuestro concepto de edición”, afirma. En su caso, prefiere ver en estos títulos una especie de acción de «respuesta» ante “todo un sistema de transmisión cultural que durante siglos se ha centrado en exclusiva en los hombres y en su papel como creadores y ha invisibilizado las aportaciones de las mujeres”. Desde hace décadas, sostiene, en el ámbito académico lleva fraguándose toda una ardua labor de investigación en torno a este tema. “Lo bueno es que por fin esa «respuesta» se ha trasladado al plano social”, añade.

Galimatazo ha publicado recientemente El pájaro que llevo dentro vuela adonde quiere, cuyo poético título evoca el carácter perseverante e irreductible de la artista Berta Hansson (1910–1994), gran referente del expresionismo nórdico y reconocida sobre todo por las pinturas de los niños de la escuela del pueblo de Fredrika en la que ejerció como docente. De una forma bella y poética, Inspirándose en el estilo pictórico de Hansson y basándose en los textos que la artista dejó escritos en sus diarios y en su correspondencia, la artista y escritora sueca Sara Lundberg da forma a un fresco de una época y una sociedad ante la que Berta Hansson se rebeló desde su niñez para, pese a todos los contratiempos (pobreza, oposición del padre, muerte de la madre), escapar del destino que le esperaba en la granja familiar y volar hacia donde quiso.

“Berta Hansson me recordó a mi abuela. Ese fue mi primer pensamiento cuando comencé a investigar sobre ella. Nacieron el mismo año, crecieron en el norte de la Suecia rural. Tenía las mismas expectativas de encontrar marido, convertirse en ama de casa, cuidar niños y animales. Mi abuela cumplió con lo que se esperaba de ella (nunca la escuché quejarse de eso). Berta Hansson, por su parte, se negó a seguir el camino convencional. Ella tuvo las agallas para liberarse. Y la razón por la que esto me interesó fue porque, mientras crecía, mi madre siempre repetía una cosa como un mantra después de visitar a la abuela: “¿Qué hubiera sido de la abuela si le hubieran permitido estudiar?”, afirma Lundberg, que considera que la de Hansson es una historia universal que demuestra el coraje de una mujer valiente que antepuso su sueño de ser artista al temor al rechazo de sus seres queridos: “Ser capaz de escucharte a ti mismo y seguir esa voz puede significar que pierdes a tu familia, a tu comunidad. Es algo aterrador de hacer, por lo que la mayoría de la gente no lo hace. La fuerza y claridad de mente de Hansson me impresionaron. Me inspiró. Son estas artistas femeninas fuertes las que abrieron el camino, las que recorrieron el camino, de modo que yo, nacida a finales de siglo, pude convertirme en artista sin mucha resistencia de mi entorno”.

Desde la editorial Kalandraka, asegura su editor Xosé Ballesteros, llevaban tiempo planteándose la idea de incorporar a su catálogo una colección de biografías ilustradas, sobre todo de mujeres que han dejado huella en el campo del pensamiento y la ciencia. Cuando vieron la edición italiana de Siempre estuve aquí: vida en el exilio de María Zambrano, no lo dudaron un momento. Sería el primer título de esa ansiada colección. “Esperamos que este tipo de libros dejen de ser una “corriente” para convertirse en algo tan habitual como publicar cualquier otra biografía”, sostiene Ballesteros, que asegura que esta colección, indicada en principio a partir de 10 años, está atrayendo también la atención del público adolescente, juvenil y adulto gracias a la combinación del poético texto de Nadia Terranova y de las evocadoras ilustraciones de Pia Valentis, que crean una breve, sencilla y documentada biografía de una mujer brillante y avanzada a su tiempo a la que el exilio obligado dejó sin el reconocimiento que merecía en nuestro país hasta la última etapa de su larga, dura y vibrante vida.

“No creo que sea necesario reivindicar a María Zambrano, sino sacar a la luz su pensamiento y su valentía. El reconocimiento mediático no es tan importante como el hecho fundamental de difundir la voz de quien se ha entregado con valentía y dedicación a su trabajo”, explica Terranova, que reconoce tener en Zambrano un punto de referencia en su camino como filósofa. De ella, añade, los y las jóvenes lectoras pueden aprender sobre todo a estar en el mundo, a ser valientes: “No es importante que prevalezca el pensamiento de uno mismo, lo importante es decir y hacer las cosas en el momento adecuado y no arrepentirse, no dar pasos atrás aunque intenten empujarnos para desviarnos fuera del camino”.

