El expresidente de Kazajistán, ausente durante los disturbios que sacudieron el país, rompe su silencio en un vídeo
Nursultán Nazarbáyev, contra quien se dirigió gran parte de las protestas iniciales, niega luchas de poder y asegura que apoya al presidente y sus reformas económicas
El expresidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, que había estado en silencio y sin mostrarse públicamente durante los disturbios que sacudieron a principios de mes el enorme país de Asia Central, ha asegurado en un vídeo publicado este martes que apoya al presidente, Kassym-Jomart Tokayev, y sus reformas. La ausencia política de Nazarbáyev, de 81 años, que gobernó Kazajistán durante tres décadas sofocando cualquier oposición y que pasó en 2019 a ejercer el cargo vitalicio de padre de la nación había suscitado las dudas de que tras los disturbios iniciados por la subida del precio del combustible y alimentados por el descontento contra la corrupción del régimen asociada al entorno de Nazarbáyev, se hallaba también una guerra de poder entre el exmandatario y su clan y su sucesor.
Más de 200 personas han muerto en los disturbios de Kazajistán y unas 4.500 resultaron heridas, según la fiscalía kazaja, antes de que las movilizaciones, que habían empezado de forma pacífica por el precio del gas licuado para los vehículos y que se convirtieron en turbas violentas, se sofocaran con la llegada de tropas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), lideradas por Rusia, en forma de “fuerzas de paz” que se prevé que completen su retirada mañana. Una medida que supuso un cambio sustancial y trascendental para el futuro de Kazajistán y también la primera vez que la OTSC (que agrupa a Rusia, Kazajistán, Armenia, Bielorrusia, Kirguistán y Tayikistán) moviliza tropas. El Gobierno kazajo atribuyó los disturbios a “fuerzas externas” que querían “desestabilizar” el país, aunque no aportó evidencias.
Desde entonces, la Administración de Tokayev ha reemplazado a Nazarbáyev, contra quien se dirigía gran parte del malestar social inicial –”vete, viejo”, fue uno de los lemas de las protestas iniciales—, como presidente del Consejo de Seguridad, que ahora encabeza Tokayev. Además, ha destituido a varios altos cargos relacionados con el expresidente, incluido su yerno, que dirigía la empresa nacional de transporte de petróleo, y su sobrino, que era jefe de una importante cámara de comercio. Además, las autoridades han detenido al exjefe de los servicios de inteligencia, Karim Masimov, mano derecha de Nazarbáyev y que también fue primer ministro, y a varios funcionarios más. El padre de la nación había seguido ejerciendo influencia política tras nominar a Tokayev para reemplazarlo como presidente de la antigua república soviética.
“El propósito de estos disturbios y ataques organizados en Kazajistán era destruir la integridad del país y los cimientos del Estado”, dijo en el vídeo Nazarbáyev. “El presidente Kassym-Jomart Tokayev tiene pleno poder. No hay conflicto ni confrontación en la élite. Los rumores sobre este tema son absolutamente infundados”, dijo en su mensaje, distribuido en su web en ruso y kazajo.
Nazarbáyev ha asegurado –respondiendo a la especulación de que había abandonado el país junto a su extensa y multimillonaria familia— que no ha salido de Kazajistán y que ha permanecido en un “merecido descanso” tras dejar la presidencia en 2019. En la grabación, con fondo neutro que impide identificar dónde fue filmado y en el que el exmandatario se muestra rodeado de banderas del país, Nazarbáyev ha insistido en que es un simple “pensionista” que ha renunciado a todos los poderes formales e informales.
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