‘Gritty’, la mascota de hockey denunciada por su rudeza
Un aficionado de los Flyers de Filadelfia acusa al personaje de darle un puñetazo a su hijo de 13 años
El recibimiento que dieron los seguidores del Philadelphia Flyers, un equipo de hockey sobre hielo, a su nueva mascota en 2018 fue desigual. Gritty, un monstruo peludo y anaranjado, con ojos saltones bien abiertos y mirada dislocada, hacía honor a su nombre, que puede traducirse como "rudo" en una de sus acepciones. Que Rudo no tiene los mejores modales (la emprende a cañonazos contra el público para dispararles camisetas y entra a empellones en la pista del equipo) parece ya aceptado, aunque uno de sus gestos ha ido demasiado lejos para uno de los abonados de los Flyers.
El pasado noviembre, Chris Greenwell, un aficionado de 46 años, llevó a su hijo Brandon, de 13, a un acto organizado por el equipo filadelfiano para dar la bienvenida a los hinchas que cuentan con abono. Según el relato del padre a la CBS, su hijo, con mera intención de jugar, dio tres pequeños golpes en la cabeza de la mascota mientras pasaba a su lado, y esta se revolvió. "Dos segundos después, embistió contra mi hijo desde dos metros y medio o tres y le dio un puñetazo en la espalda". En principio, el hombre dio el gesto por uno más de las peleas amistosas que protagoniza de la mascota, pero se lo tomó más en serio cuando el chico, siempre según el relato paterno, se quejó de dolores.
"He perdido mucho del respeto que le tenía al equipo que durante tanto tiempo he adorado", ha afirmado Greenwell a la cadena NBC 10 en Filadelfia, recoge The Washington Post. El mismo diario se hace eco de los documentos que el hombre ha facilitado al diario Philadelphia Inquirer, en los que se indica que el niño refiere un leve dolor de espalda y que presenta un moratón en la parte baja de las vértebras dorsales.
Nobody puts @GrittyNHL in the corner (or penalty box). pic.twitter.com/TkQuqYjeBo
— Philadelphia Flyers (@NHLFlyers) October 23, 2018
El padre presentó denuncia ante la policía el 21 de diciembre, un mes después de suceder el supuesto ataque de la mascota, y justifica su tardanza en que, asegura, antes había preferido dirigirse a Comcast Spectacor, la compañía propietaria del equipo de hockey. Quiere una disculpa y que el equipo corra con los gastos médicos del niño, "unos doscientos dólares". La compañía le ofreció mejorar sus asientos en un próximo partido en casa y, el hombre, descontento, se fue a comisaría. Descarta presentar una demanda, pero no renovará su abono, que dice poseer desde 1997, para la próxima temporada. Con todo, ha vuelto a llevar al niño al Wells Fargo Center, donde juegan los Flyers, para ver a su equipo favorito.
Ha pedido, para respaldar su caso, que el equipo le facilite una grabación del día de los hechos, pero a su petición le respondieron que ninguna cámara estaba registrando la zona donde se encontraba su hijo. "Nos tomamos las alegaciones del señor Greenwell muy en serio, y emprendimos una investigación concienzuda que no encontró nada que corroborase su reclamación", ha señalado la compañía en una respuesta a medios locales.
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