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Los demócratas ven a su alcance poner fin al dominio republicano en el Senado

Gane quien gane la Casa Blanca, el partido que controle el Capitolio será el que tenga la llave para cualquier política ambiciosa

Pablo Ximénez de Sandoval
Vista del Capitolio en Washington, este lunes.
Vista del Capitolio en Washington, este lunes.Susan Walsh (AP)

Que el presidente de Estados Unidos es la persona más poderosa del mundo tiene poca discusión. Si es la persona más poderosa de Washington DC, ya es otro tema. Los seis años de Mitch McConnell como líder de la mayoría republicana en el Senado han demostrado que cualquier decisión de cierta trascendencia tiene que pasar por el aro de su aprobación, sea quien sea el presidente. El rechazo republicano a Barack Obama y a la reforma sanitaria entregó a los republicanos el control de la Cámara de Representantes en 2010 y el del Senado en 2014, marcando de facto el fin de la presidencia de Obama. Con Donald Trump, las cosas parecen ir más rápido.

Una hipermovilización contra el republicano devolvió la Cámara a los demócratas en 2018. No hay señales de que la tendencia se haya desacelerado lo más mínimo. El control del Senado está a tiro este martes. Si se quiere tener el poder en Washington, es tan importante como ganar la presidencia. Cualquier esperanza de colaboración bipartita ha saltado por los aires.

Este martes se votan 35 escaños de los 100 del Senado y todos los 435 escaños de la Cámara de Representantes. La mayoría demócrata en la Cámara baja no está en peligro. Pero en el Senado los republicanos están a la defensiva. Hay 23 escaños republicanos en juego, por solo 12 demócratas. Los análisis consideran que entre 6 y 14 escaños son verdaderamente competitivos. Se da por seguro que los demócratas ganarán al menos dos y perderán uno. Necesitan una ganancia neta de cuatro para alcanzar la mayoría (51-49) o tres, si Joe Biden llega a la presidencia (Kamala Harris, como vicepresidenta, sería la presidenta del Senado, que puede deshacer los empates).

La ofensiva es total. Al menos dos candidatos demócratas han batido el récord histórico de recaudación para un candidato al Senado. Quizá no se sepa quién va a ser la persona más poderosa del mundo en la noche del martes. Pero estas son las elecciones a las que hay que estar atento para saber quién va a tener las llaves del Capitolio, sea quien sea el presidente.

- Escaños republicanos con altas probabilidades de cambiar:

Colorado

El republicano Cory Gardner ganó el escaño por Colorado en 2014. El gobernador de entonces, John Hickenlooper, tras una brevísima aparición en las primarias demócratas a presidente, se presenta contra él. La principal debilidad de Gardner es haberse convertido en un subalterno de Trump. En Colorado desempeñan además un papel los incendios récord del Estado, que ha contemplado un nivel de destrucción que antes solo se veía en California, mientras el presidente decía que el problema era la gestión de los bosques. Las encuestas le dan a Hickenlooper entre 8 y 9 puntos de ventaja.

Arizona

El astronauta Mark Kelly, marido de la excongresista Gabby Giffords (que fue tiroteada en 2011), se dispone a arrebatarle el escaño a la republicana Martha McSally. La senadora fue nombrada a dedo por el gobernador republicano como sustituta del fallecido John McCain, a pesar de haber perdido una elección para ese puesto solo un año antes. La media de las encuestas a favor de Kelly es de 5,8 puntos. Arizona, un Estado tradicionalmente republicano, podría tener dos senadores demócratas. La elección presidencial y la del Senado se retroalimentan allí y la participación de latinos, jóvenes urbanos y republicanos desencantados no solo puede dar a Kelly el escaño, sino que puede dar la presidencia a Biden si la aritmética empata en los Estados del Este.

- Escaños demócratas con altas probabilidades de cambiar

Alabama

Parece inevitable que el republicano Tommy Tuberville le quite el escaño al demócrata Doug Jones en Alabama. Tiene una ventaja de entre 11 y 12 puntos en los sondeos. Alabama es un estado profundamente conservador.

- Escaños en el aire a los que aspiran los demócratas

Maine

El escaño de Susan Collins está en serio peligro. La moderación que ha permitido a la senadora Collins mantener su escaño ha saltado por los aires en la presidencia de Trump, en la que cada voto a favor del presidente, a pesar de sus reiteradas críticas de conciencia, han ido erosionando su imagen bipartita. La candidata demócrata, Sara Gideon, muy popular como presidenta del legislativo estatal, tiene una ventaja de entre 4 y 6 puntos.

Carolina del Sur

Uno de los senadores republicanos más conocidos, Lindsey Graham, se enfrenta a la reelección más dura de su carrera. Después de meses despellejando a Trump por los platós de televisión, Graham se ha convertido en la muleta del presidente en el Senado. Como presidente del Comité de Justicia, es el rostro de la confirmación exprés de Amy Coney Barrett para el Tribunal Supremo. Su contrincante es un hombre negro, Jaime Harrison, que se presenta con un discurso moderado y sin posiciones demasiado contundentes sobre nada, intentando navegar un electorado mayoritariamente conservador pero que parece con ganas de echar a Graham. Es una carrera impredecible, con encuestas empatadas y otras a favor de Graham por seis puntos. A mediados de octubre, Harrison había recaudado 57 millones de dólares de todo el país, el récord absoluto para un candidato al Senado.

Carolina del Norte

Un estado sureño donde todas las encuestas parecen favorecer a los demócratas en este martes, pero con dos candidatos fallidos. El senador republicano Thom Tillis es uno de los trumpistas que se infectaron de coronavirus. El candidato demócrata, Cal Cunningham, iba lanzado a quitarle el escaño cuando surgió un embarazoso lío sexual que ha dañado su imagen. La ventaja media de Cunningham es de 2,5 puntos, pero ya nadie se atreve a pronosticar su victoria.

Georgia

Una de las carreras más interesantes de este ciclo en otro Estado tradicionalmente conservador del cinturón de la Biblia sureño. El demócrata Jon Ossoff, un experiodista de 33 años, se presenta contra el republicano David Perdue. Ha recaudado más de 20 millones de dólares. Un par de intervenciones de Ossoff en el último debate se hicieron tan virales que Perdue decidió cancelar el segundo debate. Particularmente, una en que le acusaba de antisemita por haber aumentado el tamaño de la nariz de Ossoff en un anuncio, como para recordarle a todo el mundo que es judío. Perdue es además uno de los senadores acusados de haber vendido acciones tras recibir un briefing sobre la pandemia en febrero, mientras en público el presidente decía que no pasaba nada. Las encuestas dan una ventaja mínima a Ossoff, pero Biden parece estar fuerte en Georgia y puede tirar de él.

Montana

El gobernador demócrata Steve Bullock trata de ganarle el escaño al actual senador republicano, Steve Daines. Es difícil: las encuestas no se ponen de acuerdo en quién va por delante en un Estado de apenas un millón de habitantes muy dispersos y rurales. En 2016, Trump ganó la presidencia por 20 puntos, a la vez que Bullock ganaba como gobernador demócrata.

Hay otros escaños que podrían cambiar de republicanos a demócratas pero en los que nadie tiene mucha confianza. Solo una marea azul y una victoria aplastante de Joe Biden explicaría que cambiaran de manos. En cualquier caso, merece la pena estar atentos aunque sea para adivinar tendencias en la noche electoral. Son los escaños de Iowa, Michigan, Texas y el segundo de Georgia.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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