Bruselas avala las devoluciones de migrantes en frontera y la suspensión del derecho al asilo por la “amenaza híbrida” rusa
La Comisión Europea habla de “situación grave y persistente” en las fronteras orientales de la UE por la “instrumentalización” de la migración por parte del Kremlin
La Comisión Europea ve los flujos de migrantes que llegan por la frontera este, con la ayuda de Rusia y Bielorrusia, como una amenaza no solo para los países fronterizos del este, sino para toda la UE. En un paso más en la senda de endurecimiento sobre la migración, Bruselas avala que los países afectados suspendan el derecho al asilo y también que efectúen las llamadas devoluciones en caliente, siempre que sea de forma extraordinaria —criterios y condiciones que no define— y limitada en el tiempo. El Ejecutivo comunitario ha clarificado su posición sobre el refuerzo de las fronteras y la seguridad respecto a la guerra híbrida del Kremlin, en una comunicación hecha pública este miércoles en Bruselas, que planea un nuevo paquete de 170 millones de euros para ayudar a los países del flanco oriental a mejorar sus tecnologías para blindar sus lindes.
“Tenemos una situación grave y persistente en las fronteras orientales de Europa”, ha aseverado este miércoles la vicepresidenta comunitaria para Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia, Henna Virkkunen, que ha asegurado que ese tipo de amenaza rusa “ha subido un escalón”. “Hablamos del uso de la migración como arma. No hablamos de migración, sino de seguridad y de proteger a la UE”, ha añadido la finlandesa en una comparecencia en Bruselas. “La Unión no permitirá que ningún Estado hostil abuse de los valores europeos”, ha remachado la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en un comunicado.
Bruselas ya había apoyado a Letonia, Lituania y Polonia en 2021, con la primera oleada de solicitantes de asilo que cruzaron desde Bielorrusia ayudados y utilizados por el Kremlin para desestabilizar a esos países. Esta realidad dio lugar a un capítulo específico en el pacto migratorio —pendiente de ponerse en marcha— que contempla esas situaciones.
El pronunciamiento claro sobre el asilo y las devoluciones en caliente de la Comisión llega, de hecho, meses después de que Finlandia y Polonia limitasen el derecho de la protección internacional y cerrasen varios pasos fronterizos con Bielorrusia y Rusia tras un aumento de los cruces. Hasta ahora, el Ejecutivo comunitario había asentido a esas acciones con una suerte de silencio administrativo. Ahora, las avala negro sobre blanco.
“Decisión y firmeza”
La Comisión cree que los Estados miembros fronterizos con Rusia y Bielorrusia deben poder actuar con “decisión y firmeza” para controlar sus fronteras, que son las de la UE. Dentro de esa responsabilidad y de la de salvaguardar la seguridad interior y mantener el orden público, Bruselas cree que puede necesitar suspender temporalmente el derecho al asilo y practicar devoluciones en caliente, de forma “excepcional” y “en vista de la gravedad de la amenaza, así como de su persistencia, para la seguridad de la Unión y la integridad territorial de los Estados miembros”.
El Ejecutivo comunitario habla de que todo esto debe hacerse respetando el derecho comunitario. Pero hay grietas. En 2020, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo avaló las devoluciones en caliente de inmigrantes que saltan la valla en Ceuta y Melilla.
“No se puede permitir que Rusia y Bielorrusia, ni ningún otro país, abusen de nuestros valores, incluido el derecho de asilo, y socaven nuestras democracias”, dice la comunicación hecha pública por la Comisión este miércoles. “Las acciones de Rusia no solo han devuelto la guerra al continente europeo, sino que también han creado una sensación de inseguridad e inestabilidad, reforzada por la intensificación de las provocaciones y el uso de tácticas de guerra híbridas, como el uso de los inmigrantes como armas”
La Comisión asegura que este año, las llegadas irregulares a las fronteras entre la UE y Bielorrusia han aumentado considerablemente (un 66% en 2024 en comparación con el mismo periodo de 2023), en particular en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Esto se debe, dicen, también a la participación de las autoridades bielorrusas en la facilitación de los cruces, es decir, autorizando el acceso a la zona fronteriza y equipando a los migrantes con escaleras y otros dispositivos. Según datos del Ejecutivo comunitario, más del 90% de los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera entre Polonia y Bielorrusia tienen un visado ruso de estudiante o de turista; lo que implica, dice Bruselas, que las autoridades rusas facilitan estos movimientos.
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