Macron promulga la reforma de las pensiones tras el aval del Constitucional
Los sindicatos y la oposición de izquierda habían pedido al presidente que renunciase a la impopular ley que sube la edad de jubilación a los 64 años
La reforma de las pensiones, proyecto faro de la presidencia de Emmanuel Macron, ya es una realidad. Después de que el Consejo Constitucional despejase el último obstáculo legal, Macron firmó en la noche del viernes la ley que aumentará la edad de jubilación en Francia desde los 62 a los 64 años. El Diario Oficial de la República Francesa la publicó en su edición fechada el sábado.
El presidente de la República, al firmar la ley y publicarla en Diario Oficial, ha desoído a los sindicatos, que le pedían que renunciase a hacerlo “para calmar la cólera” del país. La oposición de izquierdas quería volver a negociarla en el Parlamento. La reforma puede entrar en vigor a partir de septiembre.
Macron podría haber esperado hasta quince días, pero no quiso diluir la espera, y, sin ninguna ceremonia y lejos de los focos, promulgó la reforma sin demora. Poco antes, a las 18.00 del viernes, el Constitucional le había dado su aval. El Diario Oficial publicó el texto de madrugada, hecho que suscitó algunas críticas al presidente por supuestamente actuar con nocturnidad.
Pero el procedimiento es habitual: la edición electrónica del Diario Oficial suele publicarse entre las dos y las siete de la mañana, según consta en la página web de la publicación.
“El texto llega al final de su proceso democrático”, declaró el viernes la primera ministra, Élisabeth Borne, tras conocerse el fallo del Constitucional. “Esta noche, no hay vencedor ni vencido”.
Macron ha invitado a los sindicatos a reunirse con él en el Elíseo el próximo martes para abrir un diálogo sobre las nuevas medidas sociales. Los sindicatos, que ponían como condición que el presidente evitase promulgar la reforma de las pensiones, han rechazado la invitación, y se han dado cita en las manifestaciones del Primero de Mayo.
El Constitucional solo descartó, total o parcialmente, seis de los 36 artículos de los que consta la ley. Al mismo tiempo, rechazó una iniciativa de la izquierda parlamentaria para organizar un referéndum que, en caso de victoria del sí al final de un proceso largo y complejo, habría fijado en 62 años la edad de jubilación y anulado la nueva ley. La izquierda ha presentado una segunda iniciativa de referéndum con una redacción distinta. El tribunal debe pronunciarse el 3 de mayo.
Tras conocerse la decisión del Constitucional, se declararon protestas espontáneas en varias ciudades de Francia. En Rennes, un grupo incendió la entrada de una comisaría y de una iglesia; en París, montaron barricadas con vallas e incendiaron basuras. Las fuerzas del orden detuvieron a 112 personas.
La promulgación pone fin a un proceso legislativo de cuatro meses, marcado por las tensiones en la Asamblea Nacional, las manifestaciones masivas en las calles y huelgas en varios sectores que, sin embargo, en ningún momento han logrado paralizar el país. Cerca de siete de cada diez franceses se oponían a la reforma.
Además del aumento a los 64 años de la edad de jubilación, la nueva ley adelanta en ocho años la entrada en vigor de la exigencia de 43 años cotizados para cobrar la pensión plena, una medida adoptada en 2014 con el presidente socialista François Hollande. En la campaña que hace un año llevó a Macron a la reelección, prometió reformar las pensiones. Desde esta madrugada, puede decir que ha cumplido.
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