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Los cachas japoneses que entregan sushi a domicilio

La empresa Macho Delivery de Japón envía a culturistas a entregar sus productos a las casas para distinguirse de otros proveedores de comida

El propiertario del servicio de reparto a domicilio con culturistas, Minoru Sugiura. En vídeo, imágenes de Sugiura en su restaurante.

La pandemia ha obligado a Minoru Sugiura a poner sus músculos y los de sus amigos culturistas al servicio de su restaurante de sushi. La dura competencia con otros servicios de comida a domicilio le llevó a concebir Macho Delivery: sus repartidores se descubren el torso de los clientes.

"En Japón, los hombres que practicamos el culturismo seguimos siendo una rareza y la palabra 'macho' tiene, sobre todo, una connotación de espectáculo", explica por teléfono Sugiura desde Anjo, en la provincia de Aichi, en la región central de Japón. Dice que entre sus clientes abundan las mujeres jóvenes, pero también pacientes en hospitales y familias con niños que celebran fiestas de sushi, reuniones para las cuales se suele pedir a domicilio una enorme bandeja con decenas de piezas del típico preparado en sus múltiples variedades.

Por 3.000 yenes adicionales (unos 23 euros), la entrega de Macho Delivery incluye una sesión de poses del mensajero, un culturista aficionado que se quita la camiseta y adopta poses de exhibición para que los clientes tomen fotos. Eso sí, dejando que corra el aire: siempre desde una distancia segura de dos metros.

"A los niños les encanta verme. Se quieren acercar para tocarme y me preguntan el secreto para tener un cuerpo fuerte", continua Sugiura, de 41 años, y que en febrero pasado ocupó el tercer lugar en una competición nacional de culturismo en la categoría de mayores de 40 años. El sushi está asociado con la dieta sana y una figura esbelta y Sugiura ha diseñado un menú en el que el atún, el besugo y el calamar cedieron su paso a carnes con mucha proteína, como la ternera, el pato y el caballo, este último una especialidad baja en colesterol que los japoneses consumen cruda adobada con salsa de soja y jengibre o ajo rallado.

En la publicidad digital de su restaurante aparece un letrero que reza "Vber Macho" (con uve) junto al equipo de los corpulentos mensajeros sin camisa y llevando una pajarita negra. En las redes sociales se leen comentarios como "¿Macho qué ? ¡Quiero verlo!" o "No quiero sushi, ¡quiero al macho!". Un reportaje de la web Maidonanews firmado con el nombre femenino de Aya, se regodea en la descripción del cuerpo de Sugiura y tras describir sus pectorales, sus bíceps y sus dorsales concluye que "...cada vez que hace una pose, todos los músculos de su cuerpo parecen disfrutar de ser contemplados".

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Publicidad 'on line' del servicio de comida a domicilio.Macho Delivery
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La familia de Sugiura tiene restaurantes desde hace 60 años y en el trimestre de abril a junio la fuerte caída de ingresos les obligó a recortar el número de empleados. Cuando los restaurantes de sushi de la competencia empezaron las entregas a domicilio, Sugiura ideó los mensajeros culturistas y el nombre de Macho Sushi para ayudar el negocio.

Sugiura explica que su siguiente objetivo es llevar su idea al extranjero en forma de sesiones de corte de atún con culturismo. Beverly Hills, en California, y Barcelona, pues se declara fan del Barça, están entre los primeros destinos a los que aspira llegar.

Su afición al culturismo se debe a que sufría por su exceso de peso de adolescente y a una gran admiración por el actor Arnold Schwarzenegger. Desde los 30 años participa en concursos de culturismo y fue en el gimnasio donde encontró compañeros dispuestos a apoyarlo en el proyecto de Macho Delivery. Las entregas comenzaron el pasado 17 de mayo pasado, en pleno estado de emergencia, que en Japón se concretó en una cuarentena no obligatoria que duró de abril a mayo. Aunque en Japón se siguen registrando contagios, por encima ya de los 72.000 casos, la tasa de mortalidad por la covid-19 es hoy una sexta parte de la de la primera oleada en la primavera pasada, según datos oficiales.

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