Giménez salta por encima del Inter para darle la victoria al Atlético en la última jugada
Un gol del charrúa acaba con el subcampeón de Europa y con la mala racha de los rojiblancos en los saques de esquina


Llevaba el Atlético más de 50 saques de esquina en lo que va de curso sin encontrar el gol. Y lo peor, los caramelos que suelen poner Baena y Julián Alvarez no encontraban ni rematador. Anoche, por fin, Giménez acertó a martillear el ejecutado por Griezmann en el tiempo de prolongación cuando el empate a uno parecía definitivo. Empujó el Atlético, tras haberse replegado en exceso y encajar el tanto de Barella, y encontró un triunfo que le permite mantener su aspiración de acabar entre los ocho primeros.
Tenía claro Simeone que el Inter le iba a exigir un partido de piernas y pulmones. No tenía al lesionado Llorente y en el banquillo se quedó Nico González, afectado por una indisposición en la previa. Las elecciones del Cholo fueron Cardoso, que no jugaba desde el primer partido de Liga, y Gallagher, que siempre le viene bien para la zapa, el empuje y por si caza algún remate cuando se asoma por el área. Y Giuliano jugó pese a las reservas que tenían los servicios médicos por el temor a una rotura que le mandara dos meses a la enfermería. Las bajas, la entidad del rival y la necesidad de ganar primaron sobre las precauciones.
Salió armado el Atlético para ese partido intrépido que presuponía su entrenador. No defraudó el Inter, que emergió chisposo y con alto voltaje para ocupar el campo contrario. En menos de dos minutos, Dimarco midió el cuajo de Musso, debutante en la Champions como rojiblanco. Primero con un libre directo que manoteó el meta argentino. Después con un disparo cruzado que se marchó por un par de palmos. Había salido el Inter con la intención de hacerse respetar. Vigente subcampeón, amenazó en esos primeros minutos con la capacidad de Lautaro para combinar por la frontal del área, acompañado por Bonny, que desplazó a Thuram de la titularidad.
Si el Inter apostaba por el dominio desde la pelota y la acampada en campo ajeno, el Atlético tenía en la cabeza correr a pista libre. Nahuel Molina, que en ataque abandonaba su posición de falso central para echarse al monte a la carrera, puso una rosca afilada a la que le faltó media bota a Julián Alvarez para engancharla. Fue el propio Molina, con una anticipación, el que encendió la moto de Giuliano. El centro de este lo despejó Carlos Augusto contra el costado de Baena. La pelota se quedó muerta y franca para que Julián Alvarez la remachara. El tanto tardó tres minutos en validarse porque el colegiado acudió al VAR por posibles manos de Baena.
No mutó en exceso el paisaje con el tanto del Atlético. El Inter siguió ejerciendo el gobierno del juego. Sin peligro, pero amenazante. Sobre todo por la facilidad con la que Dimarco podía progresar por su flanco hasta el último tercio del campo. Era una señal de que el Atlético se encomendó al repliegue. Ahí echó de menos el temple de Koke. Cardoso no es un cinco posicional ni tampoco pasa más allá del aseo a la hora de iniciar jugadas. La terna de centrocampistas del Inter, Barella, Çalhanoglou y Zielinski también se impuso a Barrios y a Gallagher. El Atlético se fue al descanso con superioridad en el marcador, pero inferioridad en el juego.La sensación de que el Atlético buscaba defender la renta en su área y vivir de la contra se acrecentó en la reanudación. Le acongojó el globo que Barella estampó en el larguero tras un excelso control. Y también el mano a mano que Musso ganó a Dimarco después de que Lautaro mediapunteara para deslizar a la espalda de Nahuel un pase dañino. Imponía su jerarquía de gran equipo el Inter. Se intuía el empate y este llegó tras una preciosa pared entre Bonny y Barella. El internacional italiano ejecutó a Musso con un toque de interior cruzado y raso. El Atlético había pagado su renuncia a pelear el partido más lejos de su área.
Simeone rectificó esa tendencia con la entrada de Koke, Nico González y Pubill. Las permutas envalentonaron al equipo, potenciado después con la entrada de Griezmann y Sorloth. El noruego y Giuliano rozaron el gol con sendas voleas en el área. Y Sommer tapó un disparo a bocajarro de Griezmann. Era un Atlético más ambicioso dispuesto a buscar un partido que el Inter ya no manejaba. Y lo encontró con ese cabezazo letal de Giménez.
| Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
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10
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10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
|
11
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9 | 5 | 3 | 0 | 2 |
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12
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9 | 5 | 3 | 0 | 2 |
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13
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9 | 5 | 3 | 0 | 2 |
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14
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9 | 5 | 3 | 0 | 2 |
| Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
|---|---|---|---|---|---|
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2
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12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
|
3
|
12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
|
4
|
12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
|
5
|
12 | 5 | 4 | 0 | 1 |
|
6
|
10 | 5 | 3 | 1 | 1 |
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