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La UE arropa a Zelenski y anuncia una ayuda de 3.500 millones para Ucrania

El líder ucranio ve las garantías de seguridad “claves para la paz” en una cumbre a la que asisten casi 40 líderes, entre ellos Von der Leyen, Costa, Sánchez, Trudeau y varios mandatarios bálticos y nórdicos

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski (centro), en un acto de homenaje a los soldados ucranios caídos en un acto en Kiev en el que también participaron el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (segundo por la izquierda), junto a otros líderes internacionales.Foto: Zelenski via X (EFE) | Vídeo: EPV

Cuando se cumplen tres años del inicio de la invasión a gran escala de las tropas rusas, por tierra, mar y aire, contra Ucrania, 1.097 días de barbarie, el presidente Volodímir Zelenski ha reunido en Kiev a más de una docena de líderes internacionales para expresarles de nuevo que Rusia no es de fiar, que la seguridad de Europa depende de la de su país y que necesita su apoyo. “Las garantías de seguridad son claves para la paz”, ha manifestado el mandatario, en una cumbre a la que han asistido el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, junto a los principales jefes de Gobierno de los países bálticos y nórdicos, los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Consejo Europeo, António Costa, y el jefe de Estado canadiense, Justin Trudeau. Durante su intervención, la jefa del Ejecutivo comunitario ha anunciado un nuevo paquete de ayuda a Ucrania de 3.500 millones de euros.

Otros mandatarios, como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, el británico, Keir Starmer, o el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, han intervenido a través de videoconferencias o mediante vídeos grabados. El mensaje de consenso que ha calado en la capital ucrania, el que ha recibido en primera persona Zelenski, ha sido claro y alto: Rusia empezó esta guerra y hay que mantener la unidad para defender Ucrania, con apoyo en materia de seguridad y financiera.

Pasadas las diez de la mañana y poco después de que la caravana de jefes de Estado y de Gobierno presentes en Kiev acudiera a la plaza de Maidán, escenario de las protestas contra la injerencia rusa de 2014, para realizar una ofrenda floral por los caídos en el frente, Zelenski ha recibido a los líderes en el lugar de la conferencia. Una reunión en la que el Kremlin ha querido estar presente de alguna manera: solo 20 minutos después del inicio de las primeras intervenciones, el despegue de un avión de combate ruso ha hecho saltar las alertas antiaéreas en el corazón de la capital y en todo el país.

La cumbre celebrada en Kiev en el tercer aniversario de la invasión pone a prueba la alianza del bloque europeo con Zelenski y la defensa de Ucrania una semana después de que el cruce verbal entre el líder ucranio y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, situara en el precipicio el apoyo de Washington, principal sostén de Kiev frente a la agresión ordenada por Vladímir Putin el 24 de febrero de 2022.

En un carrusel de declaraciones entre uno y otro, Trump llegó a afirmar que fue Zelenski, a quien calificó de “dictador sin elecciones”, el que comenzó las hostilidades. El líder ucranio reaccionó acusando a su homólogo estadounidense de vivir en una “burbuja de desinformación”. Se prevé que Starmer y el presidente francés, Emmanuel Macron, ausentes este lunes en la cumbre —el británico entró por videoconferencia, mientras que París envió al ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot—, se reúnan en las próximas horas con Trump en Washington.

Este lunes, en el discurso de apertura de la cumbre, Zelenski ha reiterado la línea roja que no solo exige a la Administración Trump, sino también a Europa: garantías de seguridad. El presidente ucranio ha hecho especial hincapié durante su intervención en los miles de ciudadanos ucranios, entre ellos presos de guerra, que Rusia mantiene bajo su custodia. “Ucrania está lista para intercambiar uno por uno”, ha señalado el mandatario. “Putin no nos entregará la paz a cambio de algo”, ha continuado, “tenemos que ganarla con fortaleza, sabiduría y unidad, a través de la cooperación con ustedes”, en referencia a los líderes presentes en la cumbre.

Tras el líder ucranio ha intervenido su ministro de Exteriores, Andrii Sibiga, quien, antes de dar paso al resto de asistentes a la cita de Kiev, ha manifestado: “La seguridad de Europa depende de la de Ucrania”. La delegación llegada de Bruselas, con Von der Leyen y Costa a la cabeza, ha recogido la petición cursada por Kiev para anunciar la liberación de otros 3.500 millones de euros de ayuda a Ucrania —parte del programa de apoyo de Bruselas por un valor de 50.000 millones en vigor desde marzo de 2024―, que además se verá beneficiada, según el plan con el que la UE ha llegado a la cumbre, del futuro aumento de “la producción de armas y capacidades defensivas”.

“Una nación pacífica fue invadida sin ningún motivo más allá de la obsesión imperialista de Putin”, ha afirmado Von der Leyen. La presidenta de la Comisión Europea ha informado además de que la Unión trabaja ya para integrar “plenamente” el mercado eléctrico de Ucrania y Moldavia con el europeo a finales del próximo año. “Aprovecharemos todo el potencial de los vastos depósitos de gas de Ucrania”, ha señalado, “de los cuales el 80% se encuentran cerca de los Estados miembros de la UE”. Moscú ha diezmado desde el inicio de la ofensiva la infraestructura energética de Ucrania con una ofensiva dirigida a destruir sus instalaciones hidroeléctricas, termales e incluso subestaciones eléctricas.

