Un anestesista valenciano de Médicos Sin Fronteras, primer evacuado español de Gaza

Raúl Incertis, un anestesista valenciano de 40 años, es el primer español que consigue salir de Gaza desde que Hamás lanzó un ataque terrorista contra Israel el pasado 7 de octubre y el ejército israelí impuso un asedio medieval a la Franja. Incertis ha entrado este miércoles en Egipto por el paso de Rafah, que se ha abierto por vez primera en las últimas tres semanas para permitir la salida de 76 heridos palestinos y 345 extranjeros.

El anestesista español pertenece a Médicos Sin Fronteras y formaba parte del equipo internacional de la ONG, con 22 cooperantes, que se desplazó al sur de Gaza el pasado día 13, después de que el ejército israelí ordenase a la población que evacuase el norte de la Franja. Desde entonces había permanecido a la espera de poder cruzar la frontera con Egipto, lo que todos ellos han hecho este miércoles.

Su nombre aparecía en el listado publicado por el Organismo General para Cruces y Fronteras, dependiente del Gobierno de Gaza, en manos de Hamás, con los nombres de unos 500 ciudadanos con pasaporte extranjero a los que se permitía abandonar la Franja. En la relación aparece otro español, empleado de Naciones Unidas, que no llegó a Egipto este miércoles, aunque se ha anunciado que el paso de Rafah volverá a abrirse este jueves para que pasen los restantes.

Fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores aseguran que “se sigue trabajando para evacuar a todos los españoles que quieran salir de Gaza”. El censo en poder del Consulado General de España en Jerusalén incluye a unas 140 personas, en su mayoría con doble nacionalidad, aunque no se descarta que la cifra definitiva engorde con la inclusión de familiares. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha anunciado que las Fuerzas Armadas están listas para enviar un avión a Egipto y repatriar a los españoles en cuanto estos consigan salir de Gaza. Defensa ya organizó en octubre la repatriación de los turistas españoles que quedaron atrapados en Israel.

El pasado día 27, en unas declaraciones desde Gaza publicadas en la web de la propia ONG, Incertis explicaba que “la falta de agua es alarmante […], las desalinizadoras están trabajando a un ritmo muy bajo por falta de gasolina y las plantas desaladoras han dejado de trabajar con el riesgo de aparición de enfermedades. Los hospitales están racionando las horas de luz y algunos solo tienen para quirófanos o la UCI”.

La situación la tachaba de “horrible, pavorosa” y, tras explicar que entre el 25 y el 26 “el volumen de los bombardeos fue asfixiante”, se preguntaba por qué Israel bombardeaba el sur de la Franja cuando había instado a la población a que se trasladara allí. “En las últimas 24 horas, el 65% de las muertes se han producido en el sur”, denunciaba. La ayuda que había empezado a entrar en Gaza, añadía, era “totalmente insuficiente. Como intentar apagar un incendio forestal con un vaso de agua”.

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