Medidas a tomar en el aula, más allá de la mascarilla, la distancia social y el lavado de manos
Para evitar que haya contagios por coronavirus en los centros escolares, una de las normas es que no se pueden prestar las cosas entre ellos y no se puede compartir material
Más de ocho millones de estudiantes en toda España han vuelto al cole después de seis meses, el goteo de casos de la covid-19 que se han identificado en los últimos días deja claro que una de las claves para que la educación siga funcionando en estos tiempos de pandemia será el control de los contagios. Desde el momento en el que se pone un pie en el colegio empiezan los protocolos. Cada movimiento de los alumnos, además, va acompañado de un ritual de limpieza y desinfección. Para evitar que haya casos, una de las nuevas normas es que no se pueden prestar las cosas entre ellos y no se puede compartir material de ningún tipo. “Este año todo el material escolar se debe quedar en clase para evitar estos olvidos”, afirma un portavoz de la Asociación de Profesores de Madrid.
La vuelta a las clases supone un reto para alumnos, padres y profesores en la nueva rutina impuesta por la covid-19. Además de usar mascarilla y cumplir con los protocolos de higiene y seguridad, los estudiantes deben usar gel hidroalcohólico en todo momento para disponer, así, de una correcta higiene frente al virus, “El gel es la clave si los estudiantes tienen que dejarle un folio a un compañero o se les cae el boli”, afirman desde la asociación.
Está demostrado que el gel constituye una poderosa barrera frente a virus, bacterias y enfermedades y ahora es el mejor amigo de todos los estudiantes. Las manos son el vehículo perfecto para que virus, bacterias y enfermedades viajen de un lugar a otro e infecten a las personas. “Los gérmenes siempre han estado con nosotros, la ciencia nos ha ayudado a prevenirlos para evitar que haya brotes de enfermedades en espacios de mucho tránsito, como es el caso de los centros educativos”, afirma la profesora de secundaria en un colegio público en Madrid, Mari Carmen Collazos.
Se debe evitar al máximo el contacto con superficies funcionales. Para los niños, principalmente en sus primeros años de colegio, es muy difícil no usar las manos para descubrir el mundo y acompañar casi cualquier acción cotidiana, mientras que los adolescentes y jóvenes suelen ser más conscientes del riesgo que conllevan estos gestos. Las barandillas, asientos y mesas son algunas de las superficies que, dependiendo del material del que estén hechas, pueden mantener vivo al coronavirus hasta 72 horas. Se recomienda no tocarlas con las manos para evitar convertirse en portadores silenciosos de la Covid-19, en caso de ser así, se deben desinfectar inmediatamente con gel o lavándose las manos con agua o jabón.
También es importante recordar que se debe evitar intercambiar objetos con compañeros durante las horas lectivas. En la etapa del bachillerato y la universidad lo más habitual es intercambiar apuntes o bolígrafos con los compañeros, un comportamiento que ahora debe evitarse. Para los más pequeños, entre seis y 12 años, el reto es aún mayor: “están habituados a tocarlo todo y, además, compartir todo tipo de materiales con sus amigos de clase”, afirma Virginia García, madre de dos pequeños que acaban de entrar a primaria. En este caso es tarea de padres y profesores educarles sobre las consecuencias perjudiciales de estos comportamientos.
Las relaciones sociales han cambiado, hay un peligro real de contagio al no guardar distancias de seguridad o compartir material. “Lo que nos afecta no es tanto la situación en sí como la manera de vivirlo y los apoyos emocionales que te dan. Es importante una adecuada respuesta emocional por parte de los responsables a cómo están viviendo los pequeños, esta situación”, afirma la directora del centro de psicología y psicoterapia Elijo, Sonia Muñoz. Muñoz explica que hay que crear nuevas formas de canalizar la energía, ahora que la libertad de movimiento se ha visto reducida, como cantar, pintar, gritar o juegos de lanzamiento.
Otro consejo que dan los profesores es que los padres expliquen a sus niños que aunque el contacto con los compañeros constituye uno de los incentivos de asistir a clases y los momentos de juego son fundamentales en su desarrollo social. Teniendo en cuenta el alto índice de contagio que tiene la covid-19, estos comportamientos deben evitarse hasta que pase el peligro de esta enfermedad. “Los niños están tan emocionados de volver al cole que han sido muy responsables con todas las medidas”, afirma Ana González, socia del Afa del colegio Vázquez de Mella en Madrid.
No solo deben tener cuidado con el contacto con los demás, también con llevarse las manos a la cara para ajustar la mascarilla sin antes haberse desinfectado las manos. Existen estudios que confirman que una persona de media se toca la cara unas 2,5 veces por minuto, en los menores aún más, lo que constituye una gran exposición a infectarse por virus y bacterias. Es un acto reflejo e inconsciente por lo que seguramente sea lo más difícil en este periodo de reeducación de la población en general.
Por último, las manos deben estar limpias antes de ingerir cualquier alimento. Esto es una costumbre que cualquier persona tiene interiorizada, puesto que se enseña desde los primeros años de vida, pero, aun así, no se pone en marcha de manera exhaustiva. Se debe tener en cuenta que los comedores y cafeterías de los centros educativos son lugares de mucha afluencia y donde cualquier descuido en la higiene puede hacer que se ingieran microorganismos indeseados. Por eso, antes de llevarse a la boca cualquier alimento los estudiantes deben lavarse.
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