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Acusado de asesinato el hombre que prendió fuego a una mujer en el metro de Nueva York

La policía y los forenses continúan investigando para averiguar la identidad de la víctima, que dormía en un vagón cuando el detenido incendió su ropa

Zapeta, en las imágenes de vídeo captadas en el momento del ataque y difundidas por la policía de Nueva York.Foto: Reuters
María Antonia Sánchez-Vallejo

El hombre detenido por prender fuego el domingo a una mujer que dormía en el interior de un vagón de metro en Nueva York ha sido acusado este viernes de asesinato e incendio provocado, ha informado la fiscalía del distrito de Brooklyn, mientras las autoridades continúan investigando para averiguar la identidad de la víctima, que murió prácticamente en el acto a consecuencia de las quemaduras y la inhalación de humo.

La acusación se produce cuatro días después de la detención de Sebastián Zapeta, un guatemalteco de 33 años que entró ilegalmente en EE UU, y su posterior interrogatorio policial, en el que, según las autoridades, afirmó no saber lo que había ocurrido pero se reconoció en las imágenes de la cámara de videovigilancia que grabó el suceso. Zapeta aseguró no recordar nada porque, dijo, había bebido mucho.

El fiscal del distrito de Brooklyn, Eric González, informó de que la acusación formal se hará pública el 7 de enero y que a Zapeta se le imputan varios cargos de asesinato, en primer y segundo grado, así como de incendio provocado. El cargo principal conlleva una pena máxima de cadena perpetua sin libertad condicional. “Ha sido un acto malintencionado. [Y la víctima] Una mujer dormida y vulnerable en nuestra red de metro”, dijo González.

Zapeta, cuya identidad fue revelada poco después del suceso, antes de que lo hiciera la policía, por Elon Musk en X (antes Twitter) para defender los planes de deportación masiva de la futura Administración republicana, ya había sido acusado inicialmente en una denuncia penal de asesinato e incendio provocado. Este tipo de denuncias suelen ser el primer paso en el proceso penal porque, en Nueva York, todos los casos de delitos graves requieren una acusación de un gran jurado para proceder a juicio, a menos que el acusado renuncie a ese requisito.

Según la reconstrucción de los hechos, gracias al sistema de cámaras del suburbano, Zapeta se acercó el pasado domingo a las 7.30 de la mañana a la mujer, que supuestamente dormía, en un vagón de la línea F de metro detenido en la estación de Coney Island, en Brooklyn, y prendió fuego a su ropa con un mechero. Según muestra la grabación, Zapeta avivó las llamas abanicándolas con una camisa, lo que provocó que la mujer fuera engullida en el acto por una bola de fuego. El acusado se sentó en un banco del andén y contempló brevemente cómo ardía; luego se levantó y desapareció del foco de la cámara. La mujer fue declarada muerta en el lugar de los hechos. Horas más tarde, gracias al testimonio de tres escolares que le reconocieron en las fotos que la policía había divulgado, fue detenido en un tren de la misma línea.

La policía y los médicos forenses están trabajando para identificar a la mujer utilizando huellas dactilares y técnicas avanzadas de ADN, al tiempo que intentan reconstruir sus pasos antes del asesinato, pero, al tratarse presumiblemente de una indigente, la identificación llevará tiempo.

El ataque ha renovado la preocupación por la seguridad en el metro y, azuzado por Musk entre otros, por la inmigración irregular. Pero el magnate y consejero del presidente electo, Donald Trump, no es el único; también el alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, se ha ofrecido a colaborar en la deportación de inmigrantes sin papeles, empezando por aquellos con antecedentes penales. Según los registros de inmigración, Zapeta fue deportado en 2018 tras haber entrado en el país ilegalmente, pero regresó a Estados Unidos sin autorización en una fecha no precisada. Un portavoz del alcalde informó de que había entrado y salido de albergues municipales en los últimos años y que llegó a la ciudad antes de que empezara la afluencia masiva de inmigrantes, en la primavera de 2022. Su última dirección conocida, divulgada por la policía tras su arresto, coincide con la de un albergue de Brooklyn que proporciona vivienda y asistencia a drogodependientes.

Un suceso como el supuestamente protagonizado por Zapeta es estadísticamente infrecuente. Los datos de la policía muestran que la mayoría de los delitos en el suburbano disminuyeron este año hasta noviembre, en comparación con el mismo periodo en 2023, gracias en parte a la militarización de las instalaciones (un millar de miembros de la Guardia Nacional patrulla actualmente andenes y estaciones). Pero los homicidios aumentaron, con nueve asesinatos hasta noviembre frente a los cinco registrados en el mismo período del año pasado. La cifra no incluye a la víctima de Zapeta ni al hombre que fue apuñalado mortalmente en una estación de metro de Queens ese mismo día. Los ataques con mayor repercusión mediática, como los apuñalamientos y los empujones a la vía —varios de ellos, mortales—, son también motivo de inquietud para muchos viajeros en una ciudad en la que millones de personas utilizan el metro a diario.

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