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Imagen de la fachada de la 'Casa no cafezal' en Belo Horizonte, BrasilFoto: Leonardo Finotti | Vídeo: EPV

Una casa en una favela brasileña gana el premio al mejor edificio del año

La casa del artista Kdu dos Anjos, construida por el Colectivo Levante, es una modesta construcción de ladrillo en medio de una favela de Belo Horizonte que llamó la atención del portal Archdaily.

De la favela al mundo. El artista Kdu dos Anjos exhibe estos días una sonrisa de oreja a oreja, desde que su casa se coló en la lista de los 75 mejores edificios del mundo del prestigioso portal ArchDaily. Su pequeña morada, “la choza”, como la llama él, es una construcción de ladrillo de 66 metros cuadrados situada en un estrecho callejón de Aglomerado da Serra, una barriada de la periferia de Belo Horizonte. Este jueves, ha sido declarada Edificio del Año 2023, superando a mansiones de todo el mundo.

El edificio es obra del Colectivo Levante y las obras fueron capitaneadas por los arquitectos Fernando Maculan y Joana Magalhães. Su principal mérito es la fusión de la arquitectura académica con los conocimientos intuitivos de la autoconstrucción en las favelas y uso creativo de materiales muy sencillos.

“Cuando un arquitecto llega a un territorio, a una favela, lo primero que tiene que hacer es escuchar y saber reconocer los valores de ese lugar”, explica Maculan, que conoció a su cliente en otro proyecto en el barrio. Enseguida hubo mucha química entre los dos, tanto que Kdu apenas le dio indicaciones de lo que quería hacer en su pequeño terreno. Sí tenía claro que quería respetar las señas de identidad del entorno, como el uso del ladrillo visto en las fachadas, o el cemento quemado en el suelo, para darle un aire industrial y retro al mismo tiempo.

Interior de la residencia del artista Kdu dos Anjos seleccionado Building of the Year 2023
Interior de la residencia del artista Kdu dos Anjos seleccionado Building of the Year 2023Leonardo Finotti

A simple vista, la casa es muy parecida a la del resto del vecindario. La principal diferencia es su estructura reforzada y que los ladrillos están tumbados y no de pie, como se suelen usar en las favelas para ahorrar material y construir más rápido. Al principio, los albañiles (vecinos del barrio) no lo veían claro, pero al final presumieron de su “obra de arte”, recuerda entre risas el dueño de la casa.

Además de la mejora del aislamiento por el mayor grosor de las paredes, la casa también destaca por sus ventanales, su luz natural y la ventilación, pequeñas mejoras ambientales que pueden replicarse fácilmente, apunta Maculan. En su opinión, la nominación al premio es “una oportunidad para repensar las favelas en Brasil, desde esa perspectiva de orgullo del vecino, de que hay que valorar a la gente”.

Para Kdu, que trabaja en el centro cultural Lá da Favelinha y vive rodeado de plantas, dos perros y una gata, su participación en el concurso de Archdaily es una forma de darle la vuelta a los prejuicios con los que normalmente se mira a estos barrios humildes. “Las noticias suelen hablar de tiros, de violencia, de drogas, de narcotráfico, de casas cayendo… Y aquí estamos hablando de lo contrario, de una casa subiendo”, dice satisfecho.

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