El terremoto que sacude Myanmar y Tailandia causa al menos 150 muertos
El seísmo de magnitud 7,7 provoca el derrumbe de muchos edificios. Hay más de 700 heridos, según la televisión estatal birmana
Un potente terremoto de magnitud 7,7 y de una profundidad de 10 kilómetros ha sacudido este viernes el sudeste asiático, ha informado el Servicio Geológico de Estados Unidos. El seísmo, cuyo epicentro se ha detectado en el noroeste de Myanmar, ha desatado el pánico en Yangón, la mayor ciudad del país, e incluso en Bangkok, capital de la vecina Tailandia, a unos 1.000 kilómetros al sur. El temblor, que fue seguido de una fuerte réplica, se ha sentido también en la provincia china de Yunnan, en el suroeste de esta nación. Al menos 150 personas han muerto, más de 140 en Myanmar, donde también se ha informado de 700 heridos, según la televisión estatal birmana. En Tailandia, las autoridades buscan a decenas de desaparecidos tras el derrumbe de un edificio, donde ya han localizado ocho cadáveres.
Un miembro de los equipos de rescate desplazado a la segunda ciudad birmana, Mandalay, avanzó a la BBC que “los daños son enormes” y que el número de muertos es alto: “Los trabajos de rescate continúan. El número exacto de víctimas se desconoce, pero serán varios centenares”, adelantó la cadena de televisión británica. El Hospital General de Mandalay está desbordado y no acepta a más pacientes, ha informado Hari Kumar, ingeniero y coordinador regional de la ONG GeoHazards International.
La junta militar que gobierna la antigua Birmania ha declarado el estado de emergencia en seis regiones del país, entre ellas, en las que se encuentran Mandalay y la capital, Naipyidó, sede de la cúpula castrense. No obstante, no está claro qué significa exactamente esta declaración, ya que las autoridades militares decretaron el estado de excepción desde que tomaron el poder a la fuerza en el golpe de Estado de 2021. El país lleva sumido en el caos desde entonces. Amplias zonas del territorio permanecen controladas por grupos opositores. Todo apunta a que la guerra civil en curso dificultará la llegada de ayuda humanitaria y las labores de rescate.
“Necesitamos y queremos que la comunidad internacional proporcione ayuda humanitaria”, ha declarado el portavoz de la junta militar, el general Zaw Min Tun. Esta petición de ayuda es inusual —no lo ha hecho en catástrofes naturales previas—, lo que sugiere que estarían esperando que el número de víctimas sea elevado. También ha especificado que “cada vez hay más heridos en todo el país, lo que aumenta la demanda de reservas de sangre de emergencia”, recoge la agencia MyanmarNow. La Cruz Roja ha desplegado un equipo de respuesta en Myanmar, mientras que la Organización Mundial de la Salud está estudiando la posibilidad de enviar suministros para traumatismos desde sus centros logísticos.
Kyi Minn, director de la ONG World Vision en Myanmar, explica que “el principal reto es la falta de comunicación, ya que el terremoto ha destruido parte de las redes de telecomunicaciones”. “Las infraestructuras, especialmente las relacionadas con el transporte, han sido gravemente dañadas”, añade. “La carretera principal que conecta Yangón con Naypidó y Mandalay ha sufrido importantes destrozos”. Asimismo, “los aeropuertos de Naypidó y Mandalay también se han visto afectados”. Según la información de la que dispone, la torre de control del aeropuerto de Mandalay se habría “desplomado”, aunque no existe una confirmación oficial al respecto, informa Patricia R. Blanco.
Un análisis del Gobierno de Estados Unidos citado por Reuters y basado en la fuerza y profundidad del seísmo en Myanmar calculó que podría haber miles de muertos y graves pérdidas económicas en las regiones más afectadas, Sagaing y Meiktila.
Derrumbes en Tailandia
En Bangkok, varios edificios de gran altura han quedado reducidos a escombros. Las autoridades tailandesas han confirmado que al menos ocho trabajadores de la construcción han muerto y un centenar está desaparecido, a causa del colapso de un rascacielos en construcción en Bangkok, que quedó reducido a escombros en cuestión de segundos. Había unos 320 trabajadores en la obra en el momento del derrumbe, según el Instituto Nacional de Medicina de Urgencias de Tailandia. Otra persona ha fallecido en la capital tailandesa en otra ubicación.
La primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra, afirmó unas cinco horas después del terremoto que la situación comenzaba “a normalizarse” e instó a la población a regresar a sus hogares. “Los edificios afectados son aquellos en construcción, de los que preocupa tanto la integridad estructural como la estabilidad de las paredes”, declaró Shinawatra en un comunicado.
La líder tailandesa también informó de que se han registrado alrededor de 12 réplicas desde el seísmo, pero ha tranquilizado a la población al asegurar que no hay riesgo de tsunami, ya que el epicentro se localizó lo suficientemente lejos de la costa. “Queremos asegurar a la ciudadanía que las réplicas no representarán una amenaza significativa. Los residentes de los edificios de gran altura que sufrieron daños menores pueden regresar con seguridad a sus residencias”, añadió.
Intensidad sísmica del terremoto en Myanmar
En hora local
El epicentro del seísmo se situó a unos 17,2 kilómetros de Mandalay, que fue antigua capital del reino de Myanmar, y que cuenta con 1,5 millones de habitantes. Un residente citado de manera anónima por Reuters aseguró que “parece una ciudad destruida. Las carreteras están dañadas. Los edificios se han derrumbado. Las líneas telefónicas están interrumpidas y no hay electricidad. El barrio de Sein Pan está en llamas. Todo el mundo está sentado fuera, en la carretera. Nadie se atreve a volver al interior de los edificios”.
En Yangón, el Departamento de Servicios contra Incendios de Myanmar está buscando víctimas mortales. En esta ciudad, los fuertes temblores desataron el pánico y los testigos describieron escenas de multitudes abandonando a la carrera los edificios al sentir las sacudidas.
Escenas similares se produjeron en Bangkok, donde la gente salió corriendo despavorida a las calles, incluidos muchos huéspedes de hoteles ataviados solo con el bañador y el albornoz. La capital tailandesa fue reconocida en 2024 como el principal destino turístico del mundo, según Euromonitor International. Varios vídeos tomados allí muestran las sacudidas en los edificios que hicieron que, en uno de ellos —un rascacielos— el agua de una piscina situada en la azotea se derramara por la fachada del inmueble. En el centro de la ciudad, una torre de oficinas se balanceó de un lado a otro durante al menos dos minutos, con puertas y ventanas crujiendo ruidosamente, según varios testigos. Cientos de empleados huyeron por las escaleras de emergencia mientras se oían gritos de pavor.













“Salimos corriendo de casa cuando todo empezó a temblar. Fui testigo del derrumbe de un edificio de cinco plantas delante de mis ojos”, relató uno de ellos a Reuters. Otro afirmó que una tienda de té se había derrumbado y que varias personas habían quedado atrapadas en su interior. “No podíamos sacarlas”, lamentó.
La agencia china de noticias, Xinhua, ha confirmado que el terremoto se sintió incluso en Yunnan, tanto en la prefectura de Xishuangbanna, fronteriza con Myanmar, como en la capital provincial, Kunming.
Turquía
Myanmar se asienta sobre la falla de Sagaing, que atraviesa de norte a sur el centro del territorio, incluyendo la región de Mandalay. Esta falla tiene un largo historial de actividad sísmica: entre 1930 y 1956, se registraron en ella al menos seis terremotos de magnitud 7 o superior, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Los seísmos no son una rareza en la antigua Birmania, pero su impacto se ve amplificado por el acelerado desarrollo urbano, la precariedad de las infraestructuras y una deficiente planificación urbanística. Este cóctel convierte a Myanmar en un territorio especialmente vulnerable a los terremotos y otros desastres naturales.
William Yeck, geofísico del Centro Nacional de Información sobre Terremotos de EE UU, ha declarado a CNN que este terremoto es comparable en intensidad al que afectó a Turquía y Siria hace dos años. “Lo consideramos un evento de alto impacto debido a la densidad de población. Es un terremoto grande y poco profundo, por lo que esperamos una fuerte sacudida”, señaló Yeck, quien también alertó de la posibilidad de más réplicas.
El terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el centro de Turquía y el oeste de Siria en 2023 causó más de 53.000 muertes. No obstante, el impacto de un seísmo varía según diversos factores, como la densidad de población, la infraestructura antisísmica y el momento del día en que se produce.
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