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Ucrania celebra el caos en Rusia, que interpreta como un signo de debilidad de Putin

“Cuanto más tiempo mantengan a sus tropas y mercenarios en nuestra tierra, más caos, dolor y problemas tendrán”, advierte Zelenski

Guerra en Ucrania
Miembros de los servicios de emergencia, en un edificio de 25 plantas dañado durante un bombardeo ruso sobre Kiev, en el que murieron tres personas este sábado.Andrew Kravchenko (AP)
Luis de Vega

Ucrania celebra con alivio el conflicto entre el responsable de la empresa de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, y las más altas esferas del poder del Kremlin. El Gobierno de Kiev lo ve no solo como un signo de debilidad interna, sino también un choque que tendrá consecuencias para la invasión de territorio ucranio. “La debilidad de Rusia es obvia. Debilidad a gran escala. Y cuanto más tiempo mantenga Rusia a sus tropas y mercenarios en nuestra tierra, más caos, dolor y problemas tendrá para sí misma”, comentó el presidente Volodímir Zelenski este sábado, antes de que Wagner anunciara que daba marcha atrás al avance hacia Moscú.

Tras el anuncio de Prigozhin de que sus mercenarios no continuarían hacia Moscú, el presidente Zelenski volvió a pronunciarse. “Hoy, el mundo ha visto que los jefes de Rusia no controlan nada. Absolutamente nada. Caos completo”, escribió. Y, en un mensaje dirigido a Putin, añadió: “Cuanto más tiempo estén tus tropas en Ucrania, más devastación llevarán a Rusia. Cuanto más tiempo esté esa persona en el Kremlin, más desastres habrá”.

Antes de estos mensajes, el ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, había hecho un llamamiento a los que se han alineado con las posturas de Moscú. “Aquellos que dijeron que Rusia era demasiado fuerte para perder: miren ahora”, tuiteó. “Es hora de abandonar la falsa neutralidad y el miedo a la escalada; dar a Ucrania todas las armas necesarias; olvidarse de la amistad o los negocios con Rusia. Es hora de poner fin al mal”, añadió el jefe de la diplomacia ucrania.

La tensión se ha disparado dentro de Rusia en un momento en el que el ejército de Kiev está concentrado en la contraofensiva que puso en marcha hace tres semanas para recuperar terreno ocupado por los rusos. También coincide con el explosivo anuncio que realizó el polémico Prigozhin de retirar a sus hombres del frente desde el 1 de junio. Autoridades y analistas ucranios entienden ahora que los acontecimientos desatados al otro lado de la frontera no benefician en nada a los movimientos de tropas del Kremlin que ocupan el país vecino y han de afrontar el empuje de las Fuerzas Armadas ucranias. La guerra sigue en todo caso su curso y tres personas murieron en Kiev este sábado en el último bombardeo ruso sobre la capital.

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“Hoy, Ucrania se ha acercado unos pasos más a la victoria completa sobre Rusia y a la devolución completa de sus territorios, incluida Crimea”, señaló Anton Gerashenko, asesor del Ministerio del Interior, en un comentario que hizo público a través de sus redes sociales. “Esta es una rebelión, no contra los criminales de guerra Shoigú y Gerasimov (responsables del Ministerio de Defensa ruso), sino contra el propio Putin, cuyo lugar Prigozhin siempre ha querido ocupar para crear su propio régimen en Rusia”, añadió.

Desde el entorno de Zelenski también siguen de cerca la evolución de la crisis rusa. “Todo acaba de comenzar en Rusia”, afirmó Mijaílo Podoliak, principal asesor del presidente, quien en sus redes sociales destacó que no es posible que las dos partes, el Kremlin y Yevgueni Prigozhin, un multimillonario y polémico empresario antaño amigo de Putin, se salven de la derrota. Para Andri Yermak, jefe de la oficina presidencial, “una guerra civil rusa era el único resultado plausible de la invasión ilegal de Ucrania por parte de Putin”. “La historia nos muestra que todos los dictadores eventualmente colapsan bajo el peso de sus contradicciones y su arrogancia”, dijo en Twitter.

