La UE no reconoce a Lukashenko como presidente de Bielorrusia
El alto representante de Exteriores, Josep Borrell, afirma que la investidura del mandatario “carece de toda legitimidad democrática”
Esta vez ha sido cuestión de horas. La Unión Europea ha decidido no reconocer como legítimo presidente de Bielorrusia a Alexandr Lukashenko, después de que el miércoles tomara posesión del cargo en un acto secreto que sorprendió incluso a las televisiones del país. El alto representante para la Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Josep Borrell, ha considerado que la denominada inauguración de mandato del líder bielorruso, que lleva 26 años en el poder, “carece de toda legitimidad democrática”. “La Unión Europea no reconoce los resultados falsificados [de las elecciones del pasado mes de agosto]", recordó en un comunicado Borrell.
La Unión Europea, recordó Borrell, “está revisando sus relaciones con Bielorrusia”. Los Veintisiete debían abordar este jueves y viernes posibles sanciones a 40 miembros del régimen, a quienes acusan de ser responsables de la violencia contra las protestas y el fraude de los comicios del 9 de agosto. Incluso debían abordar si metían en esa lista al propio Lukashenko o fijan un régimen de sanciones más gradual, que vaya ampliándose si persiste la represión contra la oposición y la sociedad civil. Sin embargo, el aislamiento del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, por un caso de covid-19 en su entorno laboral ha provocado el aplazamiento de una cumbre en la que se esperaba superar el veto de Chipre a la aplicación de esas sanciones.
Sin embargo, fuentes comunitarias sostienen que sí hay acuerdo entre los Veintisiete en no reconocer los comicios del pasado 9 de agosto. Este jueves lo ha reiterado Borrell, quien ha considerado que las elecciones no fueron "ni libres ni justas”. Por ello, el rechazo a la investidura de Lukashenko ha sido casi automático. La UE considera que la ceremonia celebrada el miércoles “contradice directamente la voluntad de buena parte de la población” del país, “como se ha dicho en numerosas protestas pacíficas sin precedentes desde las elecciones” y que sirve “para profundizar la crisis política en Bielorrusia”.
El jefe de la diplomacia europea ha insistido en que "los ciudadanos bielorrusos merecen el derecho de estar representados por aquellos a quienes elijan libremente a través de unas nuevas elecciones inclusivas, transparentes y creíbles”. Y volvió a arropar a la sociedad civil al afirmar que los Veintisiete están “impresionados” por la valentía de la población de Bielorrusia, “que continúa manifestándose pacíficamente por la democracia y sus derechos fundamentales pese a la brutal represión por parte de las autoridades” del país. De hecho, el pasado lunes los ministros de Exteriores recibieron a la líder opositoria Svetlana Tijanóvskaya, quien les urgió a sancionar al régimen de Minsk.
La UE de nuevo apoyó el derecho de los ciudadanos bielorrusos a elegir a un presidente bajo la supervisión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Además, Borrell reiteró que espera que las autoridades de Bielorrusia cesen de manera inmediata los actos de represión y violencia y que liberen con carácter inmediato e incondicional a los detenidos, “incluidos los presos políticos”.
En ese contexto, indicó que la UE está convencida de que un diálogo nacional inclusivo y que responda a las peticiones de la población del país en favor de unas nuevas elecciones son “la única manera de encontrar una salida a la grave crisis política”.
Lukashenko juró este miércoles el cargo en una ceremonia que se mantuvo en secreto hasta el último momento por la oleada de manifestaciones en Minsk. El mandatario firmó el acta del juramento, tras lo cual recibió sus credenciales de jefe del Estado de manos de la presidenta de la Comisión Electoral Central (CEC) de Bielorrusia, Lidia Yermóshina.
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