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Pakistán se distancia de Estados Unidos y asegura que los talibanes son una opción de paz

El primer ministro Imran Khan pide que se ayude al país pero que no haya control externo ni se exijan derechos para las mujeres

El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, durante una rueda de prensa en Kabul en 2019.
El primer ministro de Pakistán, Imran Khan, durante una rueda de prensa en Kabul en 2019.MOHAMMAD ISMAIL (Reuters)
Luis de Vega

Pakistán, el país que más refugiados afganos acoge y uno de los estados que más cobertura ha dado históricamente a los talibanes, pisa el acelerador como potencia regional para apuntalar al nuevo Gobierno de Kabul. El primer ministro, Imran Khan, ha saltado a la palestra justo un mes después de la caída de Kabul para cargar contra Estados Unidos por la gestión llevada a cabo en las dos últimas décadas. Pakistán, el país en el que se escondió Osama bin Laden, líder de Al Qaeda, hasta que tropas estadounidenses lo mataron en 2011, se siente una víctima y ha ganado en inseguridad por haber acompañado a Washington, afirma Khan en una entrevista con la cadena CNN.

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El antiguo capitán de la selección nacional de críquet, de 68 años, asegura que él nunca se hubiera embarcado junto a Estados Unidos en la guerra. “Esperamos y rezamos para que haya paz después de 40 años” en Afganistán, dice ahora. En estos días ha hablado con el presidente ruso, Vladímir Putin, pero no ha tenido contacto con el estadounidense, Joe Biden.

Cree, además, que es una “falacia” tratar de dirigir el país desde el exterior y reclama apoyo internacional para que los talibanes ganen legitimidad y puedan afrontar la crisis humanitaria. “Afganistán no puede estar controlado desde fuera. Tienen una historia. Ningún Gobierno marioneta en Afganistán cuenta con el apoyo de la gente”, dijo el miércoles Imran Khan a la cadena estadounidense. “En lugar de controlarlos, deberíamos incentivarlos”, comentó sobre los talibanes refiriéndose al apoyo necesario desde la comunidad internacional para que el país pueda salir de la crisis.

En cuanto a una posible llegada masiva de refugiados, asegura que Islamabad no puede acoger a más. Hay un goteo diario, sin embargo, de personas que logran salir por los pasos fronterizos en pequeños grupos, según los testimonios recogidos. Muchos se hallan en diferentes zonas del país y temen ser localizados por las autoridades y devueltos al otro lado.

Los llegados en las últimas semanas se suman a los que se han ido instalando en las cuatro últimas décadas en las que Afganistán no ha conocido la estabilidad. Según Acnur, la agencia de la ONU de los refugiados, oficialmente hay 1,4 millones de refugiados afganos en Pakistán y muchos son ya de segunda y tercera generación. El primer ministro eleva esa cifra -incluyendo a los que residen sin documentación que oficialice su estatus- hasta los tres millones.

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Imran Khan, llegado al cargo en 2018, echó balones fuera cuando fue preguntado por los derechos de las mujeres afganas. “Es un error pensar que alguien va a llevar desde fuera los derechos a las mujeres afganas. Las mujeres afganas son fuertes. Vamos a darles tiempo y obtendrán esos derechos”, respondió. Los talibanes, “en su contexto”, han dicho que quieren derechos para las mujeres, subrayó el mandatario.

Con Putin, sí; con Biden, no

El primer ministro concedió la entrevista al día siguiente de haber acordado por teléfono con el presidente ruso, Vladímir Putin, cooperar para estabilizar Afganistán. Solo un día antes, el lunes, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, pidió a Islamabad que no reconociera al nuevo Gobierno de Kabul hasta que no satisfaga lo que la comunidad internacional reclama.

Khan asegura que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, es un “hombre ocupado” y no ha hablado con él desde la caída de Kabul. Añadió que Pakistán nunca se hubiera embarcado hace veinte años en la guerra de la mano de Washington si él hubiera sido primer ministro porque el precio que han pagado es tener ahora “50 grupos militantes atacándonos”. Y ha recordado a la Administración de Biden que EE UU ha llevado a cabo 480 ataques con aviones no tripulados en territorio paquistaní. “Pese a todo, queremos unas relaciones normales con Estados Unidos”, concluyó.

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear año y medio por Madrid y sus alrededores. Antes trabajó durante 22 años en el diario Abc, de los que ocho fue corresponsal en el norte de África. Ha sido dos veces finalista del Premio Cirilo Rodríguez.

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