El recurso a la novela gráfica

Con el auge de la novela gráfica, afortunadamente ya aceptada como lo que es, arte en mayúsculas, no es de extrañar que esta forma de representación literaria también se haya convertido en un vehículo para contar la vida de mujeres que marcaron un antes y un después en la Historia. Sobre ello saben de sobra en Liana Editorial, donde en los últimos años han publicado varios títulos imprescindibles como Kusama, Con las manos desnudas o Lee Miller, cinco retratos. “Una biografía narrada entrelazando texto e imágenes en una novela gráfica es capaz de hacernos viajar rápidamente al contexto histórico y cultural de la época retratada. En un par de centenares de páginas nos sumergimos en una reconstrucción gráfica detallada de la moda y de las corrientes artísticas de la época en la que se desarrolla la narración. Personalmente, creo que las novelas gráficas son un formato literario ideal para los relatos históricos y biográficos. Además, para un público juvenil, me parece especialmente inspirador conocer las luchas y las dificultades por las que tuvieron que pasar esas mujeres decididas a encontrar su lugar en el mundo y a abrir caminos para todas y todos”, afirma su editora Marta Tutone.

El último título publicado en su colección Bromelia es Con las manos desnudas, un volumen con el que la premiada y reconocida escritora Leïla Slimani y el ilustrador Clément Oubrerie devuelven a la vida a Suzanne Noël, madre de la cirugía estética actual, una mujer pionera, generosa e innovadora que veía en este avance médico una herramienta en la lucha por la emancipación de la mujer, una visión que, para Slimani, quizá explique en parte la poca reivindicación que tiene su nombre pese a que, además de una eminencia en su campo, fue una gran luchadora por los derechos de la mujer: “Ella tenía una visión bastante original de la cirugía estética y su rol social que hoy en día es bastante difícil de entender. Y además no tenía hijos ni herederos para seguir defendiendo su obra”. Para la ganadora del Premio Goncourt 2016, Suzanne Noël es “un modelo a seguir no solo para las niñas de hoy, sino también para los niños, una mujer que demostró que nada es imposible cuando te apasiona y que vale la pena dedicar tu vida a los demás y a las causas nobles”.

También sobre el poder de la determinación va en parte la biografía gráfica que la ilustradora ítalo-tailandesa Elisa Macellari ha creado sobre la artista nipona Yayoi Kusama (1929), que revolucionó el mundo del arte neoyorkino (y mundial) de los años setenta y principios de la década de los setenta para luego caer olvidada tras su encierro voluntario en un Hospital Psiquiátrico en Japón, que no ha abandonado desde 1977 y en cuyas instalaciones nunca ha dejado de crear. A Macellari le fascinó de Kusama “su determinación para seguir el camino del arte toda la vida y también su capacidad de vivir en soledad”. En Kusama: obsesiones, amores y arte se aprecia esa fascinación. También la capacidad de la artista para trasformar sus debilidades en virtudes. “Creo que de Kusama los jóvenes lectores pueden aprender que nuestras fragilidades pueden dar lugar a grandes descubrimientos si las aceptamos con honestidad creativa e intelectual”, afirma.

De la fotógrafa y fotoperiodista estadounidense Lee Miller muchos apenas conocen su radiante belleza, que la llevó a ser una exitosa modelo en el Nueva York de los años ‘20 del pasado siglo. Impactada por los retratos fotográficos que le había hecho Man Ray, la artista italiana Eleonora Antonioni tardó en conocer que ese trabajo de modelo “apenas era una parte infinitesimal” de la carrera y la vida de Miller. De esa visión sesgada quedaba fuera su importante trabajo artístico y periodístico como fotógrafa: discípula del propio Man Ray, artista de la imagen, amiga de Picasso y Cocteau, fotoperiodista para Vogue y Life en muchos de los grandes conflictos del siglo XX... “Sin duda el aspecto que más me cautiva de ella es su capacidad de reinventarse. Incluso cuando podía elegir un camino más fácil, seguía sus instintos y prefería volver a empezar desde cero en otra parte. Hay que tener valor para vivir así, y también mucha inconsciencia”, afirma Antonioni, que narra estas muchas reinvenciones en Lee Miller, cinco retratos, una historia que, espera, ayude a las lectoras y a los lectores, sobre todo a los más jóvenes, a perseguir sus pasiones y sus instintos: “Sería hermoso si las expectativas que la sociedad tiene puestas en nosotros no nos hiciesen desistir del esfuerzo para conseguir nuestros propios objetivos”.

Inspiración, información y buenas preguntas, como afirma Marta Tutone, es lo que dejan todos estos libros para las nuevas generaciones de lectores. “Creo que la clave no está solo en no olvidar a quienes lucharon contra viento y marea para seguir sus pasiones y sus investigaciones en diversos campos. Sus voces y la historia de su silenciamiento son imprescindibles para entender el presente y escoger cómo vivir en él, pero también para atesorar las preguntas que nos lanzan sus historias desde otros tiempos y desde otros lugares”, concluye.

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