Los 32 segundos finales en la vida de Prigozhin, el hombre que desafió a Putin

Los vecinos de la aldea Kuzhenkino, al oeste de Rusia, grabaron este miércoles cómo el avión del dueño de Wagner, Yevgueni Prigozhin, se precipitaba en una caída prácticamente vertical en sus últimos segundos antes de impactar contra el suelo. El fuselaje dejó tras de sí una estela de humo. El aparato había despegado de Moscú rumbo a San Petersburgo con 10 personas a bordo, incluido Prigozhin. Todo transcurría con normalidad hasta las 18:19 de Moscú, una hora menos en la España peninsular. Entonces algo le sucedió al aparato. Durante 32 segundos ascendió y descendió violentamente como si intentara zafarse del destino. Después desapareció de los radares. Y solo quedaron sus últimas imágenes como testimonio de la tragedia.

“Quiero expresar mi más sentido pésame a las familias de todas las víctimas. Siempre es una tragedia”, afirmó este jueves el presidente ruso, Vladímir Putin, al que el entorno de Wagner ha acusado de la muerte de su líder. “Conocí a Prigozhin hace mucho tiempo, a principios de los años noventa”, agregó el mandatario, quien calificó al empresario como “un hombre con un destino difícil” que “cometió errores graves en vida, pero logró los objetivos que necesitaba, tanto para él mismo como los que le pedí por la causa común”. El siniestro se produjo cuando se cumplían dos meses del motín que Prigozhin protagonizó contra el Kremlin. Entonces, columnas de blindados se dirigieron durante horas a Moscú, en lo que supuso la mayor amenaza que ha conocido Putin en sus más de dos décadas en el poder.

No se sabe aún con certeza qué mató a Prigozhin y a la cúpula de Wagner (además de dos pilotos y una azafata), pero tanto los servicios de inteligencia de Estados Unidos como algunos medios rusos apuntan a un ataque contra el avión. En sus análisis preliminares, Washington considera la posibilidad de que hubiera una bomba a bordo u otra forma de sabotaje. El avión se estrelló como consecuencia de un plan para asesinar a Prigozhin, pero no parece haber sido derribado por un misil tierra-aire, como habían asegurado canales de redes sociales cercanos a Wagner, según ha asegurado el Pentágono, informa Macarena Vidal Liy desde Washington.

El presidente Joe Biden había declarado el miércoles en Nevada, donde se encuentra de vacaciones, que desconocía lo que había ocurrido, pero que no le sorprendía. “No pasan muchas cosas en Rusia en las que Putin no esté detrás”, añadió.

El diario Kommersant publicó este jueves que los expertos en accidentes aéreos apuntaban a que la causa del suceso “podría ser una explosión en la sección de cola del avión, que se desprendió del mismo”. Los vecinos de la zona contaron a los medios rusos que escucharon dos explosiones antes de ver cómo se precipitaba el aparato contra el suelo. Al impactar, los depósitos se convirtieron en una bola de fuego con el combustible casi sin gastar desde el despegue.

“Un ataque o una explosión a bordo provocaron el desastre”, agregan los analistas consultados por Kommersant. “La prueba es la destrucción del avión comercial en el aire. Su sección de cola fue encontrada lejos del lugar del accidente y en los restos, incluida el ala, se ven numerosos agujeros”, agregaba.

Moscú rechaza cualquier análisis externo. “Se ha iniciado una investigación, se ha abierto un caso, y los expertos están trabajando. Sugiero centrarse en los hechos y no en lo que dicen los medios de comunicación occidentales”, respondió el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, al ser preguntado por el presentador Pável Zarubin.

“Se están realizando exámenes técnicos y genéticos. Tomará algún tiempo”, manifestó Putin. “El jefe del Comité de Investigación [Alexánder Bastrykin] me informó esta mañana. Ya han puesto en marcha una investigación preliminar sobre el incidente. Se llevará a cabo completamente hasta su final”, añadió el jefe del Kremlin. “Ya veremos qué dicen los investigadores en un futuro próximo”.

Restos carbonizados

El portal Flightradar24, especializado en la aviación comercial, publicó sus datos de los últimos momentos del Embraer Legacy 600 en el que falleció Prigozhin, según adelantó el propio Putin. Los restos de todas las víctimas quedaron tan carbonizados y dañados que la morgue de la localidad de Tver, adonde fueron trasladados este jueves, envió muestras biológicas de los cadáveres a Moscú para su análisis genético.

El avión, matrícula RA-02795, despegó desde un aeródromo situado al noroeste de la capital rusa a las 17:59 hora local. 11 minutos después alcanzó los 8.500 metros de altura y continuó en vuelo nivelado hasta las 18:19. Entonces algo hizo zozobrar el aparato en sus últimos 32 segundos registrados.

“La velocidad vertical disminuyó drásticamente y la aeronave descendió brevemente antes de ascender a una altitud máxima de 9.174 metros. Entonces descendió de nuevo a aproximadamente 8.382 metros, y volvió a subir a 8.930 metros”, recoge el informe de Flightradar24. Después comenzó una caída vertiginosa. “Los últimos datos fueron recibidos a las 18:20:14 y muestran una altitud de 6.012 metros”, añade el portal.

Sobre el suceso tardó en pronunciarse más de 24 horas el jefe de la república rusa de Chechenia, Ramzán Kadírov. “No vio o no quiso ver el panorama completo de lo que está sucediendo en el país. Le pedí que dejara a un lado las ambiciones personales por asuntos de suma importancia nacional. Todo lo demás podía decidirse más tarde, pero él era así”, afirmó el líder checheno.

Quien no ha hecho manifestación alguna es alguien muy próximo a Prigozhin: el presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko. Lukashenko, que ejerció como mediador entre Putin y el mercenario durante el motín del 23 y 24 de junio, garantizó personalmente la seguridad del dueño de Wagner a cambio de poner fin a su rebelión.

El mandatario bielorruso, que no ha comentado la tragedia, felicitó a Ucrania en el día de su independencia. “Después de obtener la independencia hace más de tres décadas, nuestros países han elegido caminos independientes para su desarrollo y la construcción del futuro, por lo que debemos crear oportunidades seguras para una coexistencia digna en toda la región. Debemos utilizar el valor de nuestra vecindad para poner fin al enfrentamiento”, afirmó Lukashenko mientras la guerra de Putin en Ucrania ha cumplido ya su primer año y medio.

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