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Un bombardeo ruso causa siete muertos en Kiev mientras Trump negocia su plan de paz con Zelenski y Putin

Los enviados del Kremlin y de Ucrania abordan por separado con Washington el documento con el que presidente de EE UU quiere poner fin a la guerra

Los bomberos apagan el incendio tras el impacto de un dron ruso contra un edificio residencial en Kiev, este martes.Foto: Efrem Lukatsky (AP/LaPresse) | Vídeo: EPV
Cristian Segura

Mientras Rusia y Estados Unidos negocian en Abu Dabi el plan de paz de Donald Trump, un bombardeo ruso ha dejado este martes un nuevo reguero de muerte en Kiev. Los misiles y drones del invasor han causado, de madrugada, siete muertos y una veintena de heridos.

El ataque tenía, de nuevo, a la red eléctrica y de agua de la capital como principales objetivos. El invasor ha utilizado más de 460 drones bomba de largo alcance Shahed y 22 misiles balísticos y de crucero. Las víctimas mortales se han producido en dos distritos de Kiev, en zonas residenciales e industriales.

El de este martes es otro ataque más de la actual campaña rusa de destrucción del sistema energético de Ucrania. Los ciudadanos de Kiev viven desde hace un mes con cortes de luz de más de 12 horas al día, y con interrupciones en el sistema de calefacción y de agua. La diferencia es que este bombardeo ha ocurrido mientras delegaciones del Kremlin y de Washington negocian desde este lunes en Abu Dabi el contenido del llamado “plan de paz” que el presidente estadounidense quiere consensuar con los dos bandos de la guerra.

“El principal objetivo [del enemigo] ha sido el sistema energético y todo aquello que garantiza una vida normal”, ha escrito el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en sus redes sociales. El mandatario ha enfatizado, sin mencionar a Trump, que las negociaciones para terminar la guerra deben llevarse a cabo en equipo, entre los aliados occidentales, y no de forma bilateral: “La clave ahora es que todos los socios se muevan juntos en la diplomacia, con esfuerzos unidos, para que así funcione la presión sobre Rusia”.

Reunión Trump-Zelenski

Las palabras de Zelenski también piden corregir el desaguisado que ha causado el plan de paz de Trump, que fue elaborado a finales de octubre entre dos hombres de confianza del estadounidense y del ruso, Steve Witkoff y Kirill Dmitriev, respectivamente. El resultado fue un texto de 28 puntos que suponía una humillación para Ucrania porque contemplaba prácticamente todas las exigencias del Kremlin.

Los equipos de Trump y Zelenski se reunieron el pasado fin de semana en Ginebra (Suiza) para revisar el documento. Las negociaciones permitieron aplazar la decisión sobre los puntos más controvertidos hasta una próxima entrevista entre los dos presidentes. Rustem Umerov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, ha informado este martes de que trabajan para que la cita entre ambos mandatarios sea este noviembre en Washington.

Andrii Yermak, la mano derecha de Zelenski, ha detallado al medio Axios que la entrevista entre los dos mandatarios se celebrará posiblemente en las fechas justo inmediatas o posteriores al día de Acción de Gracias, que se celebra este jueves. Yermak ha calificado la propuesta inicial de 28 puntos como “inaceptable”. “Pero ya es agua pasada”, ha añadido el jefe de la oficina presidencial ucrania.

Ucrania y Estados Unidos están puliendo los detalles de la propuesta de paz, pero tanto Umerov como otros representantes del círculo de confianza de Zelenski afirman que el documento cumple ahora con los intereses ucranios. “Hemos conseguido un entendimiento en los asuntos centrales”, ha escrito Umerov. Karoline Leavitt, la portavoz de la Casa Blanca, ha afirmado este martes que su Gobierno ha hecho “enormes progresos para un acuerdo de paz que lleve a la mesa de negociación a Ucrania y Rusia”. Leavitt ha señalado que hay “algunos detalles delicados” todavía por solucionar.

La parte estadounidense está evaluando este martes en Abu Dabi el contenido del plan modificado con una delegación rusa. Al frente de los emisarios de Trump está el secretario del Ejército estadounidense, Dan Driscoll. Fue precisamente él quien entregó oficialmente el 20 de noviembre en Kiev el polémico plan a Zelenski.

Un día antes, el 19 de noviembre, un bombardeo masivo ruso sobre las provincias occidentales de Ucrania había causado 35 muertos en la ciudad de Ternópil. Antes de este martes, el último ataque sobre Kiev con múltiples víctimas se produjo el 14 de noviembre, cuando Rusia mató a siete civiles.

Una diferencia de la ofensiva de la madrugada del martes respecto a las dos anteriores es que Rusia ha actuado con dos fases de ataques con misiles. Su táctica habitual es, primero, llegar a la zona del objetivo con oleadas de drones Shahed, saturando así las defensas antiaéreas. La última fase es el disparo de misiles.

En esta ocasión, sin embargo, se ha producido una primera fase en la que han coincidido sobre Kiev misiles de crucero y balísticos. Luego han aparecido los enjambres de Shahed. Y ya a primera hora de la mañana, Rusia ha cerrado su concierto de destrucción con un nuevo lanzamiento de misiles de crucero y balísticos.

Las Fuerzas Armadas Ucranias también asestaron un golpe en la madrugada de este martes disparando algunas de las mejores armas de su arsenal producido en Ucrania, drones a reacción Bar y el misil de crucero Neptun, contra una base de reparación de aviones militares y una fábrica de drones en la ciudad de Taganrog, en el sur de Rusia.

Escepticismo ruso

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha afirmado este martes que Moscú está esperando la versión definitiva de la propuesta que supuestamente han consensuado Washington, Ucrania y sus aliados europeos. Lavrov ha admitido que las modificaciones en el documento, según las informaciones recogidas en los medios de comunicación, “supondrían una situación totalmente diferente”. “Pero repito, nadie nos ha transmitido nada a nivel oficial”, ha apostillado el jefe de la diplomacia rusa.

Lavrov ha dicho que buena parte del contenido del documento inicial de 28 puntos era cercano a las tesis que consensuaron Putin y Trump el pasado agosto en la cumbre de Alaska. “Desde entonces se ha producido una pausa [en las negociaciones] y ahora nos encontramos con este documento. Hay que clarificarlo”, ha añadido Lavrov. Para Rusia es condición imprescindible, antes incluso de aceptar un alto el fuego, que Ucrania renuncie a la soberanía de los territorios ocupados, sobre todo la región de Donbás y Crimea, y que renuncie a formar parte de la OTAN.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa y en 2025, el premio internacional de periodismo Julio Anguita Parrado.
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