Ucrania ataca territorio de Rusia por primera vez con misiles de largo alcance estadounidenses
Kiev dispara los cohetes ATACMS contra un arsenal ruso en la provincia fronteriza de Briansk
El ejército ucranio ha cruzado de nuevo una línea roja del Kremlin al disparar misiles ATACMS estadounidenses contra territorio ruso. El ataque se ha producido en la madrugada de este martes contra un arsenal militar en la región de Briansk, fronteriza con Ucrania. Así lo ha asegurado el Ministerio de Defensa ruso, que sostiene que cinco de estos misiles fueron interceptados y otro dañado. Fuentes de las Fuerzas Armadas Ucranias han confirmado la información a varios medios ucranios. Es la primera vez que trasciende que Kiev habría empleado misiles de largo alcance occidentales para golpear dentro de territorio ruso, una línea que el Kremlin remarcó como el Rubicón para dar por hecha la implicación de Estados Unidos en una guerra que ha cumplido este martes 1.000 días.
“Hoy, a las 3.25 de la noche, el enemigo atacó una instalación en la región de Briansk. Según los datos confirmados, utilizaron misiles tácticos operativos ATACMS de fabricación estadounidense”, ha anunciado el Ministerio de Defensa ruso a través de un comunicado. “Los fragmentos [del cohete dañado] cayeron en el perímetro de una instalación militar y provocaron un incendio que fue rápidamente extinguido. No hay víctimas ni daños”, ha asegurado Moscú.
Las imágenes que han trascendido del bombardeo indicarían que la destrucción podría ser mucho mayor de lo indicado oficialmente por el Ministerio de Defensa ruso. El canal de noticias ruso Astra ha publicado en Telegram varias imágenes y vídeos del supuesto bombardeo en las instalaciones del 67º Arsenal de la Dirección Principal de Misiles y Artillería de Rusia. Los vídeos, que no han podido ser verificados, muestran un intenso incendio en la oscuridad de la noche acompañado por un bucle prolongado de explosiones, supuestamente procedentes de la munición almacenada en el arsenal.
El Estado Mayor ucranio solo ha informado oficialmente de que en la pasada madrugada se destruyó un arsenal en Briansk, sin especificar el armamento utilizado. El objetivo se sitúa en Karáchev, a 130 kilómetros de la frontera ucrania y a 400 kilómetros de Moscú. Los medios Censor Net, RBC y Forbes han sido los primeros en citar fuentes militares anónimas ucranias que lo habrían confirmado. Un portavoz del Estado Mayor ha evitado corroborar o desmentir a EL PAÍS la información, aunque otras fuentes del alto mando consultadas por este diario lo dan por hecho. “Estas cosas no se anuncian. Los misiles hablarán por ellos”, advirtió el domingo el presidente ucranio, Volodímir Zelenski.
Zelenski ha sido preguntado por la operación en Briansk durante una rueda de prensa en Kiev junto a la primera ministra danesa, Mette Fredriksen. El jefe de Estado ucranio no ha negado la información: “Sin detalles innecesarios diré que Ucrania tiene capacidad de largo alcance, drones de producción propia, tenemos los Neptune de largo alcance [un misil ucranio] y otros. Ahora tenemos los ATACMS. Los utilizaremos todos”.
No solo en Kursk
La Casa Blanca dio su autorización el domingo para que los ATACMS fueran utilizados contra objetivos en suelo ruso. Joe Biden dio su visto bueno tras más de un año de persistencia ucrania para superar las reticencias del presidente de EE UU ante el temor a una escalada bélica con Rusia. La prensa estadounidense reveló la noticia con el añadido de que solo sería posible emplear estos misiles contra objetivos en la provincia rusa de Kursk. El ejército ucranio inició el pasado agosto una ocupación parcial en esta provincia. El Pentágono, según medios como The New York Times, justificaba la luz verde para utilizar este armamento en Kursk por la incorporación de tropas norcoreanas entre las filas rusas en esta provincia.
El golpe contra el depósito de munición en Briansk demostraría que Washington no puso como condición limitar las operaciones en Kursk. Los medios ucranios especulan ahora que la condición fue que se utilizaran solo en provincias rusas fronterizas y no más allá. Los ATACMS tienen un alcance de más de 300 kilómetros. Otro misil de precisión suministrado por EE UU a Ucrania son los Himars, de 80 kilómetros y que ya están en servicio contra objetivos rusos en Kursk.
“No tengo ninguna duda de que nuestro ejército tiene la situación bajo control”, ha respondido el portavoz de Vladímir Putin, Dmitri Peskov, al ser preguntado a mediodía sobre el ataque. El Kremlin, que en aquel momento aseguraba no disponer de ningún dato, publicó al mismo tiempo el decreto presidencial por el que entra en vigor desde este mismo martes la nueva doctrina nuclear rusa.
Amenaza nuclear
El documento, que incluye las líneas maestras a seguir para la “disuasión nuclear” de otras potencias, especifica que cualquier ataque perpetrado contra Rusia por parte de un país que no dispone de armas nucleares, pero que cuenta con el apoyo de un tercer Estado que tiene este arsenal, será considerado una agresión conjunta por parte de ambas naciones. Putin, cuyas líneas rojas han sido traspasadas en el pasado, declaró en septiembre que un ataque con los ATACMS “significará que los países de la OTAN, EE UU y los países europeos, están en guerra con Rusia”.
La autorización de Washington a Ucrania para disparar los ATACMS contra Rusia podría acelerar una decisión similar por parte del Reino Unido y de Francia con su armamento de largo alcance Storm Shadow / Scalp, ya en posesión de las Fuerzas Aéreas Ucranias. Hasta ahora habían sido utilizados contra objetivos rusos en los territorios ocupados de Ucrania. Alemania ha descartado aportar sus misiles de largo recorrido Taurus por temor a provocar una mayor reacción militar de Moscú.
Ucrania recibió el domingo con sensaciones encontradas la autorización de la Casa Blanca para el uso de los ATACMS en suelo ruso porque se creía que la aprobación se limitaría a Kursk. Expertos militares consultados el lunes por EL PAÍS destacaron que la decisión de Biden llega demasiado tarde, ya que Rusia ha tenido meses para desplazar sus centros de mandos y bases logísticas clave más allá del alcance de los ATACMS.
La dependencia ucrania de la asistencia militar exterior ha sido uno de los asuntos más importantes de un nuevo plan presentado este martes por Zelenski en el Parlamento para reforzar la defensa nacional ucrania. El líder ucranio ha asegurado que la industria de defensa del país debe conseguir fabricar 3.000 misiles de crucero, desarrollar sus propios misiles balísticos y producir anualmente 30.000 drones.
Existe el riesgo para Kiev de que Donald Trump revierta la ayuda militar, incluida la transferencia de los ATACMS, cuando asuma la presidencia de EE UU en enero. El objetivo del republicano es forzar cuanto antes a Ucrania a negociar el final de la guerra aunque sea a costa de ceder territorio. Donald Trump Jr, hijo del presidente electo, llamó el domingo “imbéciles” a los responsables en la Casa Blanca de permitir el uso de los ATACMS en Rusia, y advirtió de que era un paso hacia la III Guerra Mundial. Michael Waltz, elegido por Trump como su próximo Asesor Nacional de Seguridad, también criticó la aprobación de Biden porque considera que aumenta la tensión bélica global.
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