La ola roja que no llegó y otras claves de las elecciones legislativas de EE UU
El aborto se cuela entre los temas prioritarios de los comicios en cinco Estados que votan por proteger los derechos de las mujeres
Los demócratas y los republicanos han vuelto a medir sus fuerzas en las elecciones de medio mandato. Los estadounidenses han acudido a las urnas para renovar los 435 asientos de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 senadores. Tradicionalmente, estos comicios miden el desgaste del inquilino de la Casa Blanca tras dos años de mandato, en este caso del demócrata Joe Biden. En 1994, Bill Clinton perdió 54 congresistas; en 2010, Barack Obama vio cómo pasaban a manos republicanas 63 asientos. Al otro bando le ha ocurrido igual. Los republicanos perdieron 40 asientos en 2018, cuando la Administración de Donald Trump cumplía dos años. Este martes, sin embargo, Biden, con una baja aprobación, parece haber contenido la ola roja que se predecía que iba a barrer el escenario político. Los republicanos ganan terreno a los demócratas en el Congreso, pero no tanto como se pensaba, y con una dura batalla de por medio. Los conservadores, con el escrutinio aún abierto, se han colocado en buena posición para controlar la Cámara de Representantes, pero la lucha por el Senado es ajustada y es posible que el reparto final dependa de una segunda vuelta en el caso de algún escaño.
En la descarnada batalla política entre demócratas y republicanos, los derechos reproductivos de las mujeres han ocupado un espacio central tras la derogación en junio pasado por parte del Tribunal Supremo del antecedente de Roe contra Wade, que permitía la interrupción legal del embarazo. Los demócratas movilizaron a muchos electores en torno a este asunto, que también estuvo presente en las papeletas en cinco Estados. Estas son algunas claves de la jornada electoral en EE UU [cuyos resultados puede seguir aquí en directo].
Cámara de Representantes
Con el escrutinio en marcha, los republicanos ya han arrebatado a sus contrincantes siete asientos en la Cámara baja, controlada por los demócratas desde las elecciones de medio mandato de 2018. La cifra mágica de la mayoría son 218 escaños. Ambos partidos, a primera hora de este miércoles (hora de la España peninsular), estaban aún lejos de este número. Aun así, el congresista republicano Kevin McCarthy, quien se convertiría en el líder de la mayoría si los conservadores triunfan, mostró un enorme optimismo. “Cuando se despierten mañana, seremos mayoría y [la presidenta demócrata de la Cámara de Representes] Nancy Pelosi será historia”, señaló McCarthy a sus seguidores en Bakersfield (California). Su alegría se debía a un puñado de escaños, entre ellos, en un distrito de Nueva York que los republicanos conquistaron anoche y que Biden ganó hace dos años por 17 puntos de diferencia. También se hicieron con cuatro distritos en Florida, y el político prometió barrer en Iowa. “Son ganancias históricas... estamos expandiendo este partido”, subrayó. Lindsey Graham, de Carolina del Sur, uno de los republicanos más importantes en el Senado, fue menos exultante: “Definitivamente no hubo una ola republicana, eso es seguro”, admitió ante las cámaras de NBC. Los demócratas resistieron el embate en lugares donde se pensaba que iban a ser barridos, especialmente en Ohio, Carolina del Norte y el sur de Texas. “La ola roja no sucedió. Los republicanos y los independientes se quedaron en casa. No se quejen de los resultados si no hacen su parte”, escribió en Twitter Mayra Flores, una republicana de Texas que buscaba volver a Washington y fracasó en el intento.
El Senado
La configuración de la Cámara alta se juega en una decena de contiendas. De ellas depende que se quiebre la actual igualdad de 50 senadores demócratas y otros tantos republicanos, con el voto de desempate en manos de la vicepresidenta, Kamala Harris. Los demócratas han celebrado la victoria en unas de las batallas más importantes, en Pensilvania, donde John Fetterman se impuso a Mehmet Oz para un escaño que estaba en manos de los republicanos. Fetterman se recupera de un reciente ictus y ha ganado una cerrada contienda por 200.000 votos (con el 91% escrutado). La composición del Senado está a la espera del conteo en Nevada, Arizona y Georgia, tres puestos que pertenecían a los demócratas. Les basta con conservar dos de ellos, pero habrá que esperar. Van por delante en Arizona, aunque el escrutinio allí es lento, y posiblemente polémico. En Nevada, Catherine Cortez Masto, la única senadora latina en Washington, ha advertido de que los resultados pueden tardar en conocerse “varios días”. En Georgia, la carrera también es muy ajustada: el demócrata Raphael Warnock va en cabeza frente a Herschel Walker por solo 31.000 votos (con más del 95% escrutado), pero aún no ha superado el 50% de votos que se exige en ese Estado para evitar una segunda vuelta dentro de un mes.
Aborto
Estas son las primeras elecciones federales desde la derogación del emblemático fallo de Roe contra Wade por parte del Supremo. La decisión de anular la protección legal para la interrupción del embarazo de la mayoría conservadora del tribunal movilizó a decenas de miles de votantes en todo el país. En algunos Estados ha sido un tema de peso, como en Míchigan, donde la gobernadora Gretchen Whitmer buscaba la reelección, con la defensa del derecho al aborto entre sus prioridades. Los votantes la han apoyado y mantendrá el cargo. Además, el Estado de Vermont se ha convertido en el primero que protege la interrupción del embarazo en su Constitución; los votantes aprobaron una propuesta legislativa para evitar la prohibición que un eventual Congreso en manos de los republicanos pretendería imponer a nivel nacional. Otros dos votaron resoluciones similares: California y Míchigan. Y dos más, Montana y Kentucky, de corte conservador, evitaron en las urnas que se instalara una prohibición total a la interrupción del embarazo que era apoyada por los republicanos locales. Esto significa que cinco de cinco Estados han protegido los derechos de las mujeres en la noche electoral.
Los negacionistas
Aunque los demócratas están obteniendo mejores resultados de lo esperado, candidatos republicanos que aún cuestionan la victoria de Biden frente a Trump hace dos años, también han conseguido victorias importantes. Según un recuento de The Washington Post, unos 150 aspirantes negacionistas habían triunfado hasta la medianoche (hora local). La mayoría de ellos estarán en la Cámara de Representantes, epicentro del asalto de una turba trumpista el 6 de enero de 2021. Entre quienes reniegan de los resultados que llevaron a Biden al poder se encuentran el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien sale reforzado tras una robusta victoria; el senador Rand Paul, de Kentucky, y Greg Pence, por Indiana, hermano del vicepresidente de Trump, Mike Pence. Otros candidatos que han servido de altavoz a los bulos electorales o teorías de la conspiración han perdido, entre ellos, Doug Mastriano, quien buscaba ser gobernador de Pensilvania, y Kari Lake, una expresentadora de televisión de Arizona que fue apoyada por Trump.
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