Esperanza Amado, enfermera: “La salud mental materna está ensombrecida y desacreditada”

Cuidar a las madres y así cuidarnos todos. Bajo esta premisa, Esperanza Amado (Don Benito, Badajoz, 40 años), enfermera especializada en salud mental y cuidados perinatales y doula —persona que acompaña y apoya a la mujer durante el proceso vital de la maternidad—, trabaja en el Hospital Regional de Málaga. Amado además está vinculada al Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal desde 2012, dirigido por la psiquiatra infantil y perinatal Ibone Olza, en el que ha aprendido mucho: “Sobre todo que cuidando el nacimiento y la crianza de los bebés podemos ayudar a prevenir dolencias mentales en la edad adulta, así como hacer del mundo un lugar más seguro, más amable y menos competitivo”.

En esta institución, ella coordina el foro Mamá Importa desde 2016, una red de madres que a menudo se convierte, según sus palabras, en una tabla de salvación para aquellas mujeres con situaciones especialmente complejas. Este foro, pionero en España, busca dar apoyo a las embarazadas y madres recientes que tengan cualquier tipo de sufrimiento psicológico o trastorno mental que les dificulte o impida disfrutar plenamente de la maternidad. Entender que se dan estas situaciones es fácil si se recurre a un dato de la Organización Mundial de la Salud (OMS): el 25% de las embarazadas experimenta algún tipo de malestar de carácter psíquico.

PREGUNTA. El Día Mundial de la Salud Mental Materna se conmemora el primer miércoles de mayo, este 2023 fue el pasado día 3, aunque la concienciación se alarga una semana del 1 al 7 del mismo mes. ¿Es necesario que exista este día?

RESPUESTA. Sí, porque es un derecho fundamental. Pero, además, es que cuidando la salud mental materna conseguiremos una sociedad mucho más sana en todos los aspectos, no solo a nivel mental, también a nivel orgánico. Está demostrado que en el momento del parto, por el estrés que se sufre, se pueden activar patologías y enfermedades como la hipertensión o la diabetes, que tienen un origen genético y familiar. Es decir, al cuidar a la madre en ese momento no solo se cuida su salud mental, sino su salud en general. Si la madre está bien, ofrecerá mejores cuidados a su bebé y conseguirá un entorno más saludable. En el Instituto de la Salud Mental Perinatal tenemos esa mirada ecosistémica en la que no solamente tratamos de cuidar de la madre, sino de extender ese cuidado a todos los aspectos de la vida, incluida la naturaleza.

P. ¿Está la salud mental materna invisibilizada?

R. La salud mental materna, así como la salud mental en general, no está tan invisibilizada, sino más bien ensombrecida o desacreditada. Digamos que no se permite padecer una patología mental cuando el bebé y la madre han salido vivos del parto. Por ejemplo, cuando una mujer ha experimentado una mala praxis o una mala actuación por parte de los profesionales de la salud no tiene derecho a quejarse. Pero no solamente se tiene que mirar que el bebé y la madre han salido vivos, sino cómo ha sido el trato a ese bebé y a esa madre en un momento tan vulnerable como es el parto. Un parto, incluso en la peor situación posible, puede ser precioso si se está bien acompañado. Todo depende de lo que esté sucediendo alrededor de ese momento.

P. ¿Tener un buen o un mal parto puede influir en los cuidados posteriores que la madre le vaya a dar a su bebé?

R. Sin duda. Es más, va a influir en la manera en la que ese bebé se va a convertir en adulto. Al final se trata de que se produzca cuidado con amor y con humanidad, con respeto y con esa mirada ecosistémica que mencionaba antes. Cuidando el momento del parto estás cuidando todo lo que va a pasar a partir de entonces.

P. ¿Cómo habría que solucionar estos posibles problemas de salud mental en la maternidad?

R. En realidad, hay que seguir haciendo lo que se está haciendo ya. Tomar conciencia de que somos animales mamíferos, que nos necesitamos en grupo y que tenemos que cuidarnos unos a otros. Esa es la manera de que esto vaya a mejor. Me gusta hablar en presente porque significa que ya está teniendo frutos. Y realmente lo siento así. Ya se ha hecho el cambio. Ahora hay que mejorarlo: hacen falta más madres en los comités de expertos, porque aún se escucha poco a las madres, que son las verdaderas expertas en maternidad.

P. En la actualidad solo en algunos hospitales españoles existen programas para la salud mental perinatal. ¿Sería necesario que existiera este servicio en todos los centros?

R. No solo necesario, sino imprescindible. Es fundamental una atención adecuada, entender que la díada madre-bebé es una unidad indivisible: si uno está bien el otro está bien. Hasta que no entiendes esto no hay una mirada perinatal. A los profesionales aún no se nos está enseñando del todo bien en las universidades. Pero también sería necesario tener un lugar de escucha para los profesionales que atienden situaciones límite, porque también eso es cuidar de las madres: cuidar del cuidador.

P. Es coordinadora del foro Mamá importa. ¿En qué consiste?

R. Es una especie de red de madres que exponen su situación para ser apoyadas por otras madres. Quienes utilizan este foro son mujeres con preocupaciones normales, como querer saber si lo están haciendo bien o si sus hijos están sanos. Aunque suelen tener la sensación de crianza en soledad, de no contar con apoyo suficiente, o incluso que se les boicotea su manera de hacer las cosas. Hay momentos en los que te sientes desbordada, porque la maternidad es muy intensa. Criar a un hijo es muy duro y es muy bonito, las dos cosas a la vez. Al criar te das cuenta de lo que realmente eres capaz de hacer. Pero es verdad que pueden aparecen episodios de crisis de ansiedad.

P. ¿Qué es lo que más le llama la atención de lo que lee en el foro?

R. Lo necesitadas que estamos muchas veces de ser escuchadas sin ser juzgadas. Es tan difícil y tan sencillo como eso. Poder expresarte libremente sin que nadie te juzgue o critique. Eso es lo único que necesitamos en muchas ocasiones, que nos validen las dificultades que estamos teniendo. Mucha gente lo único que hace es desahogarse, ser escuchada fuera de su entorno. Las mujeres, las madres, somos muy potentes cuando nos cuidamos entre nosotras.

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