El juez de Georgia desestima tres cargos contra Trump por su intento de pucherazo electoral

“Todo lo que quiero hacer es esto. Solo quiero encontrar 11.780 votos, que es uno más de los que tenemos [por necesitamos]”. La famosa llamada del entonces presidente Donald Trump al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, que aparentaba un intento de amaño electoral, dio lugar a una acusación contra Trump por solicitar a un funcionario público violar su juramento. Scott McAfee, el juez de Georgia que lleva el caso, sin embargo, ha desestimado por sorpresa este miércoles esa acusación contra Trump y otras dos por el mismo delito, más tres contra otros acusados. Es la primera vez en las cuatro imputaciones que se desestiman cargos contra el expresidente, en lo que supone una victoria para él y un varapalo para la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, encargada del caso, pero que la defensa quiere apartar por su relación sentimental con uno de sus subordinados.

McAfee mantiene el grueso de la acusación contra Trump, pues siguen vivos 10 de los 13 cargos inicialmente presentados. Entre otras cosas, la fiscal ha acudido a leyes pensadas para combatir a la mafia para acusar al expresidente de liderar una organización criminal para dar un pucherazo electoral en Georgia tras su derrota frente a Joe Biden en las presidenciales de 2020.

La llamada no desaparece y puede servir como elemento de prueba en otras de las acusaciones, pero el juez considera que la acusación de solicitar a un funcionario público violar su juramento no es suficientemente específica como para reunir los elementos del tipo delictivo. McAfee deja la puerta abierta a que la fiscal vuelva a presentar la acusación por los cargos ahora desestimados.

El auto dictado por McCafee, de nueve páginas, archiva las seis acusaciones centradas en ese tipo delictivo. En el caso de Trump, una es por la llamada a Raffensperger del 2 de enero de 2021 para que encontrase más votos. Otra, por pedir al presidente de la Cámara de Representantes de Georgia violar su juramento al solicitarle que convocase una sesión especial para designar ilegalmente a los electores presidenciales. La tercera, por pedir también a Raffensperger violar su juramento, ya en septiembre de 2021, solicitándole o importunándole para que anulara ilegalmente su certificación del resultado de las elecciones.

Los otros tres cargos desestimados son de naturaleza similar, pero no tienen como protagonista a Trump. La decisión beneficia, entre otros, al exjefe de gabinete de la Casa Blanca Mark Meadows; al abogado de Trump y exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, y a un funcionario del Departamento de Justicia de la Administración de Trump, Jeffrey Clark.

Falta de concreción

La fiscal había alegado que los actos de los acusados implicaban solicitar la violación del juramento de cumplir con las Constituciones de Estados Unidos y del Estado de Georgia, pero el juez considera que eso “es tan genérico” que le obliga a atender el recurso de los acusados para desestimar los cargos. “Por sí sola, la Constitución de Estados Unidos contiene cientos de cláusulas, cualquiera de las cuales puede ser objeto de estudio durante toda una vida. Académicos y litigantes dedican toda su carrera a la especialización de una sola enmienda”, ilustra.

“La falta de detalle sobre un elemento jurídico esencial es, en opinión del abajo firmante, fatal. Estos seis cargos contienen todos los elementos esenciales de los delitos, pero no alegan con suficiente detalle la naturaleza de su comisión”, sostiene el juez McAfee. “No dan a los acusados suficiente información para preparar sus defensas de forma inteligente, ya que los acusados podrían haber violado la Constitución y, por tanto, la norma penal de docenas, sino cientos, de formas distintas”, añade.

McAfee deja tres opciones a la Fiscalía. Puede abandonar esos cargos, recurrir a una instancia superior o tratar de volver a presentarlos ante un gran jurado con una precisión mayor, según indica en una nota a pie de página del escrito.

El fallo es un duro golpe para la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis. Llega cuando el juez McAfee está estudiando la posibilidad de excluirla del caso por lo que los abogados de la defensa han alegado que es un conflicto de intereses debido a su relación sentimental con el fiscal especial Nathan Wade. Willis, que ha dicho que su relación terminó hace meses, sostiene que no hay conflicto de intereses y no hay razón para apartarla del caso. De la decisión que tome el juez, que se espera para esta semana, puede depender la evolución del caso.

Trump tiene cita para sentarse en el banquillo de los acusados el 25 de marzo en Nueva York. Sin embargo, los abogados del presidente han pedido a última hora (y fuera del plazo contemplado) que el caso se suspenda hasta que el Tribunal Supremo decida sobre la inmunidad por los actos de un presidente en el ejercicio de su cargo. En el caso de Nueva York se acusa a Trump por las falsedades mercantiles en los pagos para ocultar escándalos en la campaña de las presidenciales de 2016 (uno de ellos a la actriz porno Stormy Daniels, para silenciar una supuesta aventura extramatrimonial). Aunque ocurrieron antes de que Trump fuera presidente, la defensa alega que se están usando como materia probatoria mensajes y declaraciones de cuando estaba en la Casa Blanca.

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