Lasso remodela su Gobierno tras la derrota electoral del domingo

La derrota electoral del oficialismo el pasado domingo en las elecciones locales y la consulta popular ha provocado las primeras bajas en el Gobierno de Guillermo Lasso. A través de Twitter, este jueves confirmaron su salida el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, el asesor presidencial, Aparicio Caicedo, y el secretario jurídico de la Presidencia, Fabián Pozo. A estos se sumaron otros dos nombres que se conocieron por la tarde en la ceremonia de posesión de los nuevos ministros, uno de ellos es del entorno más cercano del presidente, el secretario de la administración Pública, Iván Correa, y la secretaria de Gestión de Pueblos y Nacionalidades, Gretty Vargas. Se renovaron también los gobernadores de cuatro provincias estratégicas donde los opositores del Gobierno, de movimientos de la izquierda, lograron alcaldías y prefecturas.

“Cuando el pueblo habla es deber de los gobernantes analizar, entender y aceptarlo”, admitió Lasso el lunes, al reconocer su derrota en el referéndum con el que intentaba medir su respaldo popular. Más del 50% de la población votó por el no, incluida la pregunta principal sobre abrir el candado constitucional a la extradición para delitos transnacionales, la única sobre seguridad y que fue la motivación para convocar a una consulta popular.

El exministro Jiménez era considerado una de las piezas claves del Gobierno de Lasso, al ser quien lideró las mesas de diálogo con los movimientos indígenas después de las protestas sociales que paralizaron el país 18 días en junio de 2022. También tenía el encargo de tender puentes con el Congreso, que es el principal frente de oposición del Gobierno. En su carta de renuncia aseguró que “no es fácil dirigir un país donde los adversarios políticos siempre esperan agazapados para asestar un golpe”.

El consejero presidencial Aparicio Caicedo era uno de los colaboradores más cercanos al presidente desde antes de llegar al poder. “Creo que mi misión en este cargo se ha agotado”, dijo en Twitter, aunque aseguró que seguirá apoyando “el proyecto de un país libre y próspero, pero desde otra trinchera”. Una despedida similar hizo el secretario jurídico de la presidencia, Fabián Pozo, quien estuvo a cargo de dar forma jurídica a las ocho preguntas propuestas en la consulta popular. Pozo aseguró que “Ecuador ya ha cambiado” y que las reformas que se han logrado en los dos últimos años “permitirán que las próximas generaciones vivan en un mejor país”.

Una de las bajas más sensibles es la de Iván Correa, a quien el primer mandatario conoce desde sus funciones como banquero y es su amigo por más de 30 años. Correa fue el jefe de la campaña presidencial que llevó a Lasso al poder, “ha sido mi primer cómplice de este sueño”, lo presentó el presidente cuando lo nombró secretario de la Administración Pública.

Esta primero gran remodelación del Gobierno se da días después de las elecciones locales en las que la izquierda y el partido del expresidente Rafael Correa se impuso en las principales ciudades y provincias del país, como Quito y Guayaquil. Esta última había estado gobernada durante 31 años por la derecha del Partido Social Cristiano. En el referéndum tampoco consiguió el respaldo de la población, que rechazó las ocho preguntas con más del 55%. La respuesta inmediata del presidente fue convocar a toda la dirigencia de los partidos políticos para “construir un gran acuerdo nacional”, pero el llamado no ha tenido una respuesta positiva y los partidos se han desmarcado de hacer pactos con el Gobierno.

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