El levantamiento de Prigozhin apunta a que Moscú se va a ver obligada a mirar más hacia su propio territorio y menos hacia la Ucrania que mantiene invadida. Y todo lo que sea desviar la atención del objetivo que se marcó el presidente ruso con su invasión a gran escala es recibido casi como una bendición en medio de la guerra. Que las desavenencias entre Prigozhin, Putin y el Ministerio de Defensa ruso hayan saltado por los aires no se trata únicamente de un conflicto interno ruso, pues sus consecuencias directas en Ucrania ante la actual coyuntura bélica son indudables, como las autoridades de Kiev reconocen.

“Un escenario beneficioso” para Ucrania

En un país como Rusia, en el que disentir y ejercer la oposición es peligroso, Prigozhin está sacando a la luz las dudas que subyacen respecto a la campaña militar en Ucrania y las diferencias internas sobre los planes imperialistas de Putin, entiende Oleksandr Slyvchuk, coordinador del programa de cooperación para España y Latinoamérica en el Centro de Diálogo Transatlántico de Kiev.

Este analista cree que el jefe de los mercenarios —que graba vídeos y lanza desafiantes mensajes con frecuencia desde zonas de Ucrania donde se despliegan sus hombres— aparece como un personaje más al tanto de la realidad que las altas esferas de poder del Kremlin. “Prigozhin está más conectado con la gente normal, con los soldados de las trincheras”, comenta, frente a “la estructura corrupta” que conforman los comandantes, incapaces de analizar la “situación real en el campo de batalla”.

“Que en Rusia se abra un conflicto civil interno” coloca a Ucrania ante “un escenario beneficioso” porque eso va a obligar a Moscú a concentrarse “en sus problemas y no tanto en invadir a sus vecinos”, señala este analista.

Mientras, las redes sociales ucranias celebran los acontecimientos en el país vecino. Se suceden las bromas, las reacciones y los vídeos de los mercenarios de Wagner tomando posiciones en las calles y hasta acudiendo a pedir una hamburguesa totalmente pertrechados a un establecimiento de comida rápida.

Slyvchuk cree que no es fácil aventurar en estos momentos cómo puede evolucionar el conflicto y si puede llevar a la caída de Putin, pero sí entiende que hay una grave crisis abierta de final incierto. “Yo no creo en una victoria de Prigozhin, porque Rusia es un organismo enorme y él parece más un rebelde. Es la cara de muchos militares de las Fuerzas Armadas rusas. Solo el hecho de que algunos de ellos no se opongan y no ejerzan resistencia frente a Prigozhin demuestra que no cumplen las órdenes del Ministerio de Defensa ruso”, comenta el coordinador del programa de cooperación para España y Latinoamérica en el Centro de Diálogo Transatlántico. Lo demuestran, según él, algunos vídeos en “los que se ve que no tocan los vehículos de Wagner, aunque esa debiera ser su obligación”.

El hecho de que hayan bombardeado a los hombres de Wagner demuestra que “Rusia ha perdido el control de su situación interna” y ha atravesado algunas “líneas rojas”, aunque, concluye, todavía no se puede hablar expresamente de una guerra civil. El asesor Gerashenko estima, sin embargo, que ese ataque es un montaje del propio empresario, y que las autoridades rusas habrían optado por eliminarlo a él directamente y no darle una oportunidad para decretar un levantamiento como el actual. “Estoy convencido de que esa provocación fue organizada por el propio Prigozhin, porque no tenía sentido que Shoigú y Gerasimov atacaran uno de las docenas de campamentos militares del grupo militar Wagner”, opina el asesor del Ministerio del Interior de Ucrania.

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear año y medio por Madrid y sus alrededores. Antes trabajó durante 22 años en el diario Abc, de los que ocho fue corresponsal en el norte de África. Ha sido dos veces finalista del Premio Cirilo Rodríguez.

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