_
_
_
_

Portugal celebra el centenario de Mário Soares, el político que asentó la democracia tras sufrir la cárcel y el destierro

El antiguo presidente de la República y fundador del Partido Socialista, encerrado por la dictadura en 12 ocasiones, se convirtió en la figura política más determinante del país tras la Revolución de los Claveles

Mário Soares centenario
Mário Soares, en Lisboa, el 28 de abril de 1974, después de la Revolución de los Claveles, que acabó con una dictadura de casi medio siglo.Jean-Claude FRANCOLON (Gamma-Rapho / Getty Images)
Tereixa Constenla

El 31 de diciembre de 1967, el político portugués Mário Soares escribió una carta a su pareja, Maria Barroso, con uno de esos clásicos balances del último día del año. Enumeraba los acontecimientos que habían marcado sus vidas durante aquellos 12 meses, desde la construcción de una casa a la buena salud de su padre, para concluir que había sido un buen año. Hacía semanas que la dictadura de Salazar había encarcelado a Soares en la prisión de Caxias, pero el futuro fundador del Partido Socialista consideraba que eso no empalidecía el resto de cosas buenas. El entusiasmo a prueba de bombas fue, sin duda, uno de los rasgos sobresalientes del político que determinaría como ningún otro la historia del Portugal de la democracia ―como líder socialista, primer ministro y presidente― y que será homenajeado durante los próximos meses con motivo del centenario de su nacimiento, ocurrido el 7 de diciembre de 1924, con conferencias y exposiciones, como la dedicada en la Fundación Serralves, de Oporto, a mostrar su estrecha relación con la cultura a través de cartas y obras.

“Siempre nos trasladó a sus hijos optimismo y alegría de vivir, nos enseñó a buscar el lado positivo de las cosas más adversas”, evoca su hija, Isabel Barroso Soares, en su despacho del Colegio Moderno, fundado en Lisboa por sus abuelos durante la dictadura para ofrecer una enseñanza basada en una pedagogía humanista. Isabel y su hermano João se acostumbraron pronto a visitar a su padre (fallecido en enero de 2017) en la cárcel. También pronto aprendieron a no llorar. “Mi madre y mi abuelo nos prohibieron hacerlo para no darle satisfacción a la policía política”, recuerda. El político pasó en 12 ocasiones por la cárcel, sufrió torturas y fue desterrado a Santo Tomé. Cuando regresó a África tras la Revolución de los Claveles, fue para negociar las independencias de las antiguas colonias como ministro de Asuntos Exteriores.

Mário Soares, en Lisboa el 7 de junio de 2001.
Mário Soares, en Lisboa el 7 de junio de 2001.

Su último encontronazo con la dictadura se debió a una gira internacional en 1970 para denunciar la represión y las tres guerras coloniales que Portugal libraba en Mozambique, Guinea-Bisáu y Angola. El impacto periodístico de la conferencia que dio en el Overseas Press Club, de Nueva York, invitado por la jurista y política republicana española Victoria Kent, exiliada en Estados Unidos, enrabietó al régimen. Soares, que había reclamado apoyo internacional ―”Estamos seguros de que cuando el Consejo de Europa ayude a Portugal, no olvidará que al mismo tiempo tiene que ayudar a la democracia”, afirmó―, decidió exiliarse para evitar una nueva prisión. Junto al entusiasmo le distinguía igualmente la voluntad de combate. “Solo se vence a quien desiste de luchar” fue uno de sus mantras y una de las frases más citadas en los discursos durante la cena del centenario organizada en Lisboa por el Partido Socialista, evocada tanto por una nieta del político, Lilah, como por el secretario general de la formación, Pedro Nuno Santos.

Mário Soares lo fue todo a su debido tiempo. Abrazó la militancia comunista cuando era un joven estudiante, influenciado por varios profesores del Colegio Moderno de su familia, entre otros Álvaro Cunhal, que trabajaba como regente. El Partido Comunista Portugués era la principal estructura de oposición antifascista, pero Soares duró poco dentro. Su hija considera que rompió pronto porque “era un demócrata”. Siguió dando batallas, pasando por la cárcel, hasta constituir en 1964 Acción Socialista Portuguesa, el esqueleto organizativo sobre el que se fundaría el Partido Socialista (PS) durante una reunión en la ciudad renana de Bad Münstereifel (Alemania) en 1973. Maria Barroso, que había sido actriz de teatro represaliada, fue la única mujer en la mítica fotografía de los 19 fundadores.

Llevado por el optimismo y la intuición, en los setenta pareció el único convencido de que la dictadura tenía los días contados. El golpe de los capitanes de abril en 1974 le sorprendió en Bonn, a punto de reunirse con el socialdemócrata alemán Willy Brandt. Tanto en la resistencia como en el poder, mimó las relaciones con los principales dirigentes europeos, como François Mitterrand, Václav Havel, Bettino Craxi o Felipe González, para tratar de enganchar a Portugal al tren de las democracias occidentales. Uno de sus grandes hitos fue la adhesión a la Comisión Europea, junto a España, el 1 de enero de 1986. “Él osó inscribir [al país] en Europa y en la modernidad antes que los demás e incluso contra los demás”, destaca la periodista y escritora Clara Ferreira Alves en el prólogo del libro Mário Soares. 100 anos, un recorrido fotográfico por su vida con imágenes de Alfredo Cunha y Rui Ochoa.

Líderes socialistas del sur de Europa: Mário Soares, Lionel Jospin, François Mitterrand, Bettino Craxi y Felipe González, en París.
Líderes socialistas del sur de Europa: Mário Soares, Lionel Jospin, François Mitterrand, Bettino Craxi y Felipe González, en París.jean-Louis Atlan (Sygma via Getty Images)

Tras el golpe militar que derrocó la dictadura más larga de la Europa occidental, el líder socialista llegó en el conocido como Tren de la Libertad tres días después a Lisboa, donde fue aclamado por una multitud. Todavía no sabía que se convertiría en un año en el político que los portugueses elegirían como símbolo de los nuevos tiempos de libertad.

El PS ganó las primeras elecciones democráticas, celebradas para votar a la Asamblea constituyente el 25 de abril de 1975. Tras la Revolución, el país entró en un tiempo incierto, tensado por los diferentes proyectos políticos que pugnaban por implantarse. En esos meses del llamado Periodo Revolucionario en Curso (PREC), Soares y Cunhal rompieron todos los lazos que aún podían compartir. El 25 de noviembre de 1975 se da un contragolpe por parte de los militares de abril moderados, que apartaron a los revolucionarios de los cuarteles, con el apoyo del Partido Socialista. “Mário Soares fue el personaje principal de la lucha contra los comunistas y contra las ambiciones autocráticas de Álvaro Cunhal, el personaje más corajoso, influyente, intrigante y confabulador”, escribió en Expresso Clara Ferreira Alves, autora de una serie documental sobre Soares titulada con un verso del poeta Antonio Machado, Se hace camino al andar (O Caminho faz-se Caminhando).

A la columnista, que le considera “un gigante de la Historia”, le irrita que Soares carezca de un gran reconocimiento público a pesar de que lo fue todo: ministro, primer ministro y presidente de la República. Atribuye parte del olvido a líderes socialistas como António Costa, actual presidente del Consejo Europeo. “El papel de Soares se ha olvidado porque el PS decidió matar al fundador, desechándolo. A Costa nunca le gustó Soares y viceversa”, afirma.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_