El ministro principal de Escocia: “No me planteo una vía unilateral. El referéndum de independencia debe ser legal”
El jefe del Gobierno escocés, el musulmán Humza Yousaf, considera que el Partido Conservador británico “ya solo busca provocar división con el racismo y la islamofobia”
Humza Yousaf (Rutherglen, Escocia, 38 años) es el ministro principal de Escocia. El primer musulmán en ocupar el cargo. Preside, además, el Partido Nacional Escocés (SNP, en sus siglas en inglés), en sustitución de Nicola Sturgeon, que dejó atrás una formación dividida, sumida en un escándalo de presunta corrupción y con el proyecto de la independencia encarrilado hacia la unilateralidad, y hacia un choque de trenes con Londres.
El pasado 7 de octubre, cuando Hamás llevó a cabo los atroces actos terroristas en Israel, Yousaf acudió de inmediato a una sinagoga para abrazar al rabino y templar tensiones. El político escocés, de origen paquistaní y cuyo suegro es palestino, vio después cómo los padres de su mujer quedaban atrapados varios días bajo las bombas de Gaza, donde habían ido a visitar a unos familiares.
Ni siquiera esa angustia rebajó su insistencia en moderar el tono y evitar las soflamas incendiarias en las que, según acusa, han caído los conservadores británicos. Yousaf recibe a varios corresponsales de los diarios de LENA (alianza europea de periódicos, entre ellos, EL PAÍS) en la Casa de Escocia en Londres.
Pregunta. El Brexit ha desaparecido del debate político en el Reino Unido, pero sigue vivo en el debate escocés.
Respuesta. Creo que las pruebas son ya indiscutibles: el Brexit ha sido un desastre sin paliativos. Son ya muy numerosos los economistas y expertos de toda tendencia que aseguran que el Reino Unido está peor que otros países de su entorno. Por eso necesitamos la independencia más que nunca, porque Escocia está hoy atada a un Reino Unido en declive económico por su salida de la UE.
P. A diferencia de su predecesora, Nicola Sturgeon, usted cree que solo hay una vía hacia la independencia.
R. No hay atajos ni varitas mágicas. No hay una vía secreta hacia la independencia. El Gobierno británico debe escucharnos y respetar el voto democrático. Y eso solo lo conseguiremos si aumentamos en casa [en Escocia] el apoyo a la independencia.
P. Por lo tanto, nada de unilateralidad. Sturgeon llegó a proponer que las próximas elecciones generales [sin fecha aún, pero previsiblemente en noviembre] fueran un referéndum de facto…
R. No me planteo ninguna vía unilateral. Debe ser un referéndum legal y vinculante. No hay otro modo de lograr la independencia. Por eso debemos crear la necesaria presión política para que el Gobierno del Reino Unido no tenga otra opción que atender la voluntad de la ciudadanía.
P. El Partido Laborista está en racha, las encuestas pronostican su victoria. Si recupera votos en Escocia, se desinflaría la causa independentista.
R. Se lo diré claramente: solo cuando el SNP gana elecciones avanza la causa independentista. Por eso nuestro mensaje debe ser ese: si crees en la independencia, tienes que votarnos.
P. Las relaciones del SNP con el independentismo catalán han sido siempre muy buenas. ¿Creen que la amnistía pactada con el Gobierno español es una vía de reconciliación?
R. La cuestión de la independencia escocesa es un asunto interno entre los gobiernos escocés y británico. Lo mismo se puede decir de Cataluña. Nosotros no vamos a interferir en un asunto interno. Solo a los gobiernos español y catalán les corresponde discutir el asunto de la amnistía. Nosotros confiamos en seguir teniendo buenas relaciones con ambos.
P. La tragedia del 7 de octubre y la de Gaza. Como líder musulmán y británico, ¿le ha sido complicado buscar el equilibrio?
R. No es un asunto de buscar el equilibrio. La cuestión es: ¿estamos dispuestos a reclamar humanidad, compasión y toda la verdad? Porque eso es lo que necesitamos. No veo ningún conflicto a la hora de expresar nuestro dolor y pena por las familias israelíes cuyos seres queridos siguen secuestrados por Hamás, y expresar a la vez nuestro dolor, pena y compasión por los habitantes de Gaza, que están sufriendo una catástrofe humanitaria inimaginable.
P. El Reino Unido suspendió su aportación financiera a la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). El Gobierno escocés ha aportado ya casi 900.000 euros.
R. Son varios los países europeos que nunca suspendieron su financiación a la UNRWA, entre ellos España. Nunca he creído en el castigo colectivo. Las acusaciones que señalan la connivencia de parte de su personal en los ataques terroristas deben ser investigadas, por supuesto, y castigar a los culpables, si los hay. Pero retirar la financiación supone castigar a 2,2 millones de inocentes que viven en Gaza.
P. ¿Cuál es la solución ante este conflicto?
P. Solo lograremos la estabilidad a largo plazo si existen dos Estados, y un modo de lograr eso es a través del reconocimiento del Estado palestino. Por eso me alegra observar el movimiento llevado a cabo por algunos países, como España, cuyo Gobierno se ha comprometido a reconocer ese Estado palestino al final de su actual mandato parlamentario.
P. El Gobierno de Rishi Sunak asegura que la democracia británica está en peligro por la amenaza de los extremismos y quiere ampliar su definición legal. ¿Está de acuerdo?
R. Dependerá de la definición final. Pero lo que puedo decir, de momento, es que la aproximación del Gobierno conservador británico frente a los episodios de islamofobia, antisemitismo o las protestas en la calle ha sido más bien la de inflamar las divisiones y las tensiones que ya existían.
P. ¿Hay islamofobia en el Partido Conservador?
R. Se han dedicado a estigmatizar a la comunidad musulmana. Hemos visto ejemplos terribles de islamofobia procedentes del Partido Conservador. Sugeriría al Gobierno que no afrontara las próximas elecciones generales desplegando una guerra cultural que va a provocar mayor división, sino que, más bien, intentara unir a las personas.
P. Las palabras deben medirse en este clima de tensión. ¿Hablaría usted de genocidio en Gaza?
R. Mi postura sobre el genocidio está muy clara, es algo que corresponde decidir a los tribunales internacionales. Pero también he expresado de modo inequívoco mi convicción de que algunas declaraciones de miembros del Gobierno israelí, como las del ministro de Seguridad Nacional o las del de Economía, suponen una defensa de manual de lo que sería una limpieza étnica.
P. ¿Teme que la islamofobia o el racismo sean moneda de cambio en las elecciones generales?
R. Creo que en el entorno de Westminster [sede del Parlamento del Reino Unido], en los últimos 14 años, tanto con los laboristas como con los conservadores, se ha creado un discurso muy negativo respecto a la inmigración, en contra de las evidencias del día a día, que demuestran que los inmigrantes aportan más de lo que reciben. Los conservadores ya no pueden aportar credibilidad económica ni ninguna otra propuesta. Van a crear división y a exprimir a los votantes con asuntos como la migración, la islamofobia o el multiculturalismo. Como consecuencia, los más vulnerables de nuestra sociedad acabarán siendo el objetivo a abatir.
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