Las protestas masivas por el encarcelamiento de un líder opositor en Turquía suman más de 1.100 detenidos en cinco días
Decenas de periodistas, políticos, sindicalistas y abogados han sido detenidos este lunes en redadas policiales en sus domicilios

Decenas de periodistas, miembros y dirigentes políticos de partidos de izquierda y abogados han sido detenidos por la policía turca en redadas efectuadas en sus domicilios desde la madrugada de este lunes por participar en las protestas contra el arresto e imputación del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu. Estas protestas han sido prohibidas en las principales ciudades por las respectivas delegaciones del Gobierno, pese a lo cual la oposición ha mantenido las convocatorias, a las que han acudido cada día cientos de miles de personas y se han convertido en la mayor oleada de movilizaciones antigubernamentales de la última década en Turquía.
En un mensaje en la red social X, el ministro de Interior turco, Ali Yerlikaya, explicó que, desde el pasado miércoles y hasta ayer domingo, se ha detenido a 1.133 “sospechosos en relación con actividades ilícitas” y aseguró que se ha identificado a individuos “afiliados a 12 organizaciones terroristas diferentes”, aunque no especificó qué grupos. El ministro arguyó que algunas personas “están abusando del derecho de reunión y manifestación, intentando alterar el orden público, instigando eventos callejeros y atacando a nuestra policía”, a la vez que afirmó que 123 agentes han resultado heridos en las protestas (también hay numerosos manifestantes heridos). “Desde aquí os advertimos claramente: que nadie intente utilizar a nuestra juventud y a nuestro pueblo como escudo para sus propias ambiciones políticas”, avisó Yerlikaya.
La Fiscalía de Estambul anunció que había emitido órdenes de detención contra 99 personas bajo la acusación de violar la Ley de Manifestaciones y Actos Públicos, de los que 71 han sido ya detenidos. Estas cifras se refieren solamente a Estambul, pero se han producido redadas y detenciones también en otras provincias como Esmirna, Eskisehir y Adana según han denunciado diversas organizaciones. A estas cifras hay que unir los al menos 58 individuos arrestados en los últimos días por publicar en las redes sociales contenido considerado “provocativo” por las autoridades, de los cuales la mayoría han quedado en libertad bajo vigilancia judicial. Buena parte de los detenidos en las redadas de los últimos días, en cambio, no han sido puestos todavía a disposición judicial, según han denunciado sus abogados.








Entre los detenidos este lunes, hay una veintena de dirigentes locales y nacionales de varias formaciones izquierdistas como el Partido Comunista de Turquía (TKP), el Partido de Izquierda (Sol) y el Partido de la Libertad Social (TÖP) que están teniendo un importante papel en las movilizaciones pese a que las convoque el Partido Republicano del Pueblo (CHP), la formación de centroizquierda a la que pertenece Imamoglu y que es la mayor de la oposición en Turquía. También varios abogados y sindicalistas han sido arrestados. “Los equipos de la policía han efectuado una redada en nuestra sede esta mañana y han dicho que buscaban al presidente del Sindicato de Energía”, denunció la Confederación de Sindicatos Obreros Revolucionarios (DISK), una de las tres grandes centrales sindicales de Turquía.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó el sábado al CHP de haberse convertido en “el juguete” de “organizaciones izquierdistas, marginales y vándalos” por haber abandonado su tradicional postura alérgica a las movilizaciones y haber optado por la presencia en calles y plazas. El discurso de Erdogan es similar al que utilizó contra los manifestantes de Gezi, la revuelta que, en 2013, supuso uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado en sus más de dos décadas en el poder.
En un mensaje desde la prisión de Silivri, el encarcelado Imamoglu, que este lunes comenzó a recibir visitas, definió como una “revolución democrática” las movilizaciones de estos días y el hecho de que el domingo 15 millones de personas votasen por él en las simbólicas primarias abiertas celebradas por su partido. “La esperanza es muy grande. Ha hecho sentirse miserables a un puñado de malas personas. Su miedo aumenta. Tendrán miedo, dejad que tengan miedo. Nosotros representamos los nobles valores de la República de Turquía y la democracia”, afirmó, a la vez que instó a los jóvenes manifestantes a mantenerse “alejados del conflicto” y a “comportarse bien con las fuerzas de seguridad”.

Fotógrafos detenidos y canales amenazados
De la decena de periodistas detenidos este lunes, la mayoría son fotógrafos que, la noche del domingo, se encontraban haciendo su trabajo en la manifestación frente al edificio del Ayuntamiento de Estambul. Entre ellos están el fotorreportero Yasin Akgül, de la agencia France Presse, y el ganador de dos premios World Press Photo Bülen Kiliç. La organización Reporteros Sin Fronteras ha exigido al Ministerio de Interior turco que “cesen estas violaciones” de los derechos de los periodistas porque, además, varios informadores han sido atacados por la policía con gases lacrimógenos y porrazos desde que comenzaron las protestas.
Por si fuera poco, en la noche del sábado al domingo, el presidente del Consejo Superior de Radiotelevisión, Ebubekir Sahin, publicó en redes sociales varios mensajes amenazando a las televisiones con retirarles la licencia si promovían las protestas. Según Ilhan Tasçi, miembro del consejo nombrado por la oposición centroizquierdista, Sahin telefoneó personalmente a varios medios de oposición para exigirles que dejasen de emitir las protestas en directo, que en esos momentos empezaban a ser reprimidas por la policía. La mayoría de medios cortaron entonces la emisión. Tasçi ha definido las amenazas de Sahin como “inconstitucionales” y un modo de “suspender la libertad de prensa” en Turquía.
Por su parte, el líder del CHP, Özgür Özel, ha pedido a sus seguidores que boicoteen a las empresas de los grupos mediáticos cercanos al Gobierno por ignorar la magnitud de las protestas y no emitir sus imágenes en directo. Özel ha comparado la postura de los medios progubernamentales a la adoptada al inicio de las protestas de Gezi y ha advertido de que “no olvidará” lo que están haciendo. Tras estas amenazas, algunos medios progubernamentales han empezado a dar más cobertura a las protestas.
La detención de Imamoglu, uno de los principales rivales de Erdogan y que el domingo fue proclamado candidato a las próximas elecciones presidenciales en unas primarias simbólicas organizadas por el CHP, está teniendo un fuerte efecto en la economía turca. Durante la semana pasada, el índice BIST-100 de la Bolsa de Estambul cayó un 16% y la lira perdió un 3% de su valor (llegó a registrar caídas de hasta un 10 %, pero el banco central intervino con fuertes compras que le han supuesto quemar parte de sus reservas en divisa).
El domingo por la tarde, el banco central se reunió con los directivos de los principales bancos del país y, posteriormente, según explicó una fuente del sector, empleados de banca fueron llamados a trabajar hasta altas horas de la noche para prepararse ante un posible descalabro de los mercados en la apertura del lunes. El Consejo de Mercados de Capitales turco emitió una directiva prohibiendo, durante un mes, las llamadas “posiciones en corto”, que buscan aprovechar la caída en la cotización de los valores. Así, el BIST-100 abrió el lunes con ganancias moderadas, aunque a partir de mediodía se convirtieron en ligeras pérdidas.

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