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Scholz pierde la cuestión de confianza y despeja el camino para las elecciones anticipadas en Alemania

La ruptura de la coalición tripartita en noviembre dejó al canciller socialdemócrata en minoría. Los comicios deben celebrarse el 23 de febrero

El canciller alemán, Olaf Scholz, camina junto a su esposa, Britta Ernst, para asistir a una reunión del grupo parlamentario del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), este lunes 16 de diciembre. Foto: Liesa Johannssen (REUTERS) | Vídeo: EPV
Marc Bassets

Alemania ha despejado este lunes el último obstáculo para convocar elecciones anticipadas el 23 de febrero. El canciller Olaf Scholz ha perdido este lunes la confianza del Bundestag y prevé pedir esta misma tarde al presidente de República, Frank-Walter Steinmeier, la disolución parlamentaria. Se activa así el calendario electoral y todo está listo para la campaña. La derrota era el resultado que buscaba el socialdemócrata después de romper en noviembre la coalición tripartita que gobernaba Alemania desde 2021 y quedarse en minoría.

De los 717 diputados que votaron, pasadas las 16.00 horas, 394 optaron por el no y retiraron la confianza al canciller, 207 votaron y 116 se abstuvieron. La mayoría se situaba en los 367.

La sesión había arrancado a las 13.00 horas con un discurso del canciller y un debate que estaba previsto que se prolongara durante al menos dos horas, al final del cual se procedería al voto.

“Mi objetivo es adelantar las elecciones al Bundestag”, declaró Scholz al inicio de un discurso repetidamente interrumpido por los aplausos de su bancada y las protestas de la oposición. Pero también tenía que pedir, al menos formalmente, la confianza, y lo resolvió diciendo que se la pedía, no de forma directa a los parlamentarios, sino “a los ciudadanos y a las ciudadanas”.

“No podíamos seguir así”, confesó el socialdemócrata para justificar la destitución del ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, después de meses de peleas de egos y desavenencias profundas sobre la política económica en un momento de recesión y crisis industrial. “La política no es un juego”, afirmó dirigiéndose a Lindner, “pues es algo que exige una madurez moral”.

Las palabras del canciller dieron el tono. El hemiciclo y las tribunas del Reichstag, donde no cabía un diputado ni un periodista más, fue escenario de un debate vibrante, y a ratos agresivo, un aperitivo de lo que será la campaña.

Scholz, con los sondeos en contra, defendió inversiones masivas en las maltrechas infraestructuras, escuelas y hospitales, y pidió aparcar la austeridad que promovía Lindner en el Gobierno y flexibilizar las reglas de la deuda: “Si hay un país en el mundo que puede permitirse invertir en el futuro, este somos nosotros”. Se trata, para Scholz, de recuperar el alma socialdemócrata con conceptos clásicos como ―precisamente― “confianza”. O “respeto” para las clases trabajadoras y los jubilados, y medidas como la rebaja del IVA para los alimentos. O “paz”, otro valor histórico del partido: “Conmigo como canciller, no enviaremos soldados a Ucrania”.

El democristiano Friedrich Merz, favorito en los sondeos para suceder a Scholz, tomó la palabra después y cargó: “Deja usted el país con una de las peores crisis desde la posguerra. Y viene usted aquí a decirnos que hay que endeudarse a costa de las nuevas generaciones”. “Señor canciller federal”, concluyó. “Usted plantea hoy la cuestión de confianza. Tuvo usted su oportunidad y no la utilizó. Vale para hoy y para el 23 de febrero. Usted, no merece la confianza”.

Una vez que Scholz perdió la cuestión de confianza en la Cámara baja del Parlamento, queda despejado el camino para convocar las legislativas siete meses antes del final previsto de la legislatura. Con la presentación de los programas electorales este mismo martes, todo estará a punto para una campaña que será breve, intensa e invernal, con temperaturas en las calles cercanas a los cero grados.

La Ley fundamental de 1949, vista la inestabilidad de la República de Weimar en los años veinte y el caos parlamentario que precedió al ascenso del nazismo, blindó las posibilidades de disolver el Parlamento. La vía constitucional disponible es plantear una cuestión de confianza con el objetivo de perderla. Ya lo hizo Willy Brandt en 1972 y repitieron Helmut Kohl en 1982 y Gerhard Schröder en 2005.

El adelanto electoral

Ahora Scholz, que al contrario que Brandt, Kohl y Schröder carece de mayoría desde la ruptura de la coalición de Gobierno, obtuvo lo que pretendía: el adelanto electoral. Pero la derrota parlamentaria es, al mismo tiempo, la certificación de un fracaso. El de la coalición con Los Verdes y Partido Liberal Demócrata que él mismo rompió al destituir a los ministros de este último partido.

La incógnita, este martes, era que inesperadamente Scholz viese frustrada la intención de perder la confianza del Bundestag, y ganase la moción. Estaba claro que la oposición democristiana, los liberales y la izquierda poscomunista y populista votarían en contra del canciller. Estaba claro que su partido, el SPD, votaría a favor. Y aunque Los Verdes, todavía sus socios de Gobierno, votasen también a favor, había un pequeño margen para la incertidumbre. Ocurriría en el caso de que los diputados del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania decidan apoyar al canciller con el único fin de frustrar su plan para adelantar las elecciones. Al ser el voto público, sin embargo, salvar al Gobierno podría tener un coste electoral para la extrema derecha.

Para evitar sorpresas, y también para empezar a marcar distancias con su actual socio Scholz antes de la campaña, Los Verdes decidieron abstenerse. Así, aunque la extrema derecha apoyase al canciller, este no alcanzaría la mayoría. Se trata, para el Gobierno, de perder y en este sentido el canciller puede decir: objetivo cumplido.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).
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