Claves | Los argumentos del fiscal de La Haya para pedir la detención de Netanyahu y la cúpula de Hamás
El Tribunal Penal Internacional considera que hay “motivos razonables” para creer que tanto los líderes israelíes como los jefes de la milicia palestina son responsables de crímenes de guerra y de lesa humanidad
El fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI), Karim Khan, pidió este lunes a los jueces permiso para emitir órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su titular de Defensa, Yoav Gallant, al considerar que hay “motivos razonables para creer” que son responsables de crímenes de guerra y contra la humanidad por la ofensiva lanzada en Gaza. La misma decisión ha tomado en contra de tres miembros de la cúpula de Hamás por el ataque del 7 de octubre en el que murieron 1.200 israelíes. Estas son las claves de la histórica decisión.
¿De qué se acusa a Netanyahu?
La oficina de Khan emitió un comunicado en el que sostiene que existen “motivos razonables” para creer que tanto Netanyahu como Gallant son “penalmente responsables” de crímenes de guerra y de lesa humanidad desde, al menos, el pasado 8 de octubre. Entre estos crímenes figuran hechos como matar de hambre a civiles como método de guerra, causar deliberadamente grandes sufrimientos y cometer un exterminio. “Los crímenes de lesa humanidad imputados se cometieron como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil palestina en aplicación de la política del Estado [de Israel]. Estos crímenes, en nuestra opinión, continúan en la actualidad”, se lee en el documento.
¿Y a los líderes de Hamás?
Khan acusa en el mismo comunicado a tres miembros de la cúpula militar y política de Hamás: el jefe en Gaza de la milicia, Yahia Sinwar; el líder del brazo político, Ismail Haniya, y el comandante del ala militar, Mohamed Diab Ibrahim al Marsi. Según el fiscal del TPI, los milicianos “son penalmente responsables” de crímenes de guerra y de lesa humanidad como exterminio, toma de rehenes, actos de violencia sexual o tortura, todos ellos contrarios al Estatuto de Roma, base fundamental del tribunal, con sede en La Haya. “Estas personas planearon e instigaron la comisión de los crímenes el 7 de octubre de 2023 y, a través de sus propias acciones, incluidas las visitas personales a los rehenes poco después de su secuestro, han reconocido su responsabilidad en dichos crímenes”, sustenta la oficina de Khan.
¿Cómo se ha llegado a esta conclusión?
La Fiscalía del TPI afirma que hay suficientes pruebas para creer que Netanyahu y Gallant son responsables de crímenes de guerra. Para llegar a esta conclusión se han necesitado entrevistas con supervivientes y testigos presenciales de las acciones del ejército israelí en la franja de Gaza, además de “material de vídeo, fotográfico y sonoro autenticado, e imágenes por satélite”. Esta documentación “demuestra que Israel ha privado de forma intencionada y sistemática a la población civil de todas las partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana”.
Por otro lado, para las acusaciones contra la cúpula de Hamás, Khan entrevistó a víctimas y supervivientes, “entre ellos antiguos rehenes y testigos presenciales” de los ataques del 7 de octubre en el sur de Israel. El fiscal viajó a los kibutz afectados y a la zona en la que se celebró el festival de música Supernova, en la que pudo presenciar “las devastadoras escenas de estos ataques y el profundo impacto de los desmesurados crímenes imputados en las demandas presentadas” el lunes. “Hablando con los supervivientes, escuché cómo el amor dentro de una familia, los lazos más profundos entre un padre y un hijo, fueron retorcidos para infligir un dolor insondable mediante una crueldad calculada y una insensibilidad extrema. Estos actos exigen una rendición de cuentas”, sentencia Khan.
¿Cuál es la lectura de la situación de Gaza?
