Biden gana las primarias demócratas de New Hampshire pese a no figurar en las papeletas
Los votos al presidente tenían que escribirse a mano, lo que ha complicado el escrutinio
Los inquilinos de la Casa Blanca tienen una ventaja enorme sobre el resto de candidatos a la hora de ganar las primarias. Incluso Joe Biden, uno de los presidentes con una popularidad más baja, ha ganado sin problemas este martes en New Hampshire, donde quedó quinto en 2020. Lo ha hecho, además, sin bajarse del autobús: sin participar en un solo acto de campaña y sin aparecer siquiera en las papeletas. Las proyecciones de los medios estadounidenses le han proclamado ganador nada más cerrarse las últimas urnas, aunque el escrutinio todavía tenía mucho recorrido por delante. Finalmente, Biden ha ganado con un 63,9% de los votos, frente al 19,6% del congresista Dean Philips y el 4% de la escritora de libros de autoayuda Marianne Williamson.
Biden no está inhabilitado ni se ha cuestionado su elegibilidad, como ha ocurrido con Donald Trump en Colorado y Maine por su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. El presidente simplemente dejó pasar los plazos para inscribirse como consecuencia de una pugna del Partido Demócrata para que la votación de Nuevo Hampshire se retrasara en el calendario de las primarias.
Pese a no figurar en las papeletas, los ciudadanos podían votarle escribiendo su nombre en la casilla en blanco que se reservaba para ello. Biden no ha hecho campaña en el Estado, pero sus aliados sí han llevado a cabo un esfuerzo para que los votantes tuviesen claro cómo hacerlo. El escrutinio de las primarias demócratas se complica algo con ese tipo de votación, pues las máquinas no detectan el nombre, solo que el voto va a un candidato escrito a mano y hay que procesarlas una a una.
“Estoy aquí para mostrar mi apoyo a Joe Biden y animar a mis amigos y vecinos a que le voten”, decía este martes Colin Van Ostern, ejecutivo tecnológico de 44 años y destacado militante demócrata, a las puertas de un colegio electoral en Concord, la capital del Estado. “No está en la papeleta por una disputa política dentro del partido, pero no voy a dejar que los burócratas del partido decidan a quién voto, si voy a votar por él o no. Joe Biden es la única persona que ha vencido a Donald Trump y lo hará de nuevo”, añadía.
Mientras Donald Trump y Nikki Haley acudían a colegios electorales de New Hampshire y celebraban allí sus fiestas de seguimiento del resultado electoral, Biden ha dado un mitin este martes en Manassas (Virginia) con el derecho al aborto como tema central. Los demócratas consideran que el aborto es uno de los asuntos que más movilizan a sus votantes. El acto se ha visto interrumpido por las protestas de activistas propalestinos que reprochan a Biden su apoyo a Israel en la guerra de Gaza. Es una presencia que le persigue en cada acto de campaña y un asunto que amenaza su reelección.
En 2020, Biden logró la nominación demócrata pese a quedar quinto en New Hampshire con solo un 8,4% de los votos. Luego, ya como presidente, Biden impulsó en el Partido Demócrata el año pasado un cambio de calendario de las primarias. Instó al Comité Nacional Demócrata a cambiar el orden, quitando el pistoletazo de salida a los caucus de Iowa (un Estado blanco, conservador y religioso) para dárselo a las primarias de Carolina del Sur. El objetivo era otorgar más poder a los votantes negros y de otras minorías, cruciales para la base del partido.
En febrero, el Partido Demócrata aprobó un nuevo calendario que comenzaba con las primarias de Carolina del Sur el 3 de febrero, seguidas tres días después por las de New Hampshire y Nevada. Iowa aceptó disciplinadamente que no hubiera votaciones en los caucus demócratas de la semana pasada, pero New Hampshire se rebeló. La ley estatal otorga al secretario de Estado, el republicano David Scanlan, la autoridad exclusiva para elegir la fecha de las primarias de 2024. Como viene ocurriendo desde hace 40 años, las fijó para el martes de la semana siguiente a los caucus de Iowa. El consiguiente rifirrafe ha dejado a Biden fuera de las papeletas y ha hecho que el ganador no logre delegados para la convención que designa al presidente.
En la papeleta demócrata aparecían 21 nombres, incluido un presidente, pero no de cargo, sino de nombre propio: President R. Boddie. También se presentaba Vermin Supreme, un excéntrico activista conocido por llevar una bota de goma en la cabeza como sombrero. De todos ellos, los únicos con algo de peso político eran el congresista Dean Phillips y la escritora de libros de autoayuda Marianne Williamson, que ya lo intentó en 2020, pero se retiró antes de empezar las votaciones.
La participación en las primarias demócratas ha sido mucho más baja que en las republicanas, principalmente porque no se percibían como competitivas. La victoria de Biden se daba por segura, incluso sin aparecer su nombre en las papeletas. El congresista Dean Phillips ha ido atrayendo algo más de público a sus actos, pero seguían siendo muy minoritarios.
El cierre de campaña se ha visto marcado por llamadas falsas en que una voz aparentemente generada con inteligencia artificial suplantaba a Joe Biden y desanimaba ir a votar ahora y pedía reservar la participación para las presidenciales de noviembre. La oficina del fiscal general de New Hampshire anunció este lunes la apertura de una investigación. Ese tipo de deepfakes amenazan con convertirse en un problema en futuras elecciones.
“Estos mensajes parecen ser un intento ilegal de perturbar las elecciones primarias presidenciales de New Hampshire y suprimir votantes”, decía la Fiscalía en un comunicado. “Los votantes de New Hampshire deben ignorar por completo el contenido de este mensaje. Votar en las elecciones primarias presidenciales de New Hampshire no impide que un votante vote además en las elecciones generales de noviembre”, añadía. Los ciudadanos han acudido a las urnas y han votado por Biden.
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