Johnson y Corbyn chocan por el Brexit en su segundo cara a cara
Según un sondeo rápido tras el debate, un 52% de los consultados da por ganador al candidato 'tory' y un 48%, al laborista
El conservador Boris Johnson no se ha apartado de su proclama “¡Ejecutemos el Brexit ya!" durante su segundo cara a cara televisado con Jeremy Corbyn, en el que el candidato laborista le ha replicado que una abrupta salida de la Unión Europea amenazaría las estratégicas relaciones comerciales bilaterales y llevaría al Reino Unido al desastre económico. Pocas novedades en un debate organizado por la BBC —y que ha tenido su eje en las preguntas del público en el estudio—, reflejo de una campaña cansina para los británicos y los propios políticos a la que solo le resta una semana. Según un sondeo rápido de YouGov, un 52% de los consultados consideró que Johnson había ganado el debate y un 48% que fue Corbyn.
La estrategia del primer ministro británico ha sido la de no salirse de su guion sobre el Brexit y ahondar en el retrato de su contrincante como un socialista radical que “apoyó al IRA durante cuatro décadas”, además de ser “el único laborista que no hace campaña por el Remain (permanecer en Europa), porque es neutral, y que tampoco sabe explicar qué tipo de acuerdo con la UE defiende exactamente”. Un Jeremy Corbyn particularmente sobrio, en contraste con el tono populista de Johnson, ha atribuido la ambigüedad de la que se le acusa (justamente) a “la necesidad de volver a unir al país”. La fórmula que aplicaría en caso de ganar los comicios se resume en darse tres meses para pactar con Bruselas un “acuerdo serio” de retirada que proteja el comercio con los socios comunitarios y conjure “el riego de una pérdida de puestos de trabajo que ya se está produciendo por las incertidumbres del Brexit”. Y que sería sometido a un segundo referéndum “para que los británicos tengan la última palabra”.
“Nuestra gente quiere pasar página”, ha insistido Johnson, al garantizar una rápida implantación del Brexit el próximo 31 de enero en caso de conseguir revalidar la jefatura del Gobierno tras la cita electoral del próximo día 12. “La alternativa”, ha remachado, “es un Parlamento sin mayoría y de una coalición entre Corbyn y el SNP [Partido Nacionalista Escocés], es decir, el caos que traerán dos referéndums, uno sobre la UE y otro sobre la independencia de Escocia”.
Las respuestas de los dos líderes a las preguntas de la audiencia (compuesta por votantes de los dos partidos y de indecisos) han replicado los mensajes ya lanzados por ambos en su primer duelo televisivo del 19 de noviembre emitido por el canal ITV. Ambos han lanzado balones fuera cuando se ha inquirido a Johnson por el llamamiento público del ex primer ministro conservador John Major —tan solo horas antes del debate— apelando al voto táctico en su contra para evitar el Brexit, o cuando a Corbyn se le ha recordado las críticas en su contra vertidas por su correligionario y también exocupante de Downing Street Tony Blair.
Al laborista solo se le ha visto inseguro al abordar una cuestión que le ha perseguido desde que asumió el liderazgo laborista, el supuesto amparo del antisemitismo en el seno de su partido y la inusual irrupción en campaña del gran rabino ortodoxo del Reino Unido para descalificarlo como candidato a la jefatura del Gobierno. “Nunca he utilizado un lenguaje racista y considero el antisemitismo inaceptable en mi partido y en la sociedad”, ha dicho para zanjar la cuestión.
El líder laborista ha estado mucho más sólido cuando se han abordado la difícil ecuación entre garantizar la seguridad y la protección de los derechos humanos, planteada por un joven del público. Con el reciente atentado en el puente de Londres en la mente de todos, Johnson ha esgrimido una reforma que fuerce a los condenados por terrorismo a cumplir la sentencia completa, mientras el laborista le ha espetado, como recordatorio de los recortes acometidos por sucesivos Ejecutivos conservadores, que la protección del público precisa “que la policía esté en la calle, se invierta para acabar con las prisiones superpobladas y el sistema [de reinserción] funcione". También le ha recordado entre los aplausos de la audiencia las palabras del padre de Jack Merrit, una de las dos víctimas de aquel ataque: “Mi hijo no quería una sociedad en la que encerramos a la gente y tiramos la llave”.
Horas antes de entrar en el plató, Johnson se ha visto forzado a cancelar en el último minuto la visita prevista a un pub de Rochester, en el condado inglés de Kent, ante el que se había congregado una multitud de manifestantes en una protesta contra las políticas de austeridad de los sucesivos Gobiernos conservadores.
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