Para justificar la acusación en contra de Netanyahu y Gallant, Khan ofrece un panorama devastador de la franja de Gaza. A través del asedio total —como el cierre de los pasos fronterizos y los cortes de electricidad—, la oficina del fiscal “sostiene que esos actos se cometieron como un plan común para utilizar la inanición como método de guerra”. Según el comunicado, los castigos contra la población civil de Gaza —entre la que se cuentan cientos de miles de desplazados— son “agudos, visibles y ampliamente conocidos”. Gracias a entrevistas con médicos locales e internacionales, Khan da cuenta de desnutrición, deshidratación y “un número creciente de muertes” entre los palestinos, particularmente niños.
¿Qué dice del derecho a la defensa de Israel?
“Israel, como todos los Estados, tiene derecho a tomar medidas para defender a su población”, señala Khan. Sin embargo, ese derecho “no exime” a Israel de su obligación de cumplir con el derecho internacional humanitario. Los medios que usó el ejército israelí, bajo las órdenes de Netanyahu y Gallant —según explica el fiscal del TPI—, son criminales, pues era conocido que causarían “intencionadamente la muerte, inanición, grandes sufrimientos y lesiones graves en el cuerpo o la salud de la población civil”.
Khan recalca que “no pudo ser más claro” en sus numerosas declaraciones desde el inicio de la ofensiva sobre Gaza de la necesidad de que Israel “adopte medidas urgentes” para permitir el acceso de ayuda humanitaria a gran escala. “Como también subrayé repetidamente en mis declaraciones públicas, quienes no cumplan la ley no deben quejarse después cuando mi Oficina tome medidas. Ese día ha llegado”, apunta.
Hace un mes, Netanyahu desafió al tribunal al afirmar que Israel no aceptaría ningún intento de “socavar su derecho fundamental a defenderse”.
¿Qué sucede ahora?
La petición de Khan pasa ahora a una sala de instrucción, que estará compuesta por tres magistrados: la presidenta, la rumana Iulia Motoc, la jueza mexicana María del Socorro Flores Liera y la jueza Reine Alapini-Gansou, de Benín, informa Reuters. No hay un plazo determinado para que la sala tome una decisión, pero en casos anteriores los jueces suelen tardar varios meses. Esto quiere decir que, hasta que no se produzca una orden formal de arresto, los líderes israelíes y los de Hamás pueden viajar libremente, sin riesgo de ser detenidos en alguno de los países signatarios del TPI (Israel no lo es, pero el tribunal sí reconoce a Palestina).
La investigación, por su parte, sigue adelante. Khan pide que se permita a su oficina y a los magistrados “llevar a cabo su labor con plena independencia e imparcialidad”. Incluso, admite, la Fiscalía “está avanzando en múltiples e interconectadas líneas de investigación adicionales”, como las denuncias de violencia sexual por parte de Hamás o las muertes de civiles en Gaza por los bombardeos de Israel.
Y hace una última advertencia: “Mi oficina no dudará en presentar nuevas solicitudes de órdenes de detención siempre y cuando consideremos que se ha alcanzado el umbral de una perspectiva realista de condena. Renuevo mi llamamiento a todas las partes en el conflicto actual para que cumplan la ley ahora”.
¿Cómo han reaccionado Israel y Hamás? ¿Y EE UU?
Netanyahu aseguró este lunes que la decisión de Khan está dirigida “contra todo el Estado de Israel”. “Así es exactamente el nuevo antisemitismo, que ha pasado de los campus en Occidente al tribunal en La Haya”, dijo en un comunicado en vídeo. El Gobierno israelí, además, sostuvo que pedirá a otros países que anuncien el rechazo a la decisión y que, en caso de que ocurra, incumplan con las órdenes de arresto en contra de Netanyahu y Gallant.
A Hamás tampoco le ha gustado la noticia. En un comunicado, el movimiento fundamentalista lamenta el “intento de equiparar a la víctima con el victimario” y reclama que la petición contra los líderes israelíes llega “siete meses tarde”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó en un comunicado de “escandalosa” la acusación contra los líderes israelíes. “Déjenme ser claro. Sea lo que sea lo que este fiscal quiera querer insinuar, no hay ninguna equivalencia, ninguna, entre Israel y Hamás”, sostiene.
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