Países Bajos constituye el primer Gobierno con mayoría de la extrema derecha
Las nuevas ministras de Asilo y Cooperación para el Desarrollo, del grupo del líder ultra Geert Wilders, han sido cuestionadas por sus ideas racistas
El primer Gobierno de Países Bajos con mayoría de la extrema derecha está ya constituido. Lo encabezará el Partido de la Libertad (PVV) del controvertido Geert Wilders, vencedor en las elecciones de noviembre de 2023, aunque él no será miembro del mismo. Los cuatro partidos que forman la coalición han tardado casi siete meses en ponerse de acuerdo. El nuevo jefe del Ejecutivo será Dick Schoof (67 años), un alto funcionario exsocialdemócrata que estuvo al frente de los servicios secretos y fue coordinador de la lucha antiterrorista. Y aunque Wilders no será primer ministro, las titulares de Asilo y Migración y de Cooperación para el Desarrollo —miembros de su formación— han sido ya cuestionadas por sus ideas de sesgo racista.
El nuevo Ejecutivo se reúne este lunes por primera vez con Schoof, que visitará después al rey Guillermo de Orange. Este martes, jurará o prometerá el cargo junto con el Consejo de Ministros, formado por 15 miembros. Luego posarán para la foto de familia con el monarca.
Hasta ahora, el PVV solo había rozado el poder con su apoyo desde el Parlamento al primer Gabinete de Mark Rutte, primer ministro saliente y nuevo secretario general de la OTAN. Ocurrió en 2010, y aquel Gobierno —de centroderecha— cayó apenas dos años después, cuando Wilders alegó que no quería respaldar la política de recortes de Rutte. Han pasado 12 años, y el líder ultra ha conseguido situarse en el centro del poder. En los pasados comicios, lemas como el suyo, resumidos en la idea de que “los neerlandeses son lo primero”, se impusieron entre el electorado.
Para poder gobernar, Wilders ha dejado a un lado su rechazo a la presencia de mezquitas y escuelas musulmanas en Países Bajos y al Corán. Su intento por mostrar una nueva vocación moderada fue tal que se ganó el apodo de Milders (de mild, suave en neerlandés, un juego de palabras con su apellido). Sabe, sin embargo, que ganó unos 2,5 millones de sufragios en 2023en parte porque capitalizó la crítica de muchos votantes ante una crisis de la vivienda asociada también a la inmigración. De ahí que en el reparto de ministerios, dos de los cinco reservados al PVV sean muy significativos: tendrá Asilo y Migración, y Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo. Y el perfil de las titulares de ambos departamentos ha causado ya sobresaltos.
Teoría del gran reemplazo
Marjolein Faber —nueva ministra de Asilo— ha tenido que dar explicaciones sobre su uso del término “reemplazo” en 2020, en una comparecencia en el Senado. Compartido en círculos de extrema derecha, sugiere que la población blanca europea está siendo sustituida por inmigrantes que desplazan a la cultura occidental, cristiana y blanca. Una élite global sería la responsable del cambio. La Oficina del coordinador nacional para la seguridad y la lucha antiterrorista (NCTV, en sus siglas neerlandesas) lo califica de “peligrosa teoría de la conspiración”. Dado que en origen la idea se remonta a círculos de la Alemania nazi y su reemplazo para germanizar las zonas ocupadas, Farber ha admitido que entendía que la expresión “implica un plan deliberado y eso es incorrecto e indeseable”. Para distanciarse de sus declaraciones, aseguró lo siguiente ante la comisión parlamentaria que ha entrevistado a todos los ministros y secretarios de Estado: “No tengo inconveniente en apartarme de esas palabras. Antes era diputada y estaba en la oposición. Ahora seré la ministra de todos”. Farber fue la segunda opción del PVV para el cargo. El primer seleccionado, Gidi Markuszower, nacido en Israel y de origen polaco, no pasó la criba de los servicios secretos neerlandeses.
Cuando llegó el turno ante los diputados de Reinette Klever, que será ministra de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo, estos no ocultaron su asombro al comprobar que la del “reemplazo” no le parecía una teoría racista. Eso sí, prefería usar otros términos y hablar de “descripciones factuales de un desarrollo demográfico”. A través de su cuenta en la red social X, Wilders alegó que sus ministras “emplean el lenguaje del hombre y la mujer de a pie”. Una vez que Faber se distanció de sus polémicas palabras, él volvió a la carga en las redes sociales diciendo que “al igual que el PVV, ella no tiene nada que ver con teorías conspirativas como la repoblación”.
La nueva coalición cuenta con una mayoría de 88 de los 150 escaños del Congreso. No ocurre lo mismo en el Senado, donde tiene 30 de los 75 asientos. Contando a los 13 secretarios de Estado ya designados y al primer ministro, habrá 18 hombres y 11 mujeres en el Ejecutivo. Además de la formación de Wilders, participan el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD, el grupo liberal de derecha de Rutte), el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB) y Nuevo Contrato Social, fundado por el exdiputado democristiano Pieter Omtzigt.
En marzo pasado, durante las negociaciones, Wilders constató que sus colegas no le apoyaban para ser primer ministro. Se acordó entonces que los cuatro líderes de la coalición permanecerían en el Parlamento como portavoces de sus respectivas formaciones. Lo han cumplido, y a partir de ahora podrá verse la influencia que ejerzan sobre los distintos ministerios. Es decir, si sus titulares tendrán libertad para elaborar sus planes o si puede acabar formándose una especie de Gabinete en la sombra. En especial en asuntos como la inmigración, puesto que el acuerdo marco pactado prevé pedir a la Comisión Europea no participar en la política de asilo y migración.
Una de las novedades anunciadas para el nuevo Ejecutivo era su composición a partes iguales por políticos y técnicos. Al final no ha sido así, y casi todos los seleccionados fueron antes diputados, senadores o incluso concejales. Para el PVV de Wilders son cinco de las 15 carteras. Junto a las dos ya mencionadas, se encargarán de Asuntos Económicos (cartera clave), Infraestructuras y Gestión del Agua y Sanidad. Nuevo Contrato Social ostenta cuatro ministerios: Asuntos Exteriores, Interior, Educación y Asuntos Sociales y Empleo. El VVD llevará Finanzas, Justicia, Defensa y Clima y Crecimiento Verde. Nuevo Contrato Social es, además, la formación que se propone vigilar el cumplimiento de la Constitución y la salud del Estado de derecho. Por último, el BBB, que es la voz del sector agrario, se ocupará de Vivienda y de Agricultura, y espera pedir a la UE exenciones en este terreno.
La ministra de Agricultura será Femke Wiersma, diputada de 39 años. Con experiencia como asesora del Sindicato de Productores Lecheros, participó en 2010 en el programa Granjero busca esposa, una serie televisiva a la que los candidatos, hombres y mujeres, acuden para buscar pareja. Casada con Gijsbert, uno de los granjeros de aquella temporada, tuvieron tres hijos y ahora están separados. En 2022 tuiteó sobre un grupo de ganaderos y agricultores ecológicos que “se preocupan de todo menos de los verdaderos granjeros”. No se ha retractado porque no le parece que interfiera en su trabajo.
Este domingo, en su despedida del cargo, Mark Rutte, envió un mensaje a la nación y también a la nueva coalición. En una alocución televisada, subrayó la importancia de atenerse a la “mejor tradición neerlandesa de consulta, sensatez en los compromisos y no huir de la responsabilidad”. Wilders le retiró su apoyo desde el Parlamento en 2010, dejándolo caer. “Juntos sois más fuertes que solos”, advirtió el primer ministro saliente al marchar.
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