El creciente malestar por la movilización de reclutas en Rusia deriva en un tiroteo en un centro de alistamiento
Un joven dispara al responsable militar del lugar, que se encuentra en estado crítico. Al menos 17 puntos de reclutamiento han sido atacados con cócteles molotov en los últimos días
Un disparo a quemarropa en un centro de reclutamiento de Ust-Ilimsk, en el extremo oriental de Rusia, ha llevado a otro nivel la tensión que se vive en el país desde que el presidente, Vladímir Putin, decretó la movilización de civiles para el frente en Ucrania. Un joven abrió fuego este lunes contra el responsable militar del lugar en medio de una ola de ataques contra estos puntos de alistamiento, algunos de los cuales han sido pasto de las llamas estos días. Al mismo tiempo, las protestas son cada vez más frecuentes en ciudades de provincias lejos de la cosmopolita Moscú, en las que se han llegado a ver imágenes de policías arrastrados a los autobuses de reclutamiento por los movilizados.
“Me avergüenza que esto suceda en un momento en el que, por el contrario, deberíamos estar unidos. No debemos luchar contra nosotros, sino contra amenazas reales”, ha dicho en sus redes sociales el gobernador de la región de Irkutsk, donde tuvo lugar el tiroteo. “El comisario militar Alexánder Vladímirovich Eliséyev se encuentra en reanimación, su estado es crítico y los médicos temen por su vida”, ha añadido.
Después de disparar contra el militar, el agresor, identificado como Ruslán Zinin, advirtió al resto de la gente presente en la sala de que saliera corriendo y volvió a apretar el gatillo de su pistola. Según contaron varios testigos presenciales al medio Baza, el atacante, un joven en paro de 25 años, había sido citado este lunes para ser reclutado, y antes de abrir fuego dijo: “Ahora nos iremos todos a casa”.
La movilización masiva decretada por Putin ―que prevé sumar al ejército unas 300.000 personas― siete meses después de comenzar su guerra ha provocado pánico y ansiedad en la sociedad rusa. Fuentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) dijeron al diario independiente Meduza que unos 260.000 hombres han abandonado el país desde el miércoles, cuando el presidente ruso anunció la medida.
La oleada de ataques contra los puntos de reclutamiento se ha intensificado en los últimos días. En siete meses, desde el comienzo de la llamada “operación militar especial” en Ucrania hasta el anuncio de Putin, han ardido 37 centros a lo largo y ancho del país. En los últimos días, han sido contabilizados al menos 17 incendios más, según el diario Mediazona, declarado agente extranjero por las autoridades.
Cócteles molotov
Uno de los últimos incidentes tuvo lugar en la ciudad de Uriúpinsk, en la región de Volgogrado. Un hombre lanzó varios cócteles molotov contra un punto de reclutamiento durante la madrugada del lunes. El suceso se lo atribuyó Mijaíl Filátov, un hombre de 35 años y padre de una niña que difundió un vídeo en YouTube donde decía: “Así enciendo mi protesta”. Poco después fue detenido.
Según los servicios de emergencias, los daños fueron menores y los documentos del recinto no fueron destruidos. Este ataque se une a varios más ocurridos en las últimas horas, la mayoría mediante bombas incendiarias, aunque el fuego solo destruyó algunas habitaciones de los centros afectados. En la región de Kírovsk, vecina a Finlandia, un individuo rompió una ventana y vertió combustible dentro, mientras que en las provincias de Kaliningrado y Mordovia lanzaron botellas impregnadas de gasolina y fuego. Mientras, en Riazán, un hombre trató de quemarse a lo bonzo en una zona de autobuses como protesta contra la guerra. El hombre comenzó a gritar que no quería ir al frente, según cuenta la prensa local de aquella ciudad del Volga. La policía intervino rápidamente y sus heridas no revisten gravedad.
Todo el mundo conoce a gente que ha sido movilizada o intenta escapar del país. “Partí ayer por la noche a Kazajistán con mi hermano y un amigo, no sé cuándo regresarán ellos”, contaba a este periódico una joven moscovita este lunes. “Le llegó la notificación al trabajo, no sabemos qué hacer”, decía otra persona sobre su primo el domingo, en una de las frases más repetidas estos días.
Muchos temen que las fronteras sean cerradas una vez finalicen el martes los pseudoreferendos de anexión en los territorios controlados por Rusia en Ucrania. No obstante, a algunos varones ya se les ha impedido el paso. La organización de abogados Ágora divulgó en Telegram varias notificaciones de las fuerzas fronterizas en las que “por orden del comisariado militar”, se prohibía la salida a varios hombres por los límites del Cáucaso.
Los medios rusos han preguntado sobre el cierre de las fronteras al portavoz de Putin, Dmitri Peskov, quien hace un par de semanas negaba categóricamente que fuera a producirse una movilización. “Por el momento, no se ha tomado ninguna decisión”, respondió esta vez.
El representante del Kremlin reconoció, además, que la movilización no se ha ajustado al anuncio del presidente ruso, aunque responsabilizó de ello a las autoridades locales. “Hay situaciones en las que se ha violado el decreto (de movilización). Estos casos están siendo eliminados”, afirmó Peskov. Putin anunció que serían llamados a filas los reservistas con experiencia militar previa, y este no ha sido el caso, lo que ha provocado numerosas protestas en las provincias.
“Los gobernadores están trabajando activamente para corregir esta situación, y nuestros periodistas y organizaciones públicas están haciendo un trabajo muy necesario [para denunciarlo]”, añadió Peskov, en un intento de apaciguar los ánimos. El portal OVD-Info, especializado en la cobertura de la represión de manifestantes, ha registrado más de 2.300 detenciones entre el 21 y el 25 de septiembre, gran parte de ellas fuera de la capital. Y las protestas continúan, especialmente en las regiones con más llamamientos a filas, como el Cáucaso y Siberia.
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