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Ponga un pedazo de historia de Ámsterdam en su casa

El Ayuntamiento de la capital holandesa regala ornamentos arquitectónicos a sus habitantes para que los cuiden y exhiban en fachadas y jardines particulares

Isabel Ferrer
Imagen nocturna de la Torre de Montelbaan, en Ámsterdam.
Imagen nocturna de la Torre de Montelbaan, en Ámsterdam.Peter Dejong (AP)

Durante las últimas décadas, muchos edificios medievales y del siglo XVII han sido sustituidos en Ámsterdam por multitud de casas modernas. Otros han sido demolidos para hacer sitio a la infraestructura del transporte público. Pero queda un recuerdo tangible del pasado histórico: centenares de ornamentos y relieves de fachadas decorados con flores, hojas, frutas, fechas en números romanos y hasta cornisas enteras. Guardados en un depósito secreto del Ayuntamiento, cualquier vecino puede hacerse ahora con ellos de forma gratuita. Solo tienen que pedirlo, asegurar al consistorio que los exhibirán en el exterior de su hogar, y asumir los gastos de transporte y mantenimiento. “Es mejor que no se los lleven en bici”, aconsejan los portavoces municipales, dado el peso de unos adornos que pueden servir también de inspiración a los artistas “para una nueva obra que sea instalada un buen rincón urbano”.

La mayoría de los fragmentos proceden de las obras públicas llevadas a cabo en la capital holandesa antes de la II Guerra Mundial, y fueron almacenados sin pensar en su futuro. El plazo de solicitud para los que quieran rescatarlos estará abierto hasta el 31 de diciembre, y han llegado ya 300 peticiones "de objetos pequeños, pero también piezas muy grandes", señalan fuentes de la concejalía de Arte y Cultura, que añaden que prefieren que se instalen "en las fachadas o en los jardines frontales de las casas", si bien, "en algunos casos", será posible colocarlos en jardines interiores.

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Distribuidos en 200 palés para las porciones de gran tamaño, y 25 bolsas para las pequeñas, ni siquiera el Ayuntamiento sabe cuántos había en sus depósitos en total, porque muchos de estos recuerdos del patrimonio urbano han sido reubicados a lo largo de los años. En la actual campaña, la mayoría de los interesados son ciudadanos anónimos, “y también hay museos, contratistas y arquitectos”, dispuestos a darles nueva vida a los relieves. Otra posibilidad es utilizarlos como material educativo. En ningún caso cabe venderlos a terceros: la concejalía espera que los receptores sean “buenos padres” de los fragmentos y no quiere que se comercie con ellos.

La petición de una o más piezas se hace por Internet al departamento de Monumentos y Arqueología, y el solicitante debe aportar sus datos y una explicación del destino que desea darle al pedazo de pasado ciudadano que quiere hacer suyo. ¿Qué sucede si varias personas eligen el mismo recuerdo? Como están ordenados en virtud de su valor, tamaño y grado de conservación, los especialistas municipales puntuarán las demandas evaluando las razones dadas sobre el destino y atención que se prestará al objeto. Al final, lo conseguirá el que haya obtenido la mejor nota, y la respuesta llegará a finales de febrero de 2020. Se espera que todos hayan sido adjudicados para el 31 de mayo del próximo año y luzcan de nuevo en fachadas tal vez muy modernas, donde el contraste sería bienvenido.

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