La pena de muerte retrocede en EE UU con la abolición en New Hampshire
El Estado se convierte en el vigesimoprimero en liquidar formalmente el castigo capital, aunque llevaba ya décadas sin aplicarlo
New Hampshire se convirtió este jueves en el vigesimoprimer Estado de EE UU que abole la pena de muerte tras varios años de batalla política. El Senado sacó adelante el proyecto de ley con 16 votos a favor y ocho en contra, superando así el veto que había impuesto previamente su gobernador, el republicano Chris Sununu.
El único inquilino en el corredor de la muerte, un hombre llamado Michael Addison que fue condenado por el asesinato de un policía, no se verá beneficiado por la medida, ya que no se aplica con carácter retroactivo, pero no debe temer por su vida. En la práctica, este pequeño Estado norteño de la rica región de Nueva Inglaterra ya se había desentendido de la pena capital. Según los datos publicados por la prensa local, no se ejecuta a ningún preso desde 1939.
La resistencia política, no obstante, ha logrado mantener la pena vigente a nivel oficial hasta ahora, tal y como ocurre en otras zonas de Estados Unidos. En 2014, los legisladores ya trataron de aprobar la abolición, pero perdieron por un voto y el año pasado, la nueva intentona legislativa resultó vetada por el gobernador. Ahora, el Senado ha sido capaz de superar ese voto por el amplio consenso logrado.
Las sentencias de pena capital y el número de ejecuciones han tendido a la baja en los últimos 20 años y desde 2007 ocho Estados la han abandonado. En Washington, el caso más reciente, la justicia estatal la declaró insconstitucional al alegar que se impone de forma "arbitraria y con sesgo racial". Y otros, como California o Pensilvania, aunque la mantienen, han aprobado moratorias sobre ejecuciones. Sin embargo, Tennessee mató a su primer reo el pasado agosto después de nueve años sin ejecuciones y Texas acabó con 13 solo el año pasado.
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