“La UE está lista para hacer todo lo necesario para dar apoyo a Ucrania”, ha manifestado unos minutos antes Costa durante su intervención, “por eso convoco un Consejo Europeo para dar apoyo a Ucrania y fortalecer la defensa europea”. El político portugués ha querido reforzar la posición de Bruselas sobre las raíces de la guerra que ha calificado de “agresión no provocada” e “invasión cruel”. “No habrá una paz justa sin Ucrania y sin la UE”, ha manifestado el presidente del Consejo Europeo. “Solo Ucrania puede decidir cuando empiezan las negociaciones de paz”.

Uno de los momentos más celebrados durante la primera parte de la cita en Kiev ha sido la intervención de Trudeu. Fiel aliado durante los tres años de agresión rusa, el primer ministro de Canadá ha motivado, con sus palabras, el aplauso de los asistentes. Trudeau ha destacado la “valentía, resiliencia y determinación” de Zelenski, al que ha tildado de “inspirador” para él y sus ciudadanos. “No fue un conflicto que Ucrania quisiera o provocara”, ha dicho el mandatario canadiense, con el eco todavía de las palabras expresadas por Trump la semana pasada. “Debemos hacer lo posible para que Ucrania tenga una paz segura y duradera”, ha proseguido Trudeau, quien ha anunciado que seguirá apoyando militarmente al país con el envío de un nuevo cargamento de 27 vehículos militares, sistemas vinculados a los F16 y munición.

Envío de tropas

El primer ministro británico, Keir Starmer, por su parte, ha insistido en que el Reino Unido está dispuesto a enviar militares a Ucrania para garantizar una futura paz “duradera”. Starmer, que ha participado por videoconferencia, ha señalado que es “tiempo de unidad” y de “trabajar juntos” en Europa. El primer ministro británico ha apuntado que un posible proceso hacia la paz debe sentarse sobre tres pilares: el apoyo militar —”el Reino Unido lo está haciendo”, ha manifestado—; la presión económica a Rusia —Londres va a dar luz verde al mayor paquete de sanciones en tres años dirigido, especialmente, al sector petrolero ruso—; y las negociaciones, a partir de la nueva “conversación” abierta por Trump, en relación con el diálogo establecido con Moscú. Pero, ha apostillado Starmer, con base en la “soberanía de Ucrania”.

El presidente de Finlandia, Alexander Stubb, ha realizado uno de los discursos más elaborados en la cumbre. Stubb ha detallado que el proceso para terminar la guerra será largo, pero que ya se vislumbra su inicio. En una primera fase, ha indicado, Europa debe aportar garantías de seguridad para Ucrania, con el envío de fuerzas de paz. Justo entonces se puede abordar un alto el fuego. Tras este, empezarán los pasos hacia una negociación para la paz, acompañados del retorno de los prisioneros de guerra y los civiles secuestrados en Rusia. En las negociaciones de paz, ha indicado Stubb, será cuando se trate de los territorios en disputa o de las sanciones que afectan a Rusia. “Pero no es Rusia la que decide el acceso de Ucrania en la UE, no es Rusia la que decide el acceso de Ucrania en la OTAN, ni sus fronteras”, ha zanjado.

Ayuda militar española

Sánchez ha aprovechado su intervención en la cita de Kiev para anunciar un nuevo paquete de 1.000 millones de euros en asistencia militar para Ucrania en 2025. Sánchez y Zelenski firmaron en mayo del año pasado un acuerdo bilateral de defensa para Ucrania para los próximos diez años, en los que el Gobierno se comprometía a invertir en la seguridad de Ucrania más de 1.000 millones de euros en 2024. La nueva partida anunciada por Sánchez es la confirmación de que invertirá una cifra similar en 2025.

Sánchez ha asegurado que España “aportará más ayuda militar y con más determinación”, y ha reiterado la posición de su Gobierno: Ucrania debe alcanzar “una paz justa y duradera”, no un mero alto el fuego, y para eso es fundamental que Kiev y Europa participen en las negociaciones. Sánchez ha indicado que Ucrania debe acceder a la UE “lo antes posible”, pero no se ha manifestado sobre otra prioridad ucrania, el acceso a la OTAN.

La jornada ha contado también con la intervención del primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, quizá la más distendida y natural de la cumbre. Gahr Store, que ha apelado a cada uno de los presentes durante su discurso, ha hecho énfasis en la necesidad de que Europa vaya de la mano de países como Turquía y Canadá. “Tenemos que unirnos y hacer que las cosas tengan sentido”, ha dicho el jefe de gobierno noruego, uno de los pocos que no ha leído los papeles. “Macron está en Washington hoy. Starmer en unos días, pero tenemos que unirnos. Porque si no lo hacemos, no habrá una voz europea y entonces seremos simplemente mucho más débiles”.

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