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Sacudir una isla: las claves de la Marcha por el cambio en Cuba del 15 de noviembre

La plataforma opositora Archipiélago convocó para este lunes una protesta en la isla que el Gobierno declaró ilegal y una “provocación desestabilizadora”

Cuba Marcha cívica por el cambio 15N
Manifestantes a favor del Gobierno se concentran en las puertas de la casa del disidente Yunior García en La Habana (Cuba), este sábado.ALEXANDRE MENEGHINI (Reuters)

La llamada Marcha cívica por el cambio fue convocada para este lunes 15 de noviembre en La Habana y otras ciudades cubanas. Después de que los impulsores, la plataforma opositora Archipiélago, anunciara la fecha, el Gobierno de la isla declaró que la manifestación era ilegal y la consideró una “provocación desestabilizadora”. Uno de los principales impulsores de la protesta, el dramaturgo Yunior García, avisó entonces de que marcharía en solitario este domingo “en representación de todos los ciudadanos a los que el régimen ha privado de su derecho a manifestarse”. Pero el departamento de García amaneció este domingo rodeado de gente afín al Gobierno y agentes vestidos de civil que han impedido que se manifestara. Lo que sucederá este lunes en Cuba es una incógnita. Estas son algunas de las claves.

Antecedentes

No se puede entender la marcha del 15-N sin las fechas del 27-N y del 11-J. La protesta de 300 jóvenes artistas a las puertas del Ministerio de Cultura el 27 de noviembre de 2020, en demanda de libertad de expresión y el cese del hostigamiento contra los creadores críticos con el Gobierno, se produjo tras la detención de varios miembros del disidente Movimiento San Isidro. Aquel plantón, acompañado de la petición de un diálogo inclusivo que nunca se produjo, sacudió el debate de la necesidad de cambios políticos en la isla, pero muy circunscrito al mundo de la cultura y desarrollado en las redes sociales. Pero las protestas en más de cincuenta ciudades de Cuba el 11-J, motivadas por las penurias económicas vividas, fueron populares y masivas. Luego vinieron las imágenes de la violencia policial y la detención de cientos de personas, y de todas estas fuentes bebe el 15-N.

Archipiélago

La plataforma digital Archipiélago fue creada tras los sucesos del 11-J por el dramaturgo Yunior García y un grupo de jóvenes, en su mayoría artistas, que habían participado en la manifestación del 27-N. Ya tiene 33.000 miembros en su página de Facebook. Dice García: “Constituye un espacio plural en el cual es importante la existencia de ideas diversas, donde aprendamos a sacar los consensos, por lo menos lo que nos une dentro de esa diversidad, pero respetando la diferencia, la posibilidad de que el otro tenga su parte de verdad y que podamos sacar una verdad colectiva, digamos, sin anular esa diferencia que nos caracteriza”. Según Leonardo Fernández Otaño, otro de sus fundadores, “es una plataforma ciudadana que pretende articular y llegar a unos mínimos de entendimiento con la sociedad civil para caminar hacia una transición democrática en Cuba”. Es la convocante de la marcha cívica por el cambio este 15-N.

¿Cuáles son los objetivos de la marcha?

Formalmente, fue convocada el pasado 9 de agosto en demanda del “fin de la violencia, la liberación de todos los presos políticos [fundamentalmente los de las masivas protestas del 11 de julio], que se respeten todos los derechos de todos los cubanos y la solución de las diferencias a través de vías democráticas y pacíficas”. Pero sus propósitos van más allá de una simple manifestación de protesta, como reconocía esta semana el líder de Archipiélago en una entrevista a la agencia Efe. Según García, lo que se pretende es “sacudir un país, hacer que la gente tome conciencia, generar un debate que provoque cambios”.

El factor EE UU

El Gobierno cubano acusa a Estados Unidos de estar detrás del 15-N y considera a sus promotores “operadores políticos” al servicio de Washington. Esta semana, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, fue tajante al declarar ante el cuerpo diplomático acreditado en la isla que el Gobierno no toleraría de ningún modo una marcha que considera una provocación subversiva, fraguada, organizada y financiada por EE UU. “Cuba tiene el derecho de protegerse frente a la agresión de EE UU y el deber de salvaguardar la paz, la estabilidad y la tranquilidad que EE UU desea alterar”, aseguró Rodríguez. En el último mes, funcionarios del Gobierno norteamericano han respaldado en diversas ocasiones la marcha y han amenazado con nuevas sanciones a La Habana si se reprime a los manifestantes.

Cambio de fechas

La convocatoria de esta marcha inédita —nunca antes se había pedido permiso oficial para realizar una manifestación abiertamente opositora— estaba prevista inicialmente el 20 de noviembre. Pero tras darse a conocer la fecha el Gobierno anunció unos ejercicios militares entre el 18 y el 20 de noviembre en todo el país. Archipiélago interpretó el movimiento como un mensaje indirecto y “una amenaza”, y cambió la protesta para el 15. Días después las autoridades declararon ilegal la marcha y la Fiscalía advirtió a sus promotores de que si salían a las calles ese día sobre ellos caería todo el peso de la ley. Manteniendo el pulso al Gobierno, los organizadores anunciaron su decisión de mantener la convocatoria y marchar el 15 de noviembre.

Una nueva estrategia

La manifestación del 15-N fue convocada inicialmente para realizarse en La Habana y diversas ciudades del país en una ruta predeterminada. La de la capital debía transcurrir a las tres de la tarde del lunes desde el malecón hasta el parque Central, donde los marchantes depositarían una ofrenda floral ante la estatua del héroe nacional, José Martí. El jueves, de forma imprevista, el líder de Archipiélago cambió de estrategia tras denunciar numerosas presiones y actos de intimidación de las autoridades. Anunció que, para evitar que pudiera haber violencia contra los manifestantes, o que estos fueran enviados a la cárcel, marcharía solo el 14 de noviembre “en representación de todos los ciudadanos a los que el régimen ha privado de su derecho a manifestarse”. Este domingo, la casa de García fue rodeada todo el día por fieles al Gobierno y agentes vestidos de civil, impidiéndole salir. Lo mismo podría pasar este lunes con los principales organizadores de la protesta.

El nuevo 15-N

La liturgia inicial de la marcha del 15-N fue modificada por los organizadores para evitar incidentes o actos de represión: ahora se pide a la gente que vista de blanco y salga a la calle sin desfilar por una ruta concreta, dirigiéndose a los parques y lugares públicos a depositar ofrendas florales ante las estatuas y monumentos de los próceres de la patria. Las autoridades, por su parte, han convocado diversas actividades recreativas en plazas y avenidas principales para celebrar el reinicio del curso escolar y la apertura de los aeropuertos del país al turismo internacional después de año y medio de pandemia.

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