El uso de armas francesas en Yemen pone en aprietos al Gobierno de Macron
Un informe confidencial revela que el armamento adquirido por Riad y Abu Dabi no tiene un uso exclusivamente defensivo
El debate sobre la controvertida venta de armas francesas a Arabia Saudí amenaza con calentarse de nuevo. Casi seis meses después de que el presidente Emmanuel Macron rechazara por “demagógicos” los llamamientos a detenerlas, a pesar de las informaciones que señalaban a las autoridades saudíes como las responsables del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, una nueva revelación cuestiona la lucrativa relación armamentista de París con Riad. Según medios franceses, parte de las armas que Arabia Saudí —y también Emiratos Árabes Unidos, otro de los clientes de Francia— utilizan en el conflicto en Yemen para apoyar a las tropas gubernamentales contra los rebeldes Huthi son de origen francés. Y no son meramente defensivas, tal como afirmaba hasta ahora el Ejecutivo. También podrían usarse, e incluso lo habrían hecho ya, para atacar zonas civiles.
La web de investigación francesa Disclose revela este lunes, junto con la cadena Radio France, un informe clasificado de 15 páginas escrito por el servicio de inteligencia militar (DRM, por sus siglas en francés) a finales de septiembre de 2018 y enviado poco después al Gobierno francés. En este, se presenta un largo listado de armamento nacional usado por los gobiernos de Riad y Abu Dabi en el conflicto yemení, que desde 2015 ha causado unos 10.000 muertos y provocado una hambruna que amenaza a millones de personas. Aunque la mayor parte de los equipos tienen un uso “defensivo”, el propio DRM señala que algunos pueden ir más allá y tener un papel activo en el controvertido conflicto.
Es el caso de los 48 Caesar, un camión equipado con un sistema de artillería, adquiridos por el Gobierno saudí y desplegados en tres zonas de la frontera apuntando a “pueblos, granjas, aldeas y caseríos de campesinos”. Un mapa incluido en el informe militar secreto señala las zonas amenazadas por este armamento. Y en el informe, enviado en octubre a Macron y a la ministra de Defensa, Florence Parly, se indica que los Caesar, fabricados por una empresa estatal, “apoyan a las tropas leales y a las fuerzas saudíes en su avance en territorio yemení”. O como traduce Disclose: “Bombardean Yemen para despejar el terreno a los blindados y a los tanques que invaden el país”. En total, estima el informe militar, 436.370 personas están “potencialmente afectadas por posibles ataques de artillería”, entre otras procedentes de armas de fabricación francesa.
Radio France cruzó las indicaciones del informe militar con las que maneja la ONG Acled (Armed Conflict Location and Event Data Project), que registra todos los bombardeos en Yemen, y constató que “entre marzo de 2016 y diciembre de 2018, 35 civiles murieron en 52 bombardeos localizados en el campo de acción de los cañones franceses”.
La información pone especialmente en aprietos a la titular de Defensa, que a finales de enero aseguró “no tener conocimiento de que armas (francesas) sean utilizadas directamente en el conflicto” yemení.
Tras estas revelaciones, el Gobierno de Macron “ya no puede negar el riesgo de complicidad en crímenes de guerra”, reaccionó la directora francesa de Human Rights Watch, Bénédicte Jeannerod. Junto a una decena de ONG, como Amnistía Internacional o Médicos del Mundo, llamó a París a “cesar de inmediato sus transferencias de armas a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos” y reclamó una “mejora decisiva de la transparencia” en torno a la venta de armamento.
Tras Egipto, Arabia Saudí es el principal cliente armamentista de Francia, que en 2017 vendió armamento a Riad por 1.380 millones de euros, de un total de 6.700 millones, según la Agencia France Presse.
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