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Cómo lidiar y poner límites a unos suegros narcisistas

La complejidad de enfrentarse a una familia política que no acepta a la persona es que esta se expone a las críticas, a la falta de empatía o a la competencia por el afecto. Lo mejor para gestionar estas situaciones es no quedarse impasible y, si es necesario, tomar distancia

El narcisista disfruta saltándose los límites e imponiendo sus normas.
El narcisista disfruta saltándose los límites e imponiendo sus normas.10'000 Hours (Getty Images)

Las dinámicas familiares pueden tornarse complicadas al combinarse enfoques y recorridos de vida distintos. Sin embargo, lidiar con un miembro de la familia cercano como un suegro o suegra narcisista introduce una nueva dimensión de complejidad, y puede resultar agotador y desgastante si no se encara de la forma correcta. “Tener unos buenos suegros reporta mucha tranquilidad, pero nos podemos encontrar con personas que enturbien por completo la familia que hemos formado con su hijo o hija”, asegura Carolina Lozano Fernández, psicóloga experta en terapia familiar. Según explica, esto es debido a que muchas madres y padres narcisistas han sobreprotegido a sus hijos, creándose una dependencia hacia ellos. “En ocasiones, los suegros no facilitaron a sus hijos las habilidades y destrezas necesarias para lograr la autonomía correspondiente que han de tener como niños, adolescentes y como adultos, y lo que sí que les ha generado es una dependencia emocional muy grande e inquebrantable”, añade Lozano.

Saber captar las señales de un suegro o suegra narcisista es relativamente fácil. A pesar de que existen varios tipos de abuso narcisista en los suegros, tal y como se explica en la plataforma Narcissist Abuse Support, dirigida y fundada por la reconocida coach internacional Tracy A. Malone, autora del éxito en ventas Divorciarse de un narcisista ¡no se puede inventar esa mierda! (Narcissist Abuse Support, 2021), existen algunos comportamientos que sobrepasan todos los límites. Es el caso de los suegros dramáticos, que actúan así para llamar la atención, o de los controladores, que opinan sobre todo.

Sin embargo, los signos más comunes para comenzar a detectar este trastorno son algunas actitudes. “Es muy probable que las conversaciones en familia las dirija conscientemente a idolatrarse, a hablar de sus logros y sus grandes capacidades. Buscará de cualquier manera que se le aumente la autoestima, aunque para ello tenga que bajar la del resto”, asegura Marina García, psicóloga y directora del Instituto de Psicología Psicode de Madrid. Para esta experta, una suegra o suegro narcisista hará que la persona afectada sienta desde el principio que no está al nivel de compartir sus genes. “Es posible que, si eres pareja de su hijo, te haga sentir que no eres suficiente, pues considera que tanto ella como sus hijos son especiales y la persona que han elegido, no”, ejemplifica García. “De esa forma, la pareja que llega a una casa donde hay una suegra o suegro narcisista no se siente arropada, ni validada, llegando, incluso, a escuchar comentarios negativos públicamente por su parte”, agrega.

“Además, el narcisista querrá ser el protagonista, no solo de su vida, sino también de la tuya. Querrá dominar e imponer sus reglas en la relación de pareja, querrá ser la madrina o padrino en la boda y vestirse más guapa o guapo que el novio o la novia ese día”, añade Cecilia Martín, psicóloga del Instituto de psicología Psicode. Además, asegura que, si hay hijos de por medio, con mayor razón buscará el protagonismo. “Querrá ser atendida y admirada por todos, ser el abuelo o la abuela favorita, quien dirige todos los eventos y capta la atención de todos los miembros de la familia”, dice Martín, que añade que es difícil poner límites a un suegro así, “porque el narcisista disfruta saltándose los límites e imponiendo sus normas. Preferirá sentirse odiado antes que ser ignorado, y la indiferencia le hará mucho daño porque toca su herida de valía”.

El suegro o suegra narcisista querrá dominar e imponer sus reglas en la relación de pareja.
El suegro o suegra narcisista querrá dominar e imponer sus reglas en la relación de pareja. Maskot (Getty Images)

El psicólogo Jonathan Oliveira especificaba a través de un post en Instagram la complejidad de lidiar con una suegra narcisista y exponía que las críticas, la falta de empatía, la manipulación emocional o la competencia por el afecto crea un efecto constante de malestar en la pareja, sin poder manifestar una opinión honesta al respecto. “Quienes no logren generar límites y lograr gestionar correctamente la situación, corren el riesgo de que termine destruyendo la relación”, sentencia este experto en su cuenta de Instagram, en la que acumula más de 700.000 seguidores.

Para la psicóloga Cecilia Martín se deben tener en cuenta los siguientes puntos para gestionar la situación y mejorar la dinámica familiar:

  1. La comunicación ayuda a clarificar muchas situaciones tensas. Lo primero es ser claro y directo sobre las necesidades. “Para ello, tendrás que reflexionar sobre cuáles son tus límites”, dice Martín.
  2. Intentar mantener la calma ante la falta de empatía y no entrar en conflicto. “Busca los puntos en los que estáis de acuerdo para rebajar la tensión emocional de la conversación”, añade.
  3. “Usar mensajes de Yo” en lugar de “mensajes desde el Tú” para expresar los sentimientos en primera persona (“Me siento mal cuando haces…”) y evitar así que la suegra o suegro se sienta atacado.
  4. Entender que esta situación no se resolverá fácilmente y que requerirá tiempo y paciencia por parte de todos. “Habla con tu pareja sobre tus preocupaciones, pero también trata de escucharle a él y de empatizar con su situación. Él o ella no tiene la culpa de tener una madre o un padre así y le resulta complicado estar siempre entre la espada y la pared”, aconseja la experta.

En cualquier caso, Lozano recomienda como primer paso no quedarse impasible: “No te quedes sin reaccionar. También puedes responder a sus manipulaciones. De esa forma, te sentirás más acorde con tus emociones, y no desembocará en un estado anímico bajo que te lleve a una depresión, ansiedad o estrés”. Y puntualiza: “Puedes decidir si quieres o no participar en las reuniones familiares, estás en todo tu derecho de protegerte no acudiendo. Ya que, si vas a esa reunión, es probable que se entre en conflicto. Tu opinión también cuenta y es respetable, atendiendo de ese modo tus propios derechos asertivos”.

Además, aconseja emplear comunicación asertiva, saber decir no, sin miedo a la repercusión. Lozano incide también en la necesidad de saber tomar decisiones: “Si tras haber tratado de manejar la relación con tu suegra o suegro este insiste en seguir del mismo modo, tomar distancia te ayudará a salvaguardar tu autoestima y seguridad”.

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