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Victoria póstuma de la sargento Byun en su batalla por la igualdad en Corea del Sur

Un tribunal ha declarado nula la expulsión de la soldado, la primera militar transexual que se conozca en su país

La sargento Byun Hee-soo, en una rueda de prensa en enero de 2020
La sargento Byun Hee-soo, en una rueda de prensa en enero de 2020Ahn Young-joon (AP)
Macarena Vidal Liy

Siete meses después de morir, la sargento surcoreana Byun Hee-soo ha ganado su última batalla. Un tribunal ha declarado este jueves nula la expulsión del ejército de esta soldado, la primera militar transexual de la que se tenga constancia en las fuerzas armadas de su país. La sentencia, que insta a aprobar leyes que garanticen la igualdad de derechos, representa una importante victoria para la discriminada comunidad LGBT nacional. El Ministerio de Defensa ya ha indicado que empezará a estudiar la posibilidad de admitir en filas a personas transgénero. Pero para Byun, el resultado de una lucha de dos años llega demasiado tarde: fue encontrada muerta en su domicilio al sur de Seúl en marzo pasado.

Byun, de 23 años en el momento de fallecer, se había alistado como voluntaria en 2017 en las Fuerzas Armadas de Corea del Sur, donde todos los varones entre los 18 y los 28 años deben cumplir un servicio militar obligatorio de unos 20 meses. Su sueño de infancia, como aseguraría en sus apelaciones, siempre había sido ser soldado.

En noviembre de 2019, durante un permiso, se sometió en Tailandia a una operación de reasignación de sexo, de la que notificó a sus superiores. Era el primer caso que se daba de un militar en activo transexual en Corea del Sur: la legislación prohíbe que las personas trans puedan alistarse. Tras la intervención quirúrgica, el Ministerio de Defensa determinó que la falta de los órganos masculinos constituía una discapacidad. En julio de 2020, un comité militar ordenó la expulsión.

La joven, que había renunciado al anonimato en enero de ese año al ofrecer una rueda de prensa en la que imploró, de uniforme y entre lágrimas, que se le permitiera continuar como mujer en el Ejército, interpuso en ese agosto una demanda administrativa para exigir su readmisión. Alegaba que la expulsión había sido inconstitucional.

Pero Byun no llegó a ver la resolución de su caso. Desde su salida del ejército, esta apasionada de todo lo castrense no había podido encontrar trabajo. En enero de este año había intentado suicidarse. En marzo, los bomberos encontraron su cadáver después de que la persona encargada de prestarle asistencia psicológica denunciara que llevaba días sin poder contactarla.

Ahora, el tribunal de distrito de la ciudad de Daejon ha dictaminado que el ejército surcoreano debió haber considerado mujer a Byun. “Dado que había solicitado un cambio de sexo en los tribunales y lo notificó a las fuerzas armadas, se le debía de haber considerado mujer cuando el hospital militar efectuó las pruebas para determinar si era apta para el servicio”, indica la sentencia.

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Y para determinar si era apta, debió de haberse tenido en cuenta “las circunstancias especiales de las fuerzas armadas, los derechos básicos de las personas transgénero y la opinión pública”, agrega la corte. La falta de genitales masculinos, considera, no era motivo de expulsión, dado que la militar era mujer.

Respeto de las Fuerzas Armadas

Las Fuerzas Armadas surcoreanas han indicado que respetan la decisión del tribunal. En declaraciones que recoge la agencia Yonhap, un funcionario del Ministerio de Defensa ha indicado que, tras la sentencia, “trabajamos para empezar a revisar las cuestiones en torno a que las personas transgénero sirvan en el Ejército”. “Vamos a lanzar un estudio antes de que acabe el año en cooperación con expertos y entidades civiles”.

Las organizaciones en defensa de la igualdad en Corea del Sur han celebrado la decisión judicial como “un rayo de esperanza”. El Frente de Liberación Transgénero ha dado la bienvenida a la sentencia, “un mensaje significativo de que las personas transgénero pueden existir en las fuerzas armadas”. Pero el ejército ―ha añadido― debe presentar disculpas por su trato a Byun, y acometer reformas que impidan que se repitan sufrimientos como el de la joven. Por su parte, la asociación Rainbow Act ha solicitado a través de Twitter que la Asamblea Nacional apruebe leyes para garantizar que las personas trans pueden servir en las fuerzas armadas en condiciones de igualdad.

Corea del Sur, una de las economías más avanzadas del mundo, continúa siendo una sociedad profundamente conservadora, donde muchos integrantes de la comunidad LGBT se ven obligados a continuar viviendo en las sombras. Aunque en los últimos catorce años se ha intentado una docena de veces, factores como la presión de los poderosos grupos cristianos conservadores han impedido hasta ahora la aprobación de leyes que garanticen la igualdad.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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