Ir al contenido
_
_
_
_

Un bombardeo ruso causa al menos 25 muertos en Ucrania mientras Washington negocia con Moscú una salida a la guerra

La tragedia coincide con la petición de Zelenski de que se establezcan nuevos contactos con Rusia para acordar un alto el fuego

Cadáveres en bolsas de plástico yacen frente a un edificio residencial dañado tras el ataque ruso contra Ternópil (Ucrania), este miércoles 19 de noviembre.Foto: Vlad Kravchuk (AP) | Vídeo: EPV

Un bombardeo ruso ha causado este miércoles al menos 25 muertos y más de 60 heridos en Ternópil, ciudad del oeste de Ucrania, mientras Washington y Moscú tejen entre bambalinas un acuerdo a dos bandas para poner fin a la guerra que forzaría a Kiev a otorgar enormes concesiones. El país ocupado insiste igualmente en reactivar el diálogo con el enemigo, también porque teme quedarse relegada de las decisiones sobre su futuro. Este miércoles llegó a Ucrania una delegación militar estadounidense que tiene como misión, precisamente, tratar de reactivar las negociaciones.

El acuerdo entre Moscú y Washington del que informaron primero este miércoles los portales de noticias Politico y Axios, parece a punto de caramelo. Es posible que esté listo ya para su aprobación y puesta en marcha para finales de este mes, o incluso de esta misma semana, según Político. El problema: no ha contado con aportaciones de Ucrania ni de los europeos, a los que se les presentaría el plan como un hecho consumado para reclamar su visto bueno.

El plan, inspirado en contenido y en modo de negociarse en el que Estados Unidos propuso para Gaza, estaría muy detallado. Según Axios, cuenta con 28 puntos, y un alto cargo ruso le ha declarado su optimismo. “No está claro aún cómo reaccionarán al plan los ucranios y sus respaldos europeos”, apunta la información del medio digital. Las negociaciones sobre el proyecto de paz han estado encabezadas por el enviado estadounidense, Steve Witkoff, y el representante ruso Kiril Dimitriev, hombre de confianza de Vladimir Putin. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, ha dicho que Moscú “está preparada para las negociaciones con Ucrania” y que la pausa en los diálogos es culpa “del régimen de Kiev”, informa Javier G. Cuesta desde Moscú.

La propuesta estaría dividida en cuatro grandes áreas: paz en Ucrania, garantías de seguridad, seguridad en Europa y futuras relaciones de Estados Unidos con Rusia y Ucrania. No está claro cómo se abordaría lo que hasta ahora ha sido el gran escollo para iniciar negociaciones: la cuestión del control territorial en Ucrania oriental, donde Rusia ocupa buena parte del suelo en las provincias de Lugansk y Donetsk, pero todavía menos que el terreno que exige para aceptar un alto el fuego.

Al parecer, Kiev tendría que aceptar una serie de condiciones que equivalen en la práctica a renunciar a su soberanía, según el Financial Times. Tendría que ceder a Rusia las zonas no ocupadas de Donetsk y reducir su ejército a la mitad. No habría posibilidad de desplegar tropas extranjeras en suelo ucranio para darle garantías de seguridad, ni el país ocupado podría recibir sistemas extranjeros de armamento que le permitieran golpear objetivos bien adentrados en Rusia. La lengua rusa pasaría a ser cooficial, y la versión rusa de la religión ortodoxa también quedaría reconocida.

La Casa Blanca sostiene, según Politico, que la propuesta que maneja es “razonable”. La Administración estadounidense cree, también según este medio, que Volodímir Zelenski se vería forzado a aceptar lo que se le ofrezca dado la dureza de los bombardeos rusos y los escándalos de corrupción dentro de su Gobierno, que le han dejado debilitado en el terreno interno. “No nos importan realmente los europeos”, cita el digital a un representante anónimo del Gobierno estadounidense. “Lo importante es que Ucrania acepte”.

La filtración coincide con la llegada a Kiev de una delegación del Pentágono, encabezada por el secretario para el ejército, Dan Driscoll, y dos generales de cuatro estrellas. El viaje, que se había mantenido en secreto, es uno de los muy pocos que han girado representantes de Washington a Ucrania desde el regreso de Donald Trump al poder en enero.

Al tiempo que las negociaciones entre bambalinas parecen cobrar fuerza renovada, Rusia mantiene la presión en el terreno militar con intensos bombardeos.

En el ataque de este miércoles, la mayoría de las víctimas se produjeron cuando un misil impactó en dos edificios de viviendas. Rusia ha utilizado en el golpe de este miércoles más de 480 drones bomba Shahed y 48 misiles, según ha informado el presidente ucranio, Zelenski. Son cifras similares a las de un bombardeo sobre Kiev del 14 de noviembre y en el que murieron 7 personas. En ambos casos, según las autoridades regionales, el principal objetivo del enemigo era las infraestructuras del sector energético. Así ha sucedido en las provincias occidentales ucranias de Lviv e Ivano Frankivsk. La nueva campaña rusa de destrucción de la red eléctrica está causando cortes diarios de luz en las ciudades ucranias de hasta 12 horas.

