Biden explicará este miércoles desde la Casa Blanca su renuncia a la reelección

En la carta con la que el presidente Joe Biden anunció por sorpresa, el domingo a primera hora de la tarde en su cuenta de X, que renunciaba a la campaña de su reelección, quedó un cabo suelto, coleando en esta frase: “Me dirigiré a la nación esta semana para dar más detalles sobre mi decisión”. Este martes esa incógnita quedó despejada, de nuevo, con un mensaje en X: Biden hablará sobre lo que les “espera” a los estadounidenses y de cómo piensa “terminar el trabajo” este miércoles a las 20.00 (hora de Washington; a las 2.00 en la España peninsular) en un discurso solemne desde el Despacho Oval, escenografía reservada para las ocasiones históricas.

Pese a lo gastado del adjetivo, esta, sin duda, lo es. Durante 24 agónicos días, Biden, de 81 años, se agarró a la idea de continuar su carrera hacia la Casa Blanca, pese a las evidencias de que sus aptitudes físicas y mentales no lo acompañaban, como pareció quedar patente en el debate que lo enfrentó en Atlanta el 27 de junio a su contrincante, el candidato republicano Donald Trump. Biden se empeñó en que era capaz de ganarle en las elecciones de noviembre y, lo más difícil aún, completar un segundo mandato a cuyo término el presidente más longevo de la historia de Estados Unidos hubiera tenido 86 años.

Biden ha pasado los últimos días en el ojo del huracán, aunque alejado del mundo, en su casa de la playa de Rehoboth (Delaware), acompañado por su esposa, Jill, su gran apoyo, y su familia, mientras se recuperaba de una covid que contrajo la semana pasada y que se trató con Paxlovid. Este martes ya ha dado negativo, según ha confirmado su médico y ha divulgado la Casa Blanca.

Biden intervino ayer en el primer acto electoral de Kamala Harris, a quien designó como su sucesora, y que ya se ha asegurado el apoyo del Partido Demócrata para ser la aspirante a la Casa Blanca en noviembre. Fue en Wilmington, en el cuartel general de la campaña de Biden, que pasó automáticamente a ser la de Harris. “Quiero decirle a todo el equipo: abrácenla, [Harris] es la mejor”, dijo el presidente por teléfono a los allí presentes con la voz tomada por la enfermedad. “Sé que la noticia de ayer [por el domingo] fue sorprendente y dura de escuchar, pero era lo que tocaba hacer. Seguimos peleando en esta lucha juntos, no pienso ir a ninguna parte,” añadió. “Todavía tenemos que salvar esta democracia, y Trump sigue siendo un peligro para la nación... Así que espero que le den cada pedacito de su corazón y de su alma que me han dado a mí, a Kamala. También quiero que sepan que aunque no estaré en la papeleta, seguiré plenamente comprometido [con la campaña]”.

Biden llegó a la Casa Blanca a eso de las tres de la tarde del martes. Media hora antes, el avión presidencial Air Force One había aterrizado en la base conjunta Andrews. A las preguntas de los reporteros sobre qué cabía esperar de su comparecencia, respondió: “Estad atentos. ¿Por qué no esperáis a ver lo que tengo que decir?”.

La visita de Netanyahu

Otra de las actividades previstas para esta semana convulsa es una reunión con el primer ministro israelí, de visita en Washington. Benjamín Netanyahu hablará en una sesión conjunta en el Capitolio el miércoles, la cuarta vez que interviene en la cámara estadounidense. Al día siguiente, se reunirá con Biden. Netanyahu tiene también cerrado un encuentro con Harris, pero separado de la cita con el presidente.

Desde el debate de Atlanta, las presiones para que Biden abandonara la carrera fueron in crescendo, en público y en privado, por parte de donantes, estrategas, analistas, votantes preguntados por los encuestadores, medios de comunicación, senadores, congresistas y sus líderes en ambas Cámaras, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, así como de figuras tutelares del Partido Demócrata como Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, o Barack Obama, para quien Biden ejerció de vicepresidente.

En la carta remitida el domingo a sus “compatriotas”, el presidente estadounidense escribió: “Mi intención era buscar la reelección, pero creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y que me centre únicamente en cumplir mis deberes en el cargo durante el resto de mi mandato”. Tan solo dos días antes, Biden había advertido de su intención de regresar esta semana a la campaña. Qué le hizo cambiar de idea es la gran pregunta por responder sobre una decisión que ha puesto patas arriba las elecciones más impredecibles en la memoria reciente y ha empujado al país hacia territorios inexplorados. En su discurso de este miércoles desde el Despacho Oval, tal vez Biden ofrezca una resolución a ese enigma.

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