Una escuela de moda de Nueva York pide disculpas por hacer desfilar a modelos con enormes prótesis faciales
Una pasarela que mostraba a modelos con enormes labios postizos suscita críticas por racismo
Las acusaciones de racismo de una modelo han llevado a la escuela de moda de la Universidad del Estado de Nueva York a pedir públicamente disculpas por uno de sus desfiles. El pasado 7 de febrero, el Instituto de Tecnología de la Moda (FIT en sus siglas en inglés) acogió una pasarela en la que varias modelos desfilaron llevando unas prótesis de orejas y labios enormes, y unas cejas, también postizas, exageradamente pobladas. La controversia no tardó en suscitarse: una de las modelos, la afroamericana Amy Lefevre, se sintió presionada a llevar esos accesorios, que ella consideraba "racistas".
"Estuve a punto de venirme abajo. Le decía al personal que me sentía terriblemente incómoda por tener que llevar esas piezas y que eran claramente racistas", ha declarado la modelo, de 25 años, al diario New York Post. Los responsables del desfile la presionaron, según afirma ella: "Me dijeron que no pasaba nada con sentirse incómoda durante solo 45 segundos". Al final, salió a la pasarela, pero sin llevar ni las orejas ni los enormes labios. Tan pronto terminó de desfilar ante el centenar de asistentes, abandonó el local.
Las imágenes de las modelos que sí aceptaron llevar los accesorios han provocado sentimientos encontrados en las redes sociales. Algunos usuarios apuntan que el uso es racista y ridiculizador; otros no lo consideran así y creen que forma parte de la libertad creativa.
El desfile objeto de la polémica, firmado por Junkai Huang, formaba parte de una muestra de los trabajos de diez alumnos del Máster de Bellas Artes en diseño de moda del FIT. El miércoles pasado, el coordinador del curso de diseño de moda pidió disculpas directamente a la modelo. "Nunca tuvimos la intención de que el diseño del desfile fuera interpretado como racista o hiciera a la gente sentirse incómoda, pero acepto toda responsabilidad y me comprometo a aprender de lo ocurrido", ha declarado Jonathan Kyle Farmer.
La presidenta del FIT también ha pedido perdón. "No parece que la intención original del diseño, el uso de los accesorios o la dirección creativa del espectáculo fuera manifestarse acerca de la raza", ha apuntado Joyce F. Brown en una carta abierta que cita Al-Jazeera. "Sin embargo, resulta enormemente obvio que ese ha sido el resultado y por eso pedimos disculpas a quienes participaron en el desfile, a los estudiantes y a cualquier persona ofendida por lo que vio".
La controversia del desfile estudiantil viene a sumarse a otras que han afectado a grandes diseñadores. En 2018, Prada retiró unas figuras de unos monos tras recibir críticas que los emparentaban con las caricaturas racistas usadas en tiempos pasados para deshumanizar a las personas de raza negra. También H&M quitó de sus tiendas una sudadera infantil que llevaba un niño negro y en la que se podía leer "el mono más guay de la jungla".
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