El ejército ruso ha seguido la táctica habitual en estos ataques de largo alcance: en las primeras horas de la operación han enviado oleadas de Shahed para saturar las defensas antiaéreas ucranias y en la última fase del bombardeo, los aviones rusos han disparado los misiles de crucero.

El anterior bombardeo ruso con una cifra similar de víctimas mortales civiles sucedió el pasado septiembre en la provincia de Donetsk. En el municipio de Yarova, a 8 kilómetros del frente de guerra, una bomba aérea mató a 25 jubilados que hacían cola para cobrar su pensión. Naciones Unidas advirtió en un comunicado del 12 de noviembre que las víctimas civiles ucranias han aumentado un 27% respecto a 2024. En total, en los casi cuatro años de invasión, han sido asesinadas por el fuego ruso más de 14.550 personas y han resultado heridas más de 38.500.

Un jarro de agua fría para Ucrania

El presidente ucranio ha defendido en los últimos días, también durante su visita a Madrid del martes, que es necesario reiniciar el diálogo con Rusia. Zelenski visitaba precisamente este miércoles en Ankara al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el valedor del principal proceso de negociaciones bilaterales que han mantenido Rusia y Ucrania. Estas reuniones se han celebrado en Estambul desde la pasada primavera y han servido, sobre todo, para acordar el intercambio de prisioneros de guerra.

La negociación entre Moscú y Washington es un jarro de agua fría para Kiev porque, de nuevo, siente que Trump y Putin están decidiendo el futuro de Ucrania sin su voz ni voto. Fue especialmente tensa la reunión que mantuvieron Trump y Zelenski el pasado octubre en la Casa Blanca. El equipo de Trump planteó al presidente ucranio que debía aceptar las condiciones rusas para la paz, en concreto, su retirada de toda la región de Donbás. La presión estadounidense sobre Ucrania provocó una nueva campaña de apoyo europeo. “Cualquier acuerdo sobre Ucrania sin Ucrania está condenado a fracasar”, dijo por entonces el jefe de Estado ucranio.

Andrii Yermak, mano derecha de Zelenski, ha afirmado que está “en permanente contacto con los representantes del presidente Trump”, y ha dado a entender que se ha reunido con Witkoff en Ankara. “Junto a nuestros socios americanos”, ha escrito Yermak en sus redes sociales, “trabajamos para poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania con una paz justa y duradera”.

Pese al habitual optimismo propagandístico de Yermak, el tiempo corre en contra de Zelenski: por un lado, Trump quiere cerrar la carpeta ucrania cuanto antes; por otro, su situación política interna es la más complicada en los casi cuatro años de guerra debido a los casos de corrupción que afectan a su círculo de confianza.

La Unión Europea y el Reino Unido son los socios más fiables con los que cuenta Zelenski ante un Trump que cambia constantemente de parecer. Para Europa y para Ucrania es condición indispensable que cualquier negociación de paz suponga que se acepte primero un alto el fuego sin condiciones. Rusia descarta esta tregua porque no quiere renunciar a los territorios conquistas. El Kremlin añade además presión a la OTAN, no solo ahondando en las diferencias políticos entre Estados Unidos y Europa sino con acciones militares.

Alarma en Polonia

La proximidad a Polonia de las regiones de Ucrania atacadas este miércoles forzó el despegue de dos cazas de las Fuerzas Aéreas polacas, ante la posibilidad de que los misiles y drones rusos entraran en su espacio aéreo. Lo mismo han hecho los aviones de la Fuerza Aérea de Rumania, que tiene sus fronteras próximas a las provincias ucranias golpeadas. El Ministerio de Defensa de Moldavia ha informado de que un dron Shahed ruso cruzó esta madrugada su espacio aéreo.

El mayor momento de tensión entre la OTAN y el Kremlin se produjo precisamente el pasado septiembre, cuando el ejército polaco derribó varios drones rusos que entraron en su espacio aéreo. La Alianza Atlántica ha reforzado la protección de Polonia e incluso España se ha comprometido a destinar a este país a partir de este noviembre dos cazas, con la misión de interceptar un potencial ataque ruso.

El conflicto entre Varsovia y Moscú ha ido a más después de que el Gobierno polaco acusara el lunes al Kremlin de estar detrás del sabotaje de una línea ferroviaria en su territorio. Las autoridades polacas aseguran que los autores del atentado es un grupo ciudadanos ucranios contratados por los servicios de inteligencia rusos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_