Lituania cierra su frontera oriental y ordena al ejército derribar los globos procedentes de Bielorrusia
Varios artefactos han violado el espacio aéreo del país báltico en los últimos días, obligando a cerrar aeropuertos


El Gobierno lituano ha ordenado el cierre de su frontera con Bielorrusia y que se derriben los globos aerostáticos procedentes de este país que entren en su espacio aéreo. Varios de estos artefactos han irrumpido en los cielos lituanos durante el fin de semana, provocando incluso el cierre de aeropuertos. “La reunión de la Comisión de Seguridad Nacional debatió medidas para contrarrestar un ataque híbrido en el que se utiliza contrabando transportado por aire contra Lituania, lo que perturba la aviación civil y el funcionamiento de los aeropuertos del país”, apunta un comunicado del Ejecutivo de la república báltica.
“Enviamos una señal a Bielorrusia y le decimos que aquí no se tolerará ningún ataque híbrido”, ha señalado la primera ministra de la república báltica, Inga Ruginiene, al anunciar el cierre de la frontera. “Tomaremos todas las medidas más duras para detener este tipo de ataques”. Entre ellas están el derribo de globos, la presión sobre Bielorrusia ―desde cuyo territorio entran en Lituania―, el combate del contrabando y la provisión de asistencia a los ciudadanos afectados por los retrasos en los vuelos. Las Fuerzas Armadas podrán tomar “todas las medidas, incluida la posibilidad de derribar los globos”, según Ruginiene.
Ruginiene ha añadido que “en la próxima sesión del Gobierno también está prevista una decisión sobre las enmiendas al código penal iniciadas con anterioridad: se propone ampliar la responsabilidad penal por la posesión ilegal de productos sujetos a impuestos especiales de escaso valor cuando se utilicen aeronaves (drones) o globos meteorológicos para su transporte, lo que supone una amenaza para la seguridad pública”.
La irrupción de globos aerostáticos de contrabandistas sería una nueva variación de la guerra híbrida que desde Rusia y Bielorrusia ―su más estrecho aliado en Europa― se estaría lanzando sobre los países de la OTAN. En los últimos meses, se han producido diversas variantes como la irrupción de drones que obligan a cerrar el espacio aéreo o a clausurar aeropuertos civiles para evitar riesgos de accidentes.
El pasado jueves, dos aviones rusos entraron en el espacio aéreo lituano y dos Eurofighter españoles ―estacionados en el país báltico y que forman parte de la defensa del flanco este de la OTAN― tuvieron que despegar para interceptarlos.
En su comparecencia, Ruginiene ha señalado incluso que no descarta activar el artículo 4 del tratado de la Alianza Atlántica, que permite consultas con los aliados cuando un país se siente amenazado. Esto ya lo hizo Polonia en septiembre, cuando casi una veintena de drones rusos entraron en su espacio aéreo.
Esta respuesta evita, por el momento, lo que ha planteado en los últimos días el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, que ha sugerido que podrían limitar la circulación ferroviaria por el paso de Suwalki, que conecta el enclave ruso de Kaliningrado con Bielorrusia. Esa estrecha franja de terreno, en la frontera entre Polonia y Lituania, es la zona de mayor tensión en el límite oriental de los países que forman parte de la OTAN con Rusia y Bielorrusia.
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