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Los líderes del Movimiento de los Paraguas en Hong Kong, declarados culpables de desorden público

Las manifestaciones que pedían a Pekín mayor democraciaa fueron las mayores de la excolonia británica

Macarena Vidal Liy
Los líderes condenados Benny Tai (derecha), Chan Kin-man (centro) y Chu Yiu-ming (primero del banco de la izquierda) durante una misa el pasado 6 de abril.
Los líderes condenados Benny Tai (derecha), Chan Kin-man (centro) y Chu Yiu-ming (primero del banco de la izquierda) durante una misa el pasado 6 de abril.YAN ZHAO (AFP)

Los líderes del Movimiento de los Paraguas, que en 2014 llevó a la calle a decenas de miles de personas en Hong Kong para reclamar más democracia, han sido declarados culpables este martes de varios cargos de desorden público, cada uno de los cuales acarrea un máximo de siete años de prisión. Aquellas protestas fueron las mayores de la historia de Hong Kong para pedir democracia, y vieron cortar las calles del centro de la excolonia británica durante 75 días. Sus participantes reclamaban el derecho de poder votar directamente a candidatos de su gusto en las elecciones para jefe del gobierno autónomo, en lugar de tener que optar entre varios nombres propuestos por Pekín.

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De alcance inicialmente limitado, la movilización explotó después de que la Policía lanzara gas pimienta a los estudiantes que se concentraban frente a la sede del gobierno autónomo en septiembre de 2014. La imagen de los jóvenes tratando de protegerse del gas abriendo sus paraguas acabó dando nombre a las protestas e hizo que centenares de miles de personas más se sumaran a las sentadas.

Ahora, en un juicio que comenzó en noviembre del año pasado y rodeado de carga política, los tres profesores universitarios que originalmente hicieron circular la idea de organizar sentadas como gesto pacífico de desobediencia civil -Benny Tai, Chan Kin-man y el reverendo Chu Yin-ming- han sido declarados culpables de conspiración para alterar el orden público. El tribunal también ha encontrado culpables a Tai y Chan de incitar a otros para causar desorden público.

Otras seis personas -los legisladores Tanya Chan y Shiu Ka-chun, los exlíderes estudiantiles Tommy Cheung y Eason Chung, y los políticos Raphael Wong-Ho y Lee Wing-tat- han sido declarados culpables de cargos similares.

Todos habían rechazado los cargos. En su defensa argumentaban que se les culpabilizaba de manera desproporcionada de lo que fue un movimiento civil en el que la gente participó voluntariamente, y que tenía como fin tratar de hacer un Hong Kong mejor.

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Pero el veredicto de 268 páginas rechaza los argumentos al considerar que “la desobediencia civil no constituye una defensa contra cargos penales”.

El veredicto del tribunal, emitido mientras a las puertas de la corte decenas de simpatizantes esperaban con paraguas amarillos -el símbolo de las protestas de hace cinco años-, ha suscitado las condenas de las organizaciones de derechos humanos. “Los tribunales de Hong Kong, al calificar como desorden público lo que fueron protestas pacíficas para reclamar derechos, están enviando un terrible mensaje que probablemente anime al gobierno a perseguir a más activistas pacíficos, lo que perjudicará aún más la libertad de expresión en Hong Kong”.

El último gobernador británico de Hong Kong, que estuvo al frente del territorio antes de que la excolonia regresara a la soberanía china en 1997, Chris Patten, declaró en un comunicado que “parece terriblemente divisivo utilizar leyes anacrónicas (de la época colonial) en una persecución vengativa contra los acontecimientos políticos de 2014”.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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