Así fue la respuesta de la policía al tiroteo del centro comercial de Allen, en Texas
El Departamento de Policía hace públicas las imágenes de la cámara corporal del oficial que respondió al ataque de un neonazi que mató a ocho personas e hirió a varias más el 6 de mayo
Un video publicado este miércoles muestra lo rápido que un día común puede convertirse en la peor pesadilla. En las imágenes puede verse a un policía del condado de Allen, Texas, teniendo un intercambio cotidiano con una familia en el aparcamiento de un centro comercial a las afueras de Dallas. El uniformado, del que no se ha revelado el nombre, está hablando a dos niños de la importancia de usar el cinturón de seguridad. Instantes después se escuchan varios tiros. Era un tiroteo masivo. La madre se lleva a los niños y al policía le basta una fracción de segundo para decidir qué hacer. Recoge su rifle de asalto de la patrulla, se comunica por la radio y va en busca del tirador de la matanza de Allen, que dejó ocho muertos y varios heridos el 6 de mayo.
En momentos, aquel sábado se convirtió en una zona de guerra. “¡Tenemos un tirador activo!”, grita el oficial a toda voz. Avanza corriendo y pide a la gente huir. “¡Muévanse, váyanse de aquí!”, dice. “Estoy viendo gente herida”, comunica por la radio. “Me estoy moviendo lo más rápido que puedo”, dice a sus compañeros, que le escuchan en el centro de control. Después de avanzar cuatro minutos por el centro comercial, el oficial se encuentra finalmente con el tirador en el mismo pasillo. Dispara a la distancia, protegido detrás de una columna. “Suelta el arma”, le grita. Del otro lado hubo solo silencio. Los disparos del asesino dejan de oírse.
El Departamento de Policía de Allen hizo público el video de la cámara corporal del oficial, que es considerado un héroe anónimo que salvó varias vidas gracias a su rápida respuesta. No está todavía listo para darse a conocer, según sus superiores. Todavía no digiere del todo lo que ocurrió aquella mañana. “El oficial reconoció el peligro, corrió hacia los disparos y neutralizó la amenaza. Por sus acciones, la comunidad de Allen le estará siempre agradecida”, ha dicho el jefe de la policía, Brian Harvey. “Si no hubiera estado allí, creo que hubiéramos tenido una situación mucho más severa”, dijo en mayo pasado Hank Sibley, del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Este lunes, autoridades de los Texas Rangers, la policía estatal, y de la fuerza de Allen, presentaron ante un gran jurado su testimonio sobre la respuesta al ataque perpetrado por Mauricio García, un hombre de 33 años que simpatizaba con la ideología neonazi. El atacante tenía con él tres armas, entre ellas un rifle AR-15, y otras cinco en su vehículo. Estaba vestido con ropa táctica. El martes, los integrantes del jurado decidieron que el uso de la fuerza del oficial fue justificada, lo que le ha librado el camino de posibles demandas de malas prácticas tras su actuación.
El centro comercial, Allen Premium Outlets, reabrió sus puertas a principios de este mes después de haber cerrado desde el día del incidente. Algunas tiendas, no obstante, siguen estando cerradas. Los dueños del establecimiento han hecho públicas sus intenciones de crear en los próximos meses un memorial con los nombres de las víctimas. La comunidad, de 100.000 personas, ubicada a unos 40 kilómetros al norte de Dallas, sigue herida. Tienen a un héroe sin nombre a quien pueden agradecer que la tragedia no haya sido mayor.
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