Al menos cuatro muertos y una veintena de heridos en un atentado suicida en Pakistán

Al menos cuatro miembros de las fuerzas de seguridad de Pakistán han muerto este domingo en un atentado suicida en Quetta, al oeste del país. Otra veintena de personas han resultado heridas. Los talibanes paquistaníes, Tehreek-i-Taliban Pakistan (TTP), se han responsabilizado del ataque. Desde el triunfo talibán en el vecino Afganistán, numerosos analistas han advertido del riesgo de que envalentonara a los extremistas de este lado de la frontera.

Un hombre a bordo de una moto ha embestido a los agentes de la Policía de Fronteras, un cuerpo auxiliar del Ejército, y luego ha hecho estallar los explosivos que llevaba encima, de acuerdo con la información que la policía de Quetta ha facilitado a los medios locales. El ataque se ha producido justo en el momento del relevo de los agentes encargados del puesto de control, según ha explicado el ministro del Interior, Sheikh Rashid Ahmed, en una conferencia de prensa.

El ministro ha anunciado la muerte de tres miembros del cuerpo, pero un cuarto ha fallecido más tarde en el hospital. Por su parte, la policía de Quetta ha precisado que dos de los heridos son peatones que se encontraban en las proximidades y el resto guardafronteras, varios de los cuales tienen heridas muy graves por lo que podrían aumentar el número de víctimas mortales.

El primer ministro, Imran Khan, se ha apresurado a condenar el atentado y a sugerir que los responsables están en el exterior. “Mis condolencias a las familias de los mártires y rezo por la recuperación de los heridos. Reconocimiento a nuestras fuerzas de seguridad y sus sacrificios para mantenernos seguros frustrando los planes de los terroristas apoyados por el exterior”, ha tuiteado en una poco velada referencia a India, el archienemigo de Pakistán.

Quetta es la capital de Baluchistán, una provincia paquistaní fronteriza con Afganistán con una larga historia de violencia separatista contra el Gobierno central. Pero el atentado de este domingo se lo ha atribuido el grupo extremista islámico TTP, que proclamaron su lealtad a los talibanes afganos poco después de que estos tomaran el poder en Kabul.

De ahí la preocupación que desató en Pakistán la noticia de que los talibanes afganos, con quienes el Gobierno y el Ejército simpatizan, habían liberado a varios cabecillas del TTP cuando abrieron las puertas de varias prisiones en su avance. El ministro del Interior aseguró a finales del mes pasado que los talibanes afganos habían asegurado al Gobierno paquistaní que no iban a permitir que el TTP utilizara su suelo para atacar Pakistán.

Desde su aparición en 2007, el TTP, que agrupó a varios grupos menores activos en las zonas tribales, ha sido la organización terrorista más activa y violenta de Pakistán, no solo contra las fuerzas de seguridad sino también contra los civiles. Su represión por parte del Ejército resultó igualmente dura, hasta casi silenciarla. Pero desde el año pasado, los analistas habían detectado un progresivo resurgimiento que atribuyen en gran medida al cambio de situación en Afganistán. Solo en 2020 llevaron a cabo 120 ataques y el pasado julio fueron